La muerte de Liam Payne, sin lugar a dudas, conmocionó a las fanáticas de One Direction. En las últimas horas, se conoció la última imagen del cantante con vida -de una cámara de seguridad del hotel CasaSur- que forma parte del expediente y donde se lo puede ver siendo llevado a rastras por personal del lugar en el hall principal. Dicha fotografía fue tomada a las 16:54 de aquel 16 de octubre, ocho minutos antes de que cayera del balcón de su habitación en el tercer piso y muriera en el acto.
Al mismo tiempo, tras la imagen filtrada por portales como TMZ o el Mail Online de Londres, también se conoció que el expediente desmiente la versión de diversos medios: muchos aseguraron que el joven fue encerrado en su habitación por los trabajadores del edificio, pero la puerta de su habitación -según ratificaron fuentes de la causa a Infobae- estaba abierta. En el marco de las declaraciones en la causa, aseguraron que era la segunda vez que fue llevado a rastras ese día.
Empleados del hotel CasaSur indicaron que tras alzarlo y subirlo al ascensor, logró ponerse de pie e ingresó tambaleando, "groggy", al cuarto. Si bien los trabajadores del lugar no ingresaron junto a él, sí oyeron mientras rompía cosas en el interior y la puerta, en todo momento, se mantuvo entreabierta. En el mismo expediente, consta que, según testigos o análisis de las cámaras, en repetidas ocasiones la entrada de la habitación se veía de esa forma.
Cabe recordar que Payne murió en el acto a causa de traumatismos y hemorragias internas. Tiempo después, se conoció que tenía alcohol y cocaína en sangre, además de sertralina, un antidepresivo que apareció en los análisis toxicológicos. Al momento del golpe letal, llevaba un morral que, según el fiscal Andrés Madrea -a cargo de la causa-, lo llevaba cuando iba a buscar cocaína. Tendría probadas al menos cinco entregas y la vinculación del empresario Rogelio Nores -acusado de "abandono de persona, seguido de muerte" y de facilitarle la provisión de estupefacientes-, un camarero y un empleado del hotel.
Uno de los puntos principales que llama la atención al fiscal es el llamado al 911, en el que desde CasaSur alertan a la policía por el accionar del cantante. "Necesitamos que nos envíen a alguien urgente porque, bueno, yo no sé si corre riesgo la vida del huésped. Está en una habitación que tiene balcón y bueno, estamos un poco con temor de que haga algo que ponga en riesgo su vida", manifestó en su momento.
Si Payne no estaba encerrado y creían que podía hacer algo para poner en riesgo su vida, el fiscal Madrea no entiende porqué le permitieron ingresar a una habitación con balcón ni tampoco la razón para no intervenir ante la situación cuando estaba realizando disturbios en el interior, si la puerta estaba entreabierta. Frente a este nuevo dato, el fiscal a cargo analizará si habrá nuevas imputaciones o detenciones.
"Roger" Nores, el principal imputado
Rogelio Nores es el principal acusado por los delitos de "abandono de persona seguido de muerte" y por facilitarle la provisión de estupefacientes que lo llevaron a la muerte. El señalado aguarda por su declaración indagatoria en el Juzgado N° 34 mientras que su teléfono celular, espera ser peritado luego de que él mismo hizo su entrega junto con su pasaporte. La acusación, de dejar morir a alguien, puede costarle una pena de hasta 15 años de cárcel.
Según indica el expediente, el empresario estuvo en el hotel y dejó el lugar 50 minutos antes de que Liam fuese llevado a rastras a su habitación. Otra de las complicaciones que lo atraviesan, está relacionada al contenido del teléfono del cantante: semanas antes, fue tratado por un psiquiatra en Estados Unidos, que le recetó sertralina y junto a su padre Geoff, fueron alertados que si mezclaba dicha medicación con droga y alcohol podrían producirle alucinaciones e incluso, ideaciones suicidas. Justamente Nores fue quien colaboró al acceso de dichas drogas y bebidas que lo llevaron al fatal desenlace.