En las próximas semanas se debatirá y aprobará, según adelantaron fuentes de la Legislatura porteña, el uso, acceso y autocultivo de cannabis medicinal para fines terapéuticos en la Ciudad. Los hospitales, centros de salud y la obra social de la CABA deberán proveerlo de forma gratuita para tratar determinadas enfermedades y afecciones “por su potencialidad para aliviar síntomas negativos de tratamientos de enfermedades, reducir dolencias o mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
El texto, iniciativa del legislador de Evolución, Leandro Halperín, se muestra como un avance importante en la materia y una solución para aquéllos que cultivan cannabis para consumo propio o de familiares que sufren alguna enfermedad y que hoy pueden recibir una pena de cuatro a quince años de prisión por buscar un alivio para sus dolencias. El texto cuenta con las firmas de todo el bloque, el socialismo, el GEN y consenso con el peronismo y sectores del PRO, según explicó el legislador porteño a El Destape.
Halperín detalló que la marihuana, en nuestro país, está incluida en la lista de sustancias prohibidas pero destacó que en 2016 se avanzó con la ley de cannabis medicinal que deja de contemplar su consumo personal como un delito en casos de salud y de investigación. “A partir de ahí las provincias o municipios tienen que regular un derecho que la ley te da” y se abren dos posibilidades. O se mantiene la garantización otorgada por Nación “o regulan, en función de la ley nacional, cómo brindar acceso al derecho que la ley establece” teniendo en cuenta distintas variantes: la de la industria, el del autocultivo y el cultivo solidario.
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Se trata de un proyecto que busca regular una práctica que ya existe. A veces la sociedad va más rápido que las leyes que llegan después para darle un marco normativo a esa práctica, con más controles y mejores condiciones. “Nuestra ley avanza en la protección de los cultivadores. El punto más espinoso es si alcanza con la receta médica o si las autoridades sanitarias lo tienen que autorizar”, dijo Halperín en referencia al autocultivo.
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El legislador del Frente de Todos, Matías Barroetaveña, manifestó a El Destape su apoyo pleno al “involucramiento del Estado en garantizar el acceso al cannabis medicinal, para ésto es importante contar con normativa, ya existe una a nivel nacional, y la posibilidad de que el sistema público de salud lo facilite para la llegada con capacitación, articulación con la sociedad civil”. También destacó la necesidad de brindar concientización “y la posibilidad de dar acceso a un tratamiento que está probado que sirve para mitigar efectos de ciertas enfermedades, para acompañar y bajar el dolor de otras y múltiples beneficios médicos que ya se han demostrado por lo cual se está implementando en muchos lugares del mundo”.
El proyecto data de 2018, perdió estado parlamentario y se volvió a presentar este año para dar la batalla legislativa. “El acuerdo en la legislatura es muy sólido”, dijo el legislador y aclaró que ahora la negociación es con el Poder Ejecutivo para que su aplicación sea una política de Estado y no genere expectativas que después se conviertan en frustraciones gracias a una regulación que estipula restricciones. Por eso, la idea es que lo que se apruebe, se regule. Sin modificaciones de último momento. Hace dos semanas hubo una reunión informativa en la Comisión de Salud con asociaciones y profesionales especializados. En la próxima sesión, el jueves de la semana que viene, o en la otra, este texto debería ser tratado y aprobado sin mayores inconvenientes.
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Las claves del proyecto
1- Establecer un marco regulatorio en la Ciudad para el acceso informado y seguro como recurso terapéutico, la investigación, el uso científico y la producción pública del Cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud.
2- Declarar de interés sanitario para la Ciudad las acciones tendientes a proteger, promover y mejorar la salud pública de la población mediante la investigación y uso científico de la planta de Cannabis y sus derivados, sea tanto con fines medicinales, paliativos y/o terapéuticos, como así también en el programa de reducción de daños en materia de adicciones y consumos problemáticos.
3- Incorporar al al Sistema de Salud Pública y sus respectivos efectores, hospitales y centros de salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como también a la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (Ob.S.B.A.) el medicamento paliativo de Cannabis y sus derivados, de entrega gratuita.
4- Enfermedades a tratar con cannabis medicinal: convulsiones, crisis motoras, dolores crónicos, náuseas y vómitos derivados de quimioterapia y otras afecciones relacionadas con enfermedades tales como Epilepsia Refractaria, Síndrome de West, Cáncer, VIII-SIDA, Esclerosis Múltiple, Autismo y enfermedades psiquiátricas como Esquizofrenia, entre otras afecciones y patologías que determine la autoridad de aplicación, en este caso el Ministerio de Salud. También se invita a otras obras sociales y entidades de medicina a sumarse a la iniciativa.
5- Promover investigaciones para profundizar conocimientos y crear nuevos saberes sobre su uso con la participación, entre otros, de asociaciones civiles vinculadas a la temática.
6- El Ministerio de Salud promoverá y estimulará la producción pública de medicamentos a base de Cannabis y formas farmacéuticas derivadas, a través de los laboratorios públicos existentes o a crear.
7- Cultivo personal: quienes presenten patologías o sus tutores se encuentran habilitados a fin de sembrar, cultivar o guardar Cannabis y sus derivados, en las cantidades que determine el médico tratante y hasta el máximo establecido en la reglamentación. A tal fin, sólo será requisito contar con la orden médica que indique la necesidad de someterse a un tratamiento a base de Cannabis. Este es uno de los puntos más ríspidos dado que las autoridades sanitarias, en especial desde Nación, piden más controles y no se descarta la necesidad de algún otro permiso para poder comenzar a cultivar.
8- Cultivadores solidarios: crear un Registro de Cultivadores Solidarios, Cannabicultores y Familias del Cannabis y sus derivados para otorgar licencias de cultivo, plantación, producción y proteger su identidad.
9- Creación del Consejo Asesor de Políticas relacionadas al Cannabis con especialistas en la materia y miembros de universidades públicas y privadas, cuyo objetivo es el estudio, seguimiento, control de calidad y asesoramiento del proceso.
10- Se deberán crear programas de capacitación, concientización y sensibilización sobre la temática.
11- El proyecto explicita que la reglamentación de la ley, en caso de aprobarse, tendrá lugar 60 días después de su promulgación.