"Estoy bien, con más paz. Era algo que me faltaba, algo para lo que me preparé hace muchos años... El juicio tendría que haber sido antes, hace 48 años", se lamentó Pablo Díaz, uno de los cuatro sobrevivientes del suceso reconocido como "Noche de los Lápices". El Tribunal Oral Federal (TOF) N°1 de La Plata dio a conocer 10 condenas a prisión perpetua por los crímenes de lesa humanidad cometidos contra 600 víctimas en los campos de concentración conocidos como Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes a lo largo de la última dictadura militar. Entre ellos, se encontraban dos represores responsables por la desaparición y crímenes cometidos a los jóvenes estudiantes militantes de la Unión de Estudiantes (UES) y de la Juventud Guevarista.
En diálogo con Habrá Consecuencias por El Destape Mundo AM 1070, el hombre de 65 años celebró las condenas a responsables como el caso de Juan Miguel Wolk (Jefe de División Delitos contra la Propiedad y de la División Delitos contra las Personas y de la dirección de investigaciones Zona Metropolitana), Jorge Antonio Bergés (médico de la policía bonaerense que actuó en los partos y en el robo de los bebés nacidos en cautiverio) y Horacio Luis Castillo (comisario que actuó en la Brigada de Investigaciones de Lanús –conocida como el Infierno de Avellaneda– y en el Pozo de Banfield). "Tuve la angustia de que no fue condenado Enrique Augusto Barré, que era el segundo en el Pozo de Banfield y tiene la particularidad de que era el que, hasta hace unos meses, era defendido por (el ministro de Justicia, Mariano) Cúneo Libarona. Me suena raro, tal vez hubo negociaciones... Digo, ¿por qué la absolución si presenté las mismas pruebas en el Pozo de Banfield respecto de los demás?", apuntó.
Más allá de reconocer las cadenas perpetuas impuestas y de lograr algo de "paz" luego de tantos años, Pablo lamentó el no saber dónde están sus amigos desaparecidos o María Claudia Falcone, con quien compartió una historia de amor en su momento más oscuro. "Tengo la necesidad, como todos los familiares, de tener el respeto de ir a sentarme donde esté enterrada y hablar con ella, decirle los poemas que le escribí... Me falta eso, pero no quiere decir que no hayamos dado un paso muy importante".
Fue en ese momento que recordó su historia con la joven de 16 años, estudiante de Bellas Artes en La Plata, hija de Jorge Ademar Falcone -primer Subsecretario de Salud Pública, intendente de dicha ciudad y senador provincial durante el gobierno de Juan Domingo Perón. "Fue de quién me enamoré en un campo de concentración, porque estuvimos más 100 días compartiendo, de espaldas. Uno tiene memoria afectiva desde los 12 años, su vida fue de tres años. Escuela, el Centro de Estudiantes, su militancia...", manifestó quien entonces tenía 18.
Frente a la postura negacionista que el gobierno de Javier Milei buscó imponer discursivamente y a través de un video publicado por la Casa Rosada en el Día de la Memoria, Díaz marcó: "Ahora que estamos tanto con el tema cuantitativo, yo digo que el horror no es cuantitativo, ¡por favor! Ayer los condenamos por torturas, violaciones y asesinatos puntuales. De mis compañeros, de las embarazadas. Yo fui testigo de tres nacimientos, dos recuperados hace poco, como Daniel (Santucho Navajas, el nieto restituido en julio pasado, el 133) que fue recuperado gracias a mi testimonio". Y agregó: "Una de las cosas que se decían en la sentencia era que Claudia era menor. Al margen de lo que podemos llegar a recrear como 'desaparecida', era una mujer menor... Basta de lo cuantitativo, el horror es el horror de las víctimas puntuales, sea una, 100, 200 o miles".
"La pérdida de la naturalidad de las cosas es lo que generan esas instancias perversas de la política. Los condenamos por violaciones, torturas a Claudia por electricidad en sus pechos y vagina, por haberla quemado, por haberle pegado un tiro en la nuca en un sótano", manifestó.
Ante un contexto complejo en lo que refiere a la memoria colectiva, la Red Nacional H.I.J.O.S. denunció un atentado político contra una militante de su organización que fue golpeada, abusada y amenazada de muerte en su domicilio. "Sabrina fue Claudia. Lo primero que se me representó fue eso. Como Sabrina, hubo muchas. El sistema también se fue para esa posibilidad, avalado por los gobiernos de turno", señaló Pablo. Y a su vez aseguró que estos comportamientos forman parte de la ausencia del Estado en la "reconstrucción de valores humanos como la sensibilidad, la solidaridad y el amor".
Su relación con los jóvenes y la esperanza del futuro
Pablo Díaz remarcó, en varias ocasiones, que para él "La Noche de los Lápices" es "una historia de amor adolescente, de sensibilidad social y de la lucha para que nadie abandone la escuela", mientras que remarcó: "Ese fue el boleto estudiantil, no la crisis económica, sino la intención de que nuestros compañeros y nuestras compañeras no abandonen el colegio". A su vez, realzó la importancia de los Centros de Estudiantes que, en aquella época, eran el lugar donde podían hablar y expresarse. "Hoy, a los 16 años, pueden votar al máximo representante constitucional pero no tienen voz en la escuela. El adolescente tiene que tener ese lugar de madurez", opinó.
Durante la extensa charla en Habrá Consecuencias, el sobreviviente de la dictadura militar sostuvo la importancia de hablarle a los jóvenes, contarles sobre la historia y sobre la necesidad de hacer la película sobre el hecho. "'La Noche de los Lápices' no la hice para la gente, la hice para volverla a ver. Para volverla a ver a Claudia", dijo emocionado.
De cara al futuro, Pablo marcó que a los jóvenes votantes de Milei no se los pueden invitar a militar sino que se debe llevar adelante un trabajo donde se muestre "sensibilidad social, valores humanos, el tema del amor" y apuntó que con su voto, "nos han mostrado que tenemos que volver para atrás" y reescribir. "No le temo a volver para atrás, a empezar otra vez, a decirles quiénes éramos y por qué fuimos a los barrios a dar apoyo escolar. Tenemos que hablar con las realidades, con la pobreza. Entiendo cuando un chico me dice que hace 20 años su madre limpia casas y a la noche llega maltrada. Sufre y quiere salir de ahí, lo que hemos hecho fue equivcarnos con el gobierno de turno", expresó. Más allá de las diferencias, aseguró verse en la "rebeldía juvenil" de ellos.
"Votaron una instancia de no saber qué era pero ahora lo están descubriendo o tal vez les falten unos meses para que se den cuenta de todo. Hay que respetar eso, estamos en ese tiempo de lo que falta. Tal vez falte menos que tres meses, quizás ocurra cuando llegue la factura del gas ahora", analizó.
En relación al discurso esperanzador durante toda la entrevista, dijo: "Creo más en el amor, como para hablar de torturas. No se olviden que vengo de un campo de concentración, conozco el horror. La debilidad que tenemos es la capacidad del mal, tenemos que fortalecernos en valores de relaciones humanas como el respeto y la convivencia". Y recordó que cuando fue invitado a la cárcel de Marcos Paz, para darle una charla a presos de entre 17 y 21 años, lo primero que le consultaron -un joven que era el "más peligroso" del pabellón- fue si extrañaba a Claudia. "Mirá la historia de amor que no pudo tener, que no va a tener nunca por estar preso la mayor parte de su vida. El amor podría haber sido una salvación para él, ahí tenemos que ir", apuntó Pablo.
"Mi fantasía es que cuando la naturaleza me lleve, yo volverlos a ver y preguntarles si como el que sobrevivió, hice todo lo posible para que aparecieran y para que haya justicia. Y mi miedo, es que cuando la naturaleza me lleve, vuelva a ver a Claudia y yo ir con mi vejez, que me agarre de la mano y que me diga que soy un boludo", concluyó entre risas y lágrimas.