Hugo Bermúdez, el hombre que asesinó a Candela Sol Rodríguez en 2011, hizo un pedido a la Justicia para obtener la prisión domiciliaria.
El homicida, que tiene 63 años y que se encuentra cumpliendo su condena en la Unidad 25 de la ciudad de La Plata hizo una presentación formal, esperando que en esta nueva situación sanitaria, puedan otorgarle el beneficio.
En el documento presentado, Bermúdez se reconoce dentro de la población de riesgo por ser una "persona mayor de edad con hipertensión arterial y los problemas de salud que toda persona de edad avanzada padece".
En 2017 la Justicia lo condenó a cadena perpetua por ser autor material del secuestro y asesinato de la menor de 11 años, junto a su cómplice Leonardo Jara, quien está acusado de realizar el llamado extorsivo, mientras que, al tercer sospechoso Fabián Gómez lo condenaron a 4 años por ser partícipe secundario.
El crimen
El 22 de agosto de 2011, Candela fue vista con vida por última vez en la localidad de Villa Tesei en Hurlingham cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía. A los pocos días, la madre de la niña Carola Labrador encabezó una marcha para pedir por la aparición con vida de la niña. "Estoy segura que me está mirando. Y las personas que la tienen me están mirando. Saben quién soy yo y que la voy a encontrar", expresó la mujer a la prensa.
El 31 de agosto de 2011, el cuerpo de Candela fue encontrado asfixiado y dentro de una bolsa en al costado de la colectora de la Autopista del Oeste, a unas 30 cuadras de su casa. El por entonces gobernador bonaerense Daniel Scioli y su ministro Casal estuvieron presentes en el lugar del hallazgo cuando la madre de la niña reconoció el cadáver.
"¡Me mataron a mi hija!", exclamó la mujer ante los funcionarios.
Al día siguiente, la Policía bonaerense allanó la casa situada en la calle Kiernan 992 de Villa Tesei, donde los peritos aparentemente hallaron ADN de la víctima. A partir de los dichos de un testigo de identidad reservada, detuvieron a Hugo Bermúdez como presunto autor material del crimen y al al fletero Guillermo López y al verdulero Fabián Gómez como "partícipes necesarios" ya que las sospechas apuntaban a que habían cometido la captura de la víctima junto a Jara.