Lucila Righi, que en las redes sociales utiliza el nombre de Ume Bôshi, denunció públicamente a su padre, Oscar Righi, ex guitarrista de Bersuit Vergarabat. Lo acusó de haber abusado "sexual y psicológicamente" de ella y de otras mujeres.
La joven compartió un extenso texto en su perfil de Facebook, donde relata situaciones de violencia sexual vividas durante su niñez y su infancia.
"Mi nombre era Lucía Righi, mi papá Oscar Righi abusó sexualmente y psicológicamente de mí y de otras mujeres y personas desde que tengo memoria", aseguró.
Y continuó: "Desde que tengo memoria, le temo a la oscuridad. Decía que un hombre de sombras venía a tocarme y hablarme a la noche. No pude dormir en silencio hasta los 11 años. De chiquita me pasaban cosas raras, tenía pensamientos cínicos y me daba culpa después".
Lucila contó los recuerdos de su infancia, en la que debió convivir con su padre en la fama absoluta y su madre en extrema vulnerabilidad. "Luli tenía un padre famoso y fantástico, que la llevaba a los lugares más caros, y le daba sushi. Este papá venía una vez cada tanto, mientras se iba de gira y se fisuraba la plata en prostitutas, hoteles de 5 estrellas, cocaína y alcohol entre más cosas seguramente. Mientras, mi mamá y yo estábamos en la vulnerabilidad, en un mundo donde la gente te juzga y no entiende. Este papá apareció cada vez más, las pesadillas y los juegos ‘sádicos’ aumentaron".
"Papi me pedía que me bañe con el, estaba bien, ¿no? Era chica. Papi me pedía que me bañe con el... ya tengo 13, ¿no te parece un poco raro? Papi me tocaba mi cuerpo mientras dormía, ¿Esta bien? No, porque no puede ser cierto porque yo era horrible, no era como las demás, sólo era una buena compañera de charlas, de descargas", apuntó.
Y agregó: "Papá... sí, el mismo que me obligaba a dormir con él, a sentarme sobre su miembro, y que me hablaba en calzones con erecciones cuando salia de bañarse".
También, la joven dio detalles de los maltratos diarios. "Cada vez que buscaba su aprobación, me rechazaba, después me abusaba, después me hacía sentir única, y después me generaba odio hacia el resto. Abrazaba a mis hermanas, y les decía ‘ella, la más linda, a la que más quiero’ y reía, mientras me miraba que yo lloraba. Me veía llorando y se reía, eso muchos días y en muchas situaciones. Disfrutaba de mi angustia, y se excitaba con eso".
Tras el largo mensaje, Lucila realizó otro posteo agradeciendo "la lluvia de mensajes de todos lados" y el apoyo recibido. Además, reconoció que la angustia sigue, pero explicó que si decidió contar su historia no fue para victimizarse sino para generar conciencia y animar a todas las víctimas a hacerlo y a denunciar los abusos. "Acá estoy Oscar, esta es la última poesía que te dedico, disfrutala, pero esto no termina acá. Estoy prendida fuego, ya no soy víctima, y que nadie me tenga pena. No tengo más miedo. Esta es mi historia. Espero que todas las mujeres y personas abusadas por Oscar Righi puedan decirlo, conozco a muchas que lo saben, y que fueron víctimas de él con las que ya me comunique", escribió.