La vida política de Juan Domingo Perón estuvo atravesada por el clamor de los trabajadores y la violencia de sus detractores más radicales. Todo el mundo conoce el bombardeo a Plaza de Mayo de junio de 1955, pero pocos saben que dos años antes, el entonces Presidente sufrió un ataque terrorista similar durante un acto multitudinario de la CGT.
El 15 de abril de 1953, miles de trabajadores se reunieron en la Plaza de Mayo para brindarle su apoyo a Perón tras una convocatoria de la CGT. En medio de tensiones con las Fuerzas Armadas y la Iglesia y tras la muerte de Evita, los obreros decidieron defender en la calle al Presidente y este les devolvió el gesto con un discurso desde la Casa Rosada
Pero en medio de su relato desde la casa de gobierno, dos estallidos sacudieron la plaza. Una bomba en la confitería del Hotel Mayo y otra en la estación Plaza de Mayo del subte explotaron, dejando muertos y varios heridos.
Cómo fue el atentado a Perón en Plaza de Mayo
De acuerdo con la información de los medios de la época y el trabajo de diversos historiadores, el atentado fue perpetrado por un comando terrorista antiperonista. Además de las bombas detonadas, había plantado otras dos en el octavo piso del edificio del Nuevo Banco Italiano con la intención de que la mampostería cayera sobre los manifestantes de la Plaza de Mayo, pero el mecanismo de relojería falló.
La primera explosión se produjo a los 14 minutos del inicio del discurso de Perón y las segunda, apenas minutos después, pero el miedo no movió a los obreros de su lugar. “La gente no se movió de su sitio. Un griterío ensordecedor inundó la plaza: ‘¡La vida por Perón, la vida por Perón!’ El aire se cargó con la densidad de la tragedia“, recordó años después el histórico dirigente Antonio Cafiero.
En medio de la tensión, el acto prosiguió mientras ambulancias y personal médico se encargaron de atender a centenares de heridos y llevarse los cadáveres. El ataque dejó como saldo seis muertos. Esa misma tarde, Perón visitó a los internados en el Hospital Argerich y ordenó que la Fundación Eva Perón costeara los sepelios de los fallecidos.
Los culpables y su vínculo con el radicalismo
El grupo terrorista pudo ser identificado y algunos de ellos incluso confesaron los hechos. Fue conformado por Carlos Alberto González Dogliotti los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse y Roque Carranza, quien posteriormente fue ministro de Raúl Alfonsín. Además recibieron apoyo de Eduardo Thölke, quien proveyó los explosivo, y la dirección de Arturo Mathov, que también llegó a ser diputado nacional por el radicalismo en 1960.
Entre el 11 y el 13 mayo se realizaron diversas detenciones y tanto Carranza como Mathov fueron señalados en las pesquisas como los autores principales. De hecho Carranza confesó haber fabricado las bombas y también su participación en otro hecho ocurrido en el Círculo militar. No obstante, tiempo después alegó que había sido torturado y se desdijo al afirmar que sólo conocía donde se preparaban los explosivos. Con la caída del peronismo, la autodenominada Revolución Libertadora indultó a todos los implicados.