El primer magistrado musulmán de la historia de Brasil, el juez federal de San Pablo Alí Mazloum, que sustanciará el juicio para condenar o absolver al actor Juan Darthes por violación agravada contra la actriz argentina Thelma Fardim, es considerado un garantista y un crítico de la manipulación de causas ejercida por su excolega Sérgio Moro en la conducción de la Operación Lava Jato.
Mazloum es uno de los millones de hijos de inmigrantes libaneses que viven en el estado de San Pablo, que es el lugar del mundo con más libaneses fuera del Líbano.
Juez federal penal de la sala 7 del fuero judicial de San Pablo, Mazloum estará frente a un caso de alto impacto para el sistema procesal de Brasil, con una complejidad jurídica casi inédita: el juicio a Juan Pacífico Dabul, brasileño de nacimiento, quien como Juan Darthés vivió y se hizo famoso como actor en Argentina.
El magistrado ha aceptado en mayo pasado la denuncia del Ministerio Público Federal de Brasil, que acató las posiciones de las fiscalías tanto de Nicaragua como de Argentina para elevar la acusación contra Darthes.
En 2018, la actriz Fardin denunció a Darthés de haberla violado en 2009 en Nicaragua, durante una gira de la tira Patito Feo: en la época ella tenía 16 años y el 45. Darthés niega los cargos y se proclamará inocente en el juicio.
Como Darthes es brasileño, pasó a vivir en Brasil ante el alerta roja de Interpol por abuso sexual lanzado por el Ministerio Público de Nicaragua. Y es por eso que como brasileño podrá purgar una condena en una cárcel brasileña y no ser extraditado a Nicaragua.
La innovación en el juicio es que la fiscalía de Brasil acató bajo secreto de sumario absoluto la causa y la elevó al juez Mazloum.
El magistrado ejerce en el cargo desde 1998 y es conocido por sus innovaciones y posiciones anticorporativas en el Poder Judicial.
Incluso debió enfrentar en 2003 una acusación de fiscales por supuesta corrupción y como argumento se citaba su origen musulmán, en un momento en el que cual el mundo estaba impactado por la islamofobia al ritmo de la invasión a Irak, después de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Estados Unidos.
Según contaron abogados penalistas consultados por Télam, el magistrado es un innovador, al haber incorporado como forma de acelerar los procesos la comunicación oficial por WhatsApp por las partes del proceso.
El juez ha ordenado que comparezcan 11 testigos y que toda la audiencia este martes y el miércoles 1 de diciembre sea por la aplicación Teams (una plataforma de trabajo de Microsoft), en virtud de la forma de operar que el Poder Judicial ha adoptado en la pandemia en San Pablo.
Todos estarán en forma remota; en el juzgado, apenas el magistrado y sus secretarios.
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Pero como marca indeleble del garantismo que perfila a Mazloum se encuentra haber sido una solitaria voz crítica -luego acompañada- contra el estrellato de los fiscales y el juez Moro en la Operación Lava Jato, la megacausa anticorrupción que investigó desvíos de la empresa estatal Petrobras.
Mazloum trabajó un tiempo como asesor penal del juez del supremo tribunal Gilmar Mendes, uno de los que anuló la operación Lava Jato este año y liberó de culpa y cargo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva de las causas de corrupción al considerar que hubo lawfare y persecución política por parte de Moro y los fiscales.
A tal punto que un brazo de la Operación Lava Jato pasó en 2019 por su juzgado paulista.
En base a delatores que buscaban bajar sus penas, el expresidente Lula y su hermano Frei Chico -el que introdujo al exmandatario en el mundo sindical en los años sesenta- habían sido acusados de recibir durante 10 años coimas de la constructora Odebrecht.
Mazloum dijo que la acusación de los fiscales de Lava Jato no tenía pruebas y anuló el caso, decisión ratificada por la cámara de apelaciones paulista. Fue uno de los pocos jueces que se animó a enfrentar a los argumentos de Lava Jato.
"Lava Jato tuvo sus méritos pero trajo más maleficios que beneficios. No es necesario destruir una casa para arreglar una teja y Lava Jato hizo exactamente eso. Cometió muchas ilegalidades. El efecto Moro es un pésimo ejemplo para la magistratura. La Lava Jato fue mala para el país y para el estado Democrático de Derecho", dijo en 2019 al sitio especializado en derecho Conjur.
En 2019 Moro era ministro de Justicia del presidente Jair Bolsonaro, a quien había beneficiado enviando a prisión en 2018 a Lula, que era el favorito a ganar las elecciones de ese año.
Ahora Moro es precandidato presidencial por el partido derechista Podemos, que busca reunir a los descontentos de la extrema derecha bolsonarista y podrá enfrentar a Bolsonaro y a Lula en octubre del próximo año.
Lejos de las cuestiones de Lava Jato, el caso Darthés también será una de las innovaciones del sistema penal de Brasil, con un acusado brasileño, un hecho ocurrido en Nicaragua en 2009 y una víctima argentina.
Con información de Télam