Alicia Raquel Hartridge, esposa del dictador y genocida Jorge Rafael Videla, murió a sus 94 años. La mujer estuvo casada con Videla durante 65 años y tuvieron siete hijos juntos. Fue una fiel compañera y defensora del militar durante los juicios por los crímenes de lesa humanidad que cometió durante el Golpe de Estado que duró desde el 1976 al 1983.
La noticia del fallecimiento se conoció gracias a los avisos fúnebres que se publican en La Nación, el diario que demostró un constante apoyo la dictadura cívico-militar en su momento.
En el aviso fúnebre no fue precisada la fecha de la muerte de la ex esposa del genocida. "Hartridge de Videla, Alicia q.e.p.d. Ejemplo de esposa y madre Tus hijos, hijos políticos, nietos y bisnietos te despedimos con el cariño que nos diste”, se lee el mensaje dedicado a la mujer fallecida.
Los crímenes de Jorge Rafael Videla
Jorge Rafael Videla fue uno de los protagonistas más sombríos de la dictadura que desapareció a 30.000 personas y que, al día de hoy, siguen siendo buscadas. Junto a otros represores, encabezó el golpe militar del 24 de marzo de 1976 y fue el primero en ocupar la presidencia hasta 1981. En 1985, y tras el histórico Juicio a las Juntas Militares realizado durante el Gobierno de Raúl Alfonsín, lo condenaron a prisión perpetua.
Sin embargo, en 1990, Carlos Saúl Menem indultó -por medio de una serie de decretos- a los genocidas. Videla fue uno de los tantos que gozó de la libertad -al menos- durante ocho años. Luego, el juez federal de San Isidro Roberto Marquevich lo detuvo en 1998 por sustraer menores, delito que había quedado fuera de aquel indulto, por lo que volvió a ser encarcelado.
Durante un tiempo, el represor tuvo arresto domiciliario en su casa de la Avenida Cabildo, barrio porteño de Colegiales, aunque le duró poco: como no respetó el beneficio que le proporcionaron, fue enviado nuevamente a la cárcel. En 2008, Norberto Oyarbide -juez federal que estuvo a cargo en aquel entonces de la causa de robo de bebés- ordenó que Videla dejara de gozar del arresto domiciliario para pasar a la Unidad 34 de Campo de Mayo.
El 5 de julio de 2012, fue condenado por el Tribunal Oral Federal 6: se lo encontró responsable de llevar adelante un plan sistemático de detención y secuestro de menores en centros clandestinos, ser responsable de homicidios calificados, privaciones ilegales de la libertad, torturas, extorsión y robos agravados. Como consecuencia, y teniendo en cuenta que también tenía una causa en Córdoba y otras dos condenas, se le unificó las sentencias anteriores y le dieron 50 años de reclusión perpetua.
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La muerte de Videla
En plena segunda semana de mayo de 2013, el hogar de Videla era en una de las celdas de la cárcel de Marcos Paz. Allí, y de acuerdo a lo que indicó Juan Pablo Salas -juez federal de Morón que investigó su muerte- y pese a que tenía 87 años, el dictador caminaba con normalidad, pero era trasladado a las audiencias de juicio oral -dos veces por semana- mediante una silla de ruedas.
La noche del 16 de mayo, el dictador decidió no cenar. Se sentía mal. Al día siguiente, el viernes 17 de mayo de 2013, se fue de su celda para asistir al baño a las 8 horas. Las cámaras de seguridad del penal de Marcos Paz reflejaron el hecho. Minutos después, y al advertir que no había salido del sanitario, un guardia lo encontró muerto en el inodoro.
Días más tarde, la autopsia arrojó que el represor "murió por pequeñas fracturas internas que derivaron en hemorragias, una embolia pulmonar y luego un paro cardíaco".