Guilmar protagonizó una de las imágenes televisivas que más recorrió las redes sociales durante la pasada semana, en medio de la protesta de movimientos sociales contra el gobierno de Javier Milei y sus medidas. El video viral llegó hasta los dueños del salón de fiestas donde trabajaba de manera informal y sus jefes, votantes del actual presidente, decidieron echarla por defender los derechos de los trabajadores. "Trabajar, me cambia todo", aseguró a El Destape
Miércoles 20 de diciembre. El hall de la estación Constitución tiene un ritmo frenético y no es por la hora pico, son los móviles televisivos que se mueven de un lado a otro buscando testimonios mientras la primera protesta contra Javier Milei se desarrolla en el centro porteño. De pronto, todas las cámaras se giran hacia el mismo lugar: hay dos mujeres discutiendo, una a favor y otra en contra; la disposición y los gestos parecen sacada de una batalla de freestyle, en las que los raperos se enfrentan improvisando rimas y técnicas. Una de ellas es Guilmar, la chica del flequillo, con su frase "los derechos no se ganaron por Instagram".
"Me quedé mirando porque en un momento había un chico que se puso a discutir con un periodista de La Nación. Y por allá veo dos chicas discutiendo. Una es la enfermera esta que se cruzó conmigo, que le decía 'negra de mierda, andá a laburar' a la otra chica y entonces la crucé yo. En sí no era una pelea contra ella, era explicándole el porqué de los cortes. Si ella estaba cansada de eso, bueno, no era algo personal. Y cuando terminó esto, me fui para la psicóloga", relató la animadora infantil a El Destape.
La nueva grieta que día a día con memes y declaraciones Milei se encarga de profundizar entre sus presuntos "argentinos de bien" y una sociedad cada vez más ajustada y con riesgo de perder derechos que "no la ve", fue expuesta en esos pocos minutos de discusión directa a cielo abierto. Sin embargo, quedó abierta por completo pocas horas más tarde, cuando Guilmar fue despedida de su trabajo informal como animadora en un salón de fiestas de Temperley con apenas un mensaje de WhatsApp y por defender aquellos derechos que en la informalidad no tiene.
"En el viaje de vuelta me llega un mensaje de mi jefe, a lo que yo le respondo que no me dejen sin laburo porque lo necesitaba mucho. El mensaje ni siquiera dice que me desvinculaban. Al otro día, cuando hablé con mi jefa, me dice que yo entendí mal, que la verdad es que no tenía que ir más a trabajar", explicó Guilmar. El chat es esquivo e intenta consumar el despido sin nombrarlo de forma clara, pero lo que queda explícito es el motivo político de la decisión, bajo la figura de supuestas quejas de clientes del local. Poco le importó a sus jefes, votantes de Milei, "argentinos de bien", que ella se quedara sin empleo a días de la Navidad y con hijos que cuidar.
"Desde las elecciones ya sabían ellos cuál era mi ideología, sabiendo que ellos votaban a Milei, pero nunca nadie le faltó el respeto a nadie. En este caso, la excusa fue que les empezaron a llegar un montón de mensajes de clientes del salón diciendo que si yo animaba la fiesta, ellos cancelaban el cumpleaños. La verdad que no tengo pruebas de que haya sido así, o de cuántas personas pudieron haber dicho eso, o cuántas personas que no festejaron nunca el cumpleaños con nosotros sabían que yo era la animadora del salón. Me sorprende", apuntó la joven.
La trabajadora cuestionó: "En caso de que me hubiesen querido conservar el trabajo, me hubiesen puesto en la cocina o como coordinadora. Los días que venía a festejar el evento la persona que le dijo que no quería que yo le festeje el evento, yo podía o tomarme el día, o trabajar en la cocina. Se podía conservar el puesto, pero no hubo muchas ganas. Ahora estoy buscando trabajo y estoy viviendo con mi ex, el papá de mis chicos más chiquitos, que es una excelente persona y que me está bancando". En medio de un contexto crítico para los trabajadores, Guilmar se enfrenta a la búsqueda de un nuevo empleo, mientras la libertad para el saqueo avanza con DNU y leyes ómnibus.
La historia de Guilmar con la animación de eventos: "Me faltan los chicos animando mis tardes"
Guilmar abrazó la animación de eventos como un oficio que la reconforta. Como maquilladora artística, comenzó a conocer la tarea de los animadores mientras trabajaba en salones y decidió que era para ella. Y se lanzó: "De un día para otro empecé a mandar mensajes a los salones diciendo que yo era animadora de eventos y, no lo era claramente, pero me empezaron a llamar y nada, se lo creyeron ellos y me lo creí yo también porque de eso se trataba. Me empezó a ir muy bien y quedé en este salón fija". Trabajó en el salón desde su inauguración en septiembre de 2022, animó y condujo eventos y hasta se encargó de entrenar a otra compañera para que la reemplace en sus francos. El día que la echaron, estaba de franco.
Entretener a los chicos, sacarles sonrisas y divertirse con ellos también se convirtieron en un refugio para ella, en un contexto difícil. "Estoy pasando momentos bastante difíciles, con cuestiones emocionales. Y esto fue un montón, porque la verdad es que ir a trabajar a mí me cambiaba todo. No sólo por lo que significa tener trabajo, sino porque yo amo mi trabajo, disfruto mi trabajo y creo que sumo un montón, que cambio cosas en los chicos. Por eso fue un golpe, porque me faltan ahora los chicos animándome las tardes a mí, que era lo que me estaba salvando básicamente", concluyó.