El maestro jardinero que lucha contra los prejuicios y exige más ESI: "La gente no puede creer que haya un varón en un jardín"

En el Día Nacional de los Jardines de Infantes, Marcos Farías le contó a El Destape acerca de su experiencia como maestro jardinero. Por qué cree que hay tan pocos hombres en la profesión, la importancia que la sociedad debería darle a la educación del nivel inicial y a la ESI, y la batalla que hay que dar para hacerle frente a los prejuicios.

28 de mayo, 2022 | 09.00

El 28 de mayo se convirtió en una fecha clave para el nivel inicial. El Día Nacional de los Jardines de Infantes desplazó al 11 de septiembre para darle mayor protagonismo y relevancia al trabajo de la Maestra Jardinera y el Maestro Jardinero. En esta jornada tan importante, y teniendo en cuenta que los primeros años de educación son fundamentales en la vida de las personas, El Destape dialogó con Marcos Farías, un maestro jardinero que decide hacerle frente a los prejuicios y que explica por qué hay que trabajar cada vez más en ESI (Educación Sexual Integral).

Desde hace más de 17 años, Marcos hace lo que lo apasiona. Desde muy chico tenía bien claro qué era lo que iba a seguir. Ver el trabajo que hacía su tía lo inspiró a seguir la profesión: "Yo creo que fui maestro jardinero por ella". De hecho, ni siquiera lo detuvo la idea patriarcal e implícita que la sociedad tiene: que las mujeres son las únicas que pueden ejercer la profesión de nivel inicial. Y reflexionó: "La mujer fue elegida para que sea maestra por vocación, por la religión... porque ganaba poco, porque era por amor... porque era como un regalo (NdeR: que trabaje con niños), porque eran pocas horas...".  Y señala: "En mi vida habré conocido a 11 maestros jardineros. O sea, nada...". ¿Por qué? "No se animan, no hay conocimientos. No se sabe que el varón puede ser maestro jardinero...", indicó.

Pese a que explicó que sus colegas ya no se sorprenden por ver un hombre como maestro jardinero, consideró que la sociedad todavía no lo normaliza: "La gente no puede creer que haya un varón...". Y agregó: "Yo creo que es patriarcal y está instalado. Yo no creo que se reflexione. Ya está metido en la cabeza de la gente, que vos vas a ir a un jardín y vas a ver a una maestra. Ya es así". Incluso, dejó una pregunta picando: "¿Y si aparece una persona trans? ¿Qué va a pasar?".

Marcos vive en la Ciudad de Buenos Aires y trabaja doble turno en dos escuelas del Estado, aunque antes también lo hizo mucho tiempo en el privado: "Yo en la mañana estoy en La Paternal, en la Escuela 9 soy celador. Está la maestra y yo tengo mi función como celador en una sala de 5. Y a la tarde estoy en el Ravioli, en Campichuelo y Rivadavia, donde tengo sala de 3". Además, sabe que el sueldo de los docentes es bajo y lo cuestiona: "Una amiga con la que me quería juntar hace poco, me dijo: 'No puedo el finde porque me tengo que quedar haciendo informes'. Y dije: 'Qué loco, esto lo tenemos normalizado. ¿Por qué?'. Todos saben que ganamos poco...".

Marcos Farías, maestro jardinero, trabajando en la escuela.

Entre las luchas de Marcos Farías, el maestro jardinero que le hace frente a los prejuicios con mucho debate y ganas de involucrarse aún más en ESI, está la profundizar el trabajo de la Ley de Identidad de Género. Hace unos años, la historia de un niñe que tuvo en la escuela lo marcó para siempre... "En un jardín privado, había un nene que quería ser princesa. Se ponía hebillas, vinchas... yo tenía sala de 4. Como soy gay, cuando aparecían casos así, si el caso hacía ruido tenía que caer en mis manos. Y yo soy una persona, no tenía nada que ver... todos me preguntaban qué hacer con este nene. Ahí me empezó a hacer ruido, a informarme...".

"Este nene egresó en sala de 5 y cuando tenía 11 años se suicidó por bullying", manifestó, con mucho dolor. Y advirtió que, aquella situación, sin dudas lo atravesó: "Ahí me marcó todo esto. Fui al velorio, estuve con la familia. Cuando es el aniversario, le escribo a la mamá. Ese nene se quedó en mí".

Por otra parte, Farías señaló por qué considera que la educación de nivel inicial es tan importante para la vida de las personas: "Vos la primaria la podés repetir, la secundaria la podés repetir, pero la el jardín de infantes es algo que no vas a poder repetir en tu vida. Es algo único, súper valioso. Te da autonomía, sociabilización, te abre un montón de puertas. El nivel inicial no lo repetís más, es único".

Marcos Farías, maestro jardinero, trabajando en la escuela con un alumno.

Qué representa el Día Nacional de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera o Maestro Jardinero

- ¿Qué representa para vos el Día Nacional de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera o Maestro Jardinero?

"Yo creo que ahora se le está dando más importancia a este día. Siempre viste como que nosotros entramos día del maestro de jardín de escuela el 11 de septiembre. Nosotros como que no fuimos tan importantes en la historia de la educación del jardín de infantes y creo que hace unos poquitos años empezó a subir esta importancia. Por eso mismo a la sala de cinco se le decía preescolar porque nosotros éramos previo a la primaria. Y no...el jardín de infantes es el jardín de infantes, es otro mundo y otro contenido. Y después viene la primaria y la secundaria y todo lo que quieran, pero la verdad que ahora estoy sorprendido mucho de este día que se está festejando el 28 de mayo, por el Día Nacional de los Jardines de Infantes.

- Es cierto que el 11 de septiembre, Día del Maestro, englobaba a todos los maestros. Está bueno que se haga foco en el Día de los Jardines de Infantes para que se reconozca a las maestras y maestros jardineros, que tienen un rol clave en la educación y primeros años de los niños y niñas.

"Está mucho en la cabeza de las familias que los chicos van a jugar. Y no, el juego es el camino que te lleva a los contenidos y los aprendizajes, pero el juego es todo... yo siempre digo que me da lástima que en la primaria se pierde eso de jugar. Igual que el arte y todas esas cosas, que son súper importantes. Pero yo no creo que los niños van a jugar al jardín. Tenemos un montón de cosas y estímulos que vamos trabajando".

- Los primeros años de los alumnos y alumnas son fundamentales para el desarrollo de cada persona y los maestros jardineros son los que tienen que encontrar esos puentes y esas vías de comunicación para que puedan encontrar su perfil y lo que quieren hacer, lo que más les gusta...

"Supuestamente la personalidad llega hasta los 5 años está recién ahí afianzando".

- ¿Encontrás alguna diferencia entre el colegio privado y el público?

"Lo que siempre respondo es que en el privado y el público soy yo, soy la misma persona con los mismos conocimientos y las mismas ganas. Sí me abrió las puertas un privado con el que aprendí mucho de ESI (Educación Sexual Integral). En este privado en el que trabajé 12 años me sentía libre en ese trabajo, pero sólo en ese privado. No creo que sea en todos los privados.

- ¿Cómo considerás que es tu experiencia personal como maestro jardinero? ¿Cómo cómo lo vivís vos desde que empezaste? ¿Tuviste algún cambio con respecto a cómo arrancaste?

"Mm, obviamente que fui creciendo en conocimientos, en herramientas y en cancha. También hay algo que tiene la gente que cree que somos pacientes y yo no soy paciente para nada. Lo que menos tenga paciencia. Yo siempre respondo que tengo herramientas. Obviamente que soy tolerante, que obviamente quizás hay una amorosidad, pero yo creo que tenemos herramientas y eso es lo importante, darle profesionalismo a la carrera. Siempre fui creciendo en respuestas, en poner límites, en que los niños dejen el pañal. Esos son mis talentos, son las cosas que fui aprendiendo y estudiando. Creo que soy más una referencia sobre ESI, que me parece súper importante".

- Recién decías esto de lo que opina del resto, de los prejuicios de la sociedad, que da por sentado que los maestros jardineros son pacientes por el rol que ocupan.

"La gente no puede creer que haya un varón...".

Dibujo que un alumno le hizo a Marcos Farías, maestro jardinero.

Cómo convive con la idea de ser hombre y trabajar como maestro jardinero

- ¿Notás que hay un prejuicio hacia tu persona por ser uno de los pocos maestros jardineros?

"La gente no se lo espera. Hoy, cuando aparezco en el jardín, no hay tanto ruido. Quizás el ruido viene más de afuera, la gente se sorprende. Con las familias no sentí la diferencia. Quizás, en el profesorado, sentí mucho la diferencia y aproveché el privilegio por esto del varón. Me decían 'qué bueno por esto, por aquello'. Yo estoy rodeado de mujeres, pero en mi carrera no lo sentí. En un par de momentos, con esto de la figura del varón, de la actitud. Eso lo fui corriendo. Con el tema de los abusos también lo noté... yo empecé en un privado en el que ya había un maestro jardinero. Y el camino ya estaba medio allanado... una vez me dijo: 'Nunca sientes a una criatura en las piernas o no les hagas upa. Tomá distancia'. Y yo soy todo lo contrario a eso. Yo soy súper corporal. Soy de agarrar, de abrazar... yo lo fui relajando ese hecho. Muchas veces, cuando conocía a un chico y le contaba que soy maestro jardinero, me decían: 'Uy, me hubiera encantado, pero tengo miedo'. Y yo siempre dije: 'No, no te animaste. Es una carrera hermosa'. Yo soy feliz... a mí siempre me dicen que con esto de ser varón tendría que ser director, pero yo amo estar en la sala. Amo estar en la sala.  Yo quiero estar en la sala y lo disfruto. No podría estar sentado... el tema de esto es que también hay que hacer un montón de cosas administrativas. Los fines de semana hay que informes, que el legajo, que los cuadernos, las notas y planificar...".

- Hay que hacer mucho trabajo extra dentro de casa...

"Yo estoy en una etapa en la que no tengo mucho filtro, pero siempre con respeto. Había una directora en donde estoy... yo fui a reclamar que no estaba teniendo un espacio, tenía un montón de papeles para hacer. Ella me decía: 'En mi época me llevaba las cosas a casa'. Y yo le dije: 'Eso me parece que es trabajo en negro... es la primera vez que lo pienso'. Y me pasó con Lore, una amiga con la que me quería juntar hace poco, que me dijo: 'No puedo el finde porque me tengo que quedar haciendo informes'. Y dije: 'Qué loco, esto lo tenemos normalizado. ¿Por qué?'. Todos saben que ganamos poco...".

- Hay muchos prejuicios hacia los maestros y maestras jardineras. Se dice mucho esto de "trabajan pocas horas y tienen un montón de vacaciones" o se da por sentado que siempre "tienen paciencia". Para el afuera hay una idea, pero por lo que comentás la realidad es otra. ¿Prejuicios por parte de colegas sentiste?

"Cuando empecé fui a una entrevista. Esto fue hace más de 17 años, fue en un jardín privado y la directora me dijo: 'La verdad que la entrevista no está preparada para un varón'. Yo era chico, no sé qué le respondí y me fui. La verdad que a donde voy siento que hago la diferencia, pero no por ser varón sino por mi personalidad"

- Esto fue hace más de 17 años. Si hoy el Marcos de aquella época, que no tenía experiencia, ¿tendrías más posibilidades de entrar que hace 17 años? 

"No, creo que ahora estaría en la misma situación que una mujer. Creo que cuando empecé, hace 17 años, era como que le gustaba a los directivos tener a un varón. Llamaba la atención. En los privados a los que fui me contrataban por ser varón, no porque querían a un docente".

- ¿Habrá sido por una cuestión de la imagen que la sociedad se hace sobre el hombre, que tiene poder, autoridad o algo así?

"Sí, sí... yo creo que este privado quería innovar, jugársela y llamar un poco la atención, experimentar... Pero sí está eso de que soy la figura paterna, la figura masculina... y yo no, yo soy Marcos y no soy la figura masculina de nada".

- ¿Conocés algún otro maestro jardinero?

"En mi vida habré conocido a 11 maestros jardineros. O sea, nada...".

- ¿Y por qué crees que sólo conociste a 11 maestros jardineros?

"Porque no se animan, no hay conocimientos. No se sabe que el varón puede ser maestro jardinero... a partir del año '77 se empezó a implementar esto de los maestros jardineros, pero no hay conocimiento. La gente no sabe que pueden ser maestros jardineros. Y está bueno que aparezcamos".

- Hay una idea patriarcal de que, al ser niños pequeños, la mujer debería estar presente por el vínculo que hay con la maternidad. Y en realidad la figura del hombre también debería estarlo.

"Esto que decís es así por la historia. Por eso yo digo que ser docente no es por vocación. La mujer fue elegida para que sea maestra por vocación, por la religión... porque ganaba poco, porque era por amor... porque era como un regalo, porque eran pocas horas... yo no tengo vocación, yo tengo pasión por mi trabajo. Todo lo que hago, lo hago con pasión. Pero sí es esto que decís. Es un trabajo que estaba creado para la mujer y que estar rodeado de nenes es para la mujer".

- El punto también está en visibilizar que el trabajo de maestro jardinero los hombres también lo pueden hacer. Hay una idea machista de que la mujer es la que tiene que trabajar de maestra jardinera.

"Yo creo que es patriarcal y está instalado. Yo no creo que se reflexione. Ya está metido en la cabeza de la gente, que vos vas a ir a un jardín y vas a ver a una maestra. Ya es así".

- Hace poco Flor de la V hablaba sobre el cupo laboral trans y cuestionaba el hecho de que no se vean personas trans en kioscos y otros trabajos. Por lo tanto, hasta que no se los incluya en esos trabajos, va a ser más difícil erradicar esos prejuicios que tiene la sociedad.

"A mí me pasó que conocí a una chica no binaria o une chique, me relacioné muy poco... pero cuando fui todas mis compañeras estaban criticando desde el desconocimiento, desde la ignorancia. Vos vas al jardín y esperás una mujer. Aparezco yo y bueno, listo... está todo perfecto, un varón. ¿Y si aparece una persona trans? ¿Qué va a pasar?".

- ¿Vos crees que el Estado podría o debería fomentar esto de la inclusión de maestros jardineros en las escuelas para erradicar este tipo de prejuicios?

"Yo trabajé en el Andrés Ferreyra, que es el primer jardín en la Argentina. Así que es súper importante... está al lado del Parque Centenario. En 2018, vinieron del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires a filmarme porque era varón. Lo iban a subir al Ministerio de Educación. Vinieron, estuvieron como dos horas filmándome. Y creo que nunca lo subieron porque quería cuidar las formas. Creo que ellos querían visibilizarme, pero con mucho romanticismo. Y yo soy más real".

Marcos Farías, maestro jardinero, junto a una compañera.

Cómo decidió ser maestro jardinero y qué referentes hombres hay en el área

- En ese momento en el que tenías claro que querías ser maestro jardinero, ¿nadie te lo puso en duda o te cuestionó?

"No, siempre tuve buenos acompañamientos. Yo tenía una tía que era maestra de primaria y la miraba... me gustaba lo que hacía. Yo creo que fui maestro jardinero por ella. Fue como una inspiración".

- Deben haber un montón de casos de jóvenes que les gustarían ser maestros jardineros y, quizás, al no tener esta idea sobre la mesa, no se les ocurre seguir la profesión.

"No hay lecturas, no hay información ni nada escrito. Hay muy poco sobre nuestra historia".

- ¿Tenés maestros jardineros como referentes?

"Tenemos como referente a Esteban Prol, que es famoso por ser actor, pero no tenemos a un referente como maestro jardinero que se haya hecho conocido por eso. Una supervisora que se jubiló me dijo: 'Vos vas a ser el primer supervisor varón'. Como que no tenemos un referente que haya hecho escuela, que cuente un poco de esto, del camino...".

La importancia de la ESI en el jardín de infantes y de las infancias trans

- ¿Vos te proponés dejar una huella desde ese lugar?

"Sí, a veces me hace ruido... cuando veo tantas falencias o cosas por parte de la conducciones que decís: 'Ya me va a tocar a mí hacer el cambio'. Con el tema de ESI me hace ruido porque las conducciones tienen miedo. Me encantaría trabajar en conducción para trabajar más con ESI, que siempre está entrando un rayito de sol. Habría que abrir la ventana y que entre todo. Me gustaría tener un cargo en ESI, que me interesa mucho".

- ¿Qué debería trabajarse en ESI, principalmente?

"Me interesa mucho las infancias trans. Me capacité mucho en ese tema. Siento que hay una gran ausencia con ese tema. No hay cursos para docentes que te hablen de infancias trans. Hablé con docentes y hay total desconocimiento. Me parece un tema tan importante y trascendental, pero siento que estaría bueno eso".

- Hay una película sobre las infancias trans y la identidad. "Yo nena, yo princesa", que está basado en hechos reales. Esa película dio que hablar en su momento, pero pareciera que no se profundizó mucho más. 

"Yo tengo una directora que se jubiló en el Ravioli. Se llama 'Pato', que era increíble. Compró los libros de Gabriela Mansilla, imprimió la Ley de Identidad de Género y la marcamos... a mí me enoja que la conducción esté en una sola persona o en un grupo de personas".

- ¿Hay temor a continuar con el trabajo de las infancias trans o de la Ley de Identidad de Género?

"Yo creo que es desconocimiento, ignorancia y prejuicio. Es un tema, es un tema... estamos hablando de infancias. Yo cuando empecé en 2017, en un jardín privado, había un nene que quería ser princesa. Se ponía hebillas, vinchas... yo tenía sala de 4. Como soy gay, cuando aparecían casos así, si el caso hacía ruido tenía que caer en mis manos. Y yo soy una persona, no tenía nada que ver. Esto fue en el 2017. Todos me preguntaban qué hacer con este nene. Ahí me empezó a hacer ruido, a informarme. No había libros ni nada. Los traía de afuera y eran carísimos. Ahora entraron unos libros buenísimos a las cooperadoras y bibliotecas. Ahí me empezó a importar... este nene egresó en sala de 5 y cuando tenía 11 años se suicidó por bullying y todo esto. Ahí me marcó todo esto. Fui al velorio, estuve con la familia. Cuando es el aniversario, le escribo a la mamá. Ese nene se quedó en mí. Egresó y yo sentí como que lo abracé. Me preguntaba: '¿Cómo está? ¿Estará bien?'. Tengo una alumna trans que me mandó el documento porque acompañé, fui a la escuela a hablar con los docentes y así tengo varios casos de personas... estoy en una etapa en la que ya no peleo y el que me quiere escuchar, bienvenido sea".

La sociedad sigue reclamando por más ESI (Educación Sexual Integral).

- Hay muchas más batallas para dar.

"Está pasando mucho lo de las nuevas infancias, las infancias de pandemia, vemos que hay niños o niñas que necesitan una mano y desde conducción dicen: 'Son chicos, son chicos, hay que esperar'. Y después los ves en la primaria y decís: '¿Por qué no nos escucharon a nosotros que podríamos haber ayudado mucho antes?'".

- ¿Cuáles son las luchas que quedan por dar en el jardín de infantes?

"La libertad me interesa a mí, que se les muestre estas aristas, una diversidad en todo, una diversidad total en los gustos, en el arte, en las personalidades. Siento que hay un caudal en las criaturas que es gigante y me parece que es la libertad... estoy a favor de los límites, de los límites necesarios que organizan y te calman, pero la libertad de aceptar la diversidad, de que elijan. Es algo que siento que es muy importante y a veces no lo veo... me parece trascendental".

- ¿Hay algo que quieras reflexionar sobre el jardín de infantes?

"Me gustaría que la gente se dé cuenta de que el jardín de infantes, el nivel inicial, es tan importante como todo... porque vos la primaria la podés repetir, la secundaria la podés repetir, pero la el jardín de infantes es algo que no vas a poder repetir en tu vida. Es algo único, súper valioso. Te da autonomía, sociabilización, te abre un montón de puertas. El nivel inicial no lo repetís más, es único".

LA FERIA DE EL DESTAPE ►