Los focos de incendios en las islas del Delta del Río Paraná se reavivaron en las últimas horas y la ciudad de Rosario volvió a amanecer cubierta de humo. Esta mañana la población de la región se vio afectada por el fenómeno que dificulta la visibilidad, por lo que autoridades solicitaron extremar las medidas de seguridad y la precaución en la conducción vehicular.
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El humo llegó a la ciudad luego de que se produjeran nuevos incendios en las islas pertenecientes a la provincia de Entre Ríos y en algunos puntos de Santa Fe, detallaron voceros del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Las autoridades nacionales y provinciales vienen adjudicando a quemas intencionales en los campos.
Según se indicó, el humo retornó a Rosario luego de que el viento virara hacia el sur, lo que favoreció la velocidad con la que avanzó la “cortina negra”. El principal foco ígneo en actividad se encuentra a la altura de la localidad santafesina de Pueblo Esther, ubicado en las afueras de Rosario. Allí desde el 2020 se quemaron en total más de 300.000 de hectáreas, de acuerdo a datos del Observatorio.
Los focos se replican, en tanto, a la altura de las localidades de San Lorenzo, San Nicolás y Villa Constitución, por lo que la región se ve colapsada por el humo.
En este sentido, el Gobierno advirtió que las quemas se realizan, entre otras cuestiones, para preparar el terreno para distintas actividades que abarcan negocios inmobiliarios y la producción agrícola y ganadera.
Poca visibilidad y problemas respiratorios
Debido al intenso humo, la visibilidad se encuentra reducida por lo que desde Seguridad Vial piden extremar las medidas de precaución para conducir. Esta mañana, el puente Rosario-Victoria amaneció con una visibilidad prácticamente nula debido a la densidad del humo presente.
En este marco, distintos centros médicos confirmaron que las consultas se multiplican para tratar afecciones respiratorias, ya que si bien la problemática afecta a todos los rosarinos, aquellos que padecen dificultades pulmonares o alergias se llevan la peor parte.