¿Sabes cuáles son las iglesias más antiguas de nuestra América? Se trata de templos, iglesias y catedrales que encierran historia y fe. Monumentos a la adoración religiosa, pero también son la muestra de la evolución de diferentes estilos arquitectónicos.
Siempre monumentales, las iglesias de nuestros países han sido escenario de nuestro devenir histórico y de nuestra dimensión espiritual. Puedes estar seguro de que en sus grandes naves vas a encontrar un refugio y motivos de admiración.
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Es por ello que hemos preparado este artículo en el que te presentamos una mirada sobre las iglesias más longevas de nuestro territorio. En cada caso, te contaremos su año de consagración y lo más relevante de su historia.
Iglesias y religión en latinoamérica
Las iglesias jugaron un papel fundamental en la evangelización de un continente cuyos cultos existentes tenían sus propios templos. En muchos casos, se construyeron sobre las ruinas de pirámides y templos destruidos por los colonizadores.
Sin embargo, a la par de que los nuevos templos servían para visibilizar las figuras centrales del culto cristiano, también se convirtieron en refugio: de la mano de Fray Bartolomé de las Casas, las iglesias dieron cobijo y educación a los indígenas.
Fue Fray Bartolomé de las Casas quien demandó la construcción de las iglesias más antiguas como refugios para la protección de la población indígena.
Las culturas actuales, frutos del mestizaje y del sincretismo, no hubieran sido posibles sin la protección y aceptación que los religiosos representaron.
Las iglesias siempre han supuesto, a pesar de los horrores de la Conquista, espacios de contención y tolerancia hasta nuestros días. De manera que hablar de estos templos es rememorar los centros que fueron creando la identidad comunitaria y religiosa de todo un continente.
Repasemos, entonces, las 10 iglesias más antiguas de América Latina.
Las 10 iglesias más antiguas de Latinoamérica
Todas las iglesias más antiguas de Latinoamérica tienen un origen común: las denuncias de Fray Bartolomé de las Casas y la Orden de los Dominicus. Este grupo de religiosos lanzó una petición para evitar los abusos de la corona española.
La manera en que Fray Bartolomé de las Casas demandó a los reyes católicos promover la evangelización y cesar el maltrato de la población nativa fue con la construcción de templos. En ellos, se daría refugio y evangelización.
Entonces la corona instituyó el Patronato Real sobre la institución religiosa: de esta manera aseguró la construcción de iglesias, catedrales, conventos y hospitales.
Ello explica la profusión de bellas iglesias en nuestra América. Algunas de ellas datan de esa época, y se cuentan entre las más antiguas del mundo.
1. Catedral de Santo Domingo (1541)
Su nombre oficial es Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Nuestra Señora Santa María de la Encarnación o Anunciación. Se encuentra frente al Parque Colón,en la capital dominicana.
Comenzó a construirse en 1512 y fue terminada casi 40 años después. Se le considera oficialmente la más antigua de América. Ordenada por el Papa Julio II, fue diseñada por el arquitecto Alonso de Rodríguez.
En 1541 fue consagrada y cinco años después fue declarada catedral por mandato del rey. A lo largo del tiempo se le hicieron añadidos, como un claustro y celdas. Su torre está sin terminar, porque en la época su altura causó disturbios.
Esta, una de las iglesias más antiguas, se caracteriza por su estilo gótico con bóvedas nervadas y sólidas paredes. La blancura de su cantera alberga un valioso acervo de retablos antiguos.
2. Capilla San José de Tlaltenango (1523)
La parroquia de Nuestra Señora de los Milagros se levanta en la ciudad mexicana de Cuernavaca (Morelos). Se encuentra en el barrio que le da nombre: Tlaltenango.
En realidad se trata de la unión de dos iglesias: un santuario dedicado a la Virgen María y una capilla dedicada a San José. Se le reconoce como una de las iglesias más antiguas de América, fue edificada por los franciscanos en 1523.
Primero se construyó la capilla de San José. En 1720 el lugar fue escenario de una aparición de la Virgen de los Milagros. Entonces se construyó el segundo santuario.
De hecho, la mejor temporada para visitarla es la Feria de Tlaltenango, que celebra esta aparición. La festividad tiene lugar entre el 30 de agosto y el 12 de septiembre.
3. Ermita del Rosario en La Antigua (1523)
Considerada una de las iglesias más antiguas de América, es también la primera ermita del continente. Es un lugar lleno de historia. En ella se puede rastrear el origen mismo de México: su construcción fue ordenada en 1523 por el conquistador Hernán Cortés.
Es una capilla que se erigió en la antigua Villa Rica de la Vera Cruz (ahora estado de Veracruz). Si la visitás, podrás contemplar en su arquitectura un ejemplo del estilo español de la época: una espadaña para tres campanarios.
En su atrio podrás contemplar las estaciones del Vía Crucis realizadas en preciosos mosaicos de Talavera. Su vidriado de intenso color azul lo hacen único en el mundo.
Una de sus curiosidades es la bella pila bautismal. Está elaborada en piedra volcánica por manos indígenas. Es el sitio donde se realizó el primer bautismo de un indígena en América.
4. Iglesia de San Miguel Arcángel (1709)
La parroquia de San Miguel Arcángel se encuentra en la ciudad de San Miguel de Allende (Guanajuato), en México. Es un edificio construído en 1709, si bien su fachada fue añadida entre 1880 y 1890.
Es una de las iglesias más antiguas de América Latina y el edificio más representativo de la ciudad de San Miguel de Allende. Se le considera uno de los ejemplos más puros del gótico medieval europeo en nuestro continente.
Es obra del arquitecto Zeferino Gutiérrez, que entre 1880 y 1890 modificó el estilo exterior de la capilla. Este trabajo incluyó portada, los nichos, la ventana coral, el atrio, y la torre campanario.
Esta capilla es una muestra del papel que ha jugado la iglesia en América Latina. Su templo original fue construido en honor al fundador de la ciudad, el franciscano Fray Juan de San Miguel.
En las afueras de este templo se puede ver una estatua de este clérigo consolando a un indígena de las tribus chichimecas, habitantes originales de la región.
5. Catedral de Cuernavaca (1574)
Considerada una de las catedrales más antiguas de América Latina, fue construída originalmente como convento de la Asunción en manos de monjes franciscanos en 1525. Tras diversas modificaciones y ampliaciones, el cuerpo principal fue terminado en 1574.
Hoy en día, de su primera construcción solo se conservan el casco de la iglesia y las arcadas de la planta baja del convento: obras del arquitecto Francisco Becerra, quien es considerado el mejor constructor del siglo XVI.
En 1713, se construyó la torre que domina su estructura. El reloj que ostenta proviene de la catedral de Segovia y le fue regalado a Hernán Cortés en el siglo XVI. Y en el siglo XVII se le añadieron dos capillas que le dieron su forma actual de crucero.
En 1891, el Papa León XIII la declaró Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
Si la visitás, podrás ver en sus paredes restos de una pintura mural del siglo XVIII que representan la llegada a Japón y el martirio del santo mexicano Felipe de Jesús y sus compañeros.
Una curiosidad es su cruz atrial. Construída antes que la catedral, fue elaborada sobre un “cuaxucalli”: una piedra usada originalmente para los sacrificios humanos.
6. Iglesia San José: Puerto Rico (1532)
Se encuentra en el Viejo San Juan, en la capital de la isla de Puerto Rico. Es una de las iglesias más antiguas de América Latina y, a la vez, uno de los ejemplos más puros que se conservan de la arquitectura gótica española del siglo XVI.
Fue construida entre 1528 y 1735 por la orden dominicana. Sería consagrada en 1532 como iglesia de Santo Tomás de Aquino. En el siglo XVIII pasó a manos de los jesuitas, que le cambiaron el nombre y terminaron la construcción.
En 1887, la iglesia pasa a manos de los misioneros paúles, que le dieron su nombre actual. Cada una de las órdenes religiosas que tomaron en sus manos el templo, realizó cambios y añadidos en el cuerpo.
Es por ello que esta iglesia presenta una gran variedad de estilos. A finales del siglo XIX sufrió daños debido a un severo bombardeo en San Juan durante la Guerra Hispano-Estadounidense (1898).
A ello se suma el extremo clima de la isla que desgastó la estructura. Por ello, la iglesia permaneció cerrada y fue sometida a una remodelación que finalizó en el año 2021.
7. Iglesia San Lucas de Colán (1536)
Su construcción se comenzó en 1536 como extensión del convento de Colán (Perú). Se usó la piedra caliza como basamento, y sus columnas, altares y retablos fueron elaborados por artesanos españoles.
Si la visitás vas a encontrar todos sus ornamentos originales, como la hornacina con una imagen de San Lucas, patrono del lugar. También se conserva su fino piso de madera.
Otras estructuras, sin embargo, se han perdido: sus dos torres de piedra caliza se vinieron abajo hace mucho tiempo. El convento que le dio origen fue destruído por un incendio.
El uso de la madera le concede un aspecto muy singular: todas las columnas que sostienen su nave son de cedro.
8. Catedral de Lima, Perú (1535)
La sede principal de la Iglesia Católica en Perú es una joya de la arquitectura virreinal. Su construcción se inició en 1535 bajo las órdenes de Francisco Pizarro.
Se inauguró en 1540, y el Papa Paulo III la designó como catedral un año después.
Fray Gerónimo de Loayza, primer arzobispo de Lima, extendió el templo principal en 1551. Esa fue la primera de una serie de reformas que no terminaría hasta 1649. De su arquitectura, se destacan sus modernas torres de estilo neoclásico y su altar mayor.
Está conformada por tres naves y catorce capillas laterales. En la nave central, es llamativa la preciosa sillería coral con 53 imágenes de santos y santas, todas ellas talladas en madera.
Si visitás te vas a encontrar, en el centro, con un gran púlpito de estilo neoclásico presidido por una imagen de San Juan Evangelista. Además, podrás contemplar el sepulcro de Francisco Pizarro, ataviado con paneles de mosaicos venecianos.
9. Catedral de Cuzco, Peru (1539)
Su nombre completo es Catedral Basílica de la Virgen de la Asunción, y es una de las iglesias más antiguas de América Latina. Se encuentra frente a la actual Plaza de Armas del Cuzco.
Fue construída sobre los terrenos que ocupaban palacios y edificios del gobierno inca. A lo largo del tiempo ha tenido diferentes usos. La primera fue en 1539 como iglesia del Triunfo. Hoy en día es una de las capillas de la catedral.
En la actualidad, la impresionante catedral de Cuzco sigue en funcionamiento y es una de las iglesias más antiguas del mundo. Es un gran templo de tres naves con dos capillas y una fachada plana.
Se trata de la composición que tiene desde su primera gran reconstrucción, terminada 1664. Es un poderoso ejemplo del gótico, si bien ya posee ricos elementos barrocos en su amalgama de estilos. Su fachada es marcadamente renacentista.
En su interior vas a encontrar algunas de las más destacadas muestras de orfebrería colonial. Además, podrás contemplar sus impresionantes altares de madera tallada.
10. Iglesia de Nuestra Señora de La Altagracia (1503)
Se trata del primer edificio religioso construido en Santo Domingo, en el año 1503. En un principio fue una pequeña capilla de piedra que también fungía como hospital.
Muchas de las iglesias más antiguas de América Latina se encuentran en México, en ciudades como Cuernavaca o Villahermosa, Tabasco.
Hoy en día es un templo en donde podrás ver pinturas y esculturas de la época colonial. Su imagen principal es una de la Virgen de la Altagracia, patrona de Santo Domingo, que procede del siglo XVI.
La mejor fecha para visitarla es durante la celebración de Nuestra Señora de la Altagracia. Es un carnaval que se celebra cada 21 de enero.
Conclusión
Las iglesias más antiguas de América Latina han tenido un papel determinante en la historia de nuestro continente. Fueron las primeras protectoras de la población nativa, y con el paso del tiempo nos heredaron templos y catedrales imponentes.
Te hemos presentado una selección de las iglesias más longevas de nuestros países. Esperamos que las hayas disfrutado con justicia a su arquitectura y a lo que representan.
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