Un duende en Argentina: qué hay detrás de la cuenta que esconde regalos por todo el país

En medio de la crisis económica, la cuenta de un “duende” se hizo viral en las redes sociales por esconder regalos en las grandes ciudades argentinas. En exclusiva, El Destape habló con sus fundadores, que contaron cómo surgió la iniciativa y cómo se financia.

14 de junio, 2024 | 00.05

Una iniciativa viral en redes sociales hizo que miles de personas vuelvan a jugar al tesoro escondido en medio de la crisis económica. Se trata de Duende.ba, una cuenta de Instagram y TikTok que todas las semanas deja sobres verdes con regalos en distintos puntos emblemáticos de la Argentina.

 

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Duende.ba ganó tanta popularidad en las últimas semanas, que cada una de sus publicaciones moviliza en pocos minutos a decenas de personas que intentan quedarse con los premios.

Detrás de esta cuenta, hay un grupo de jóvenes estudiantes que comenzaron a esconder regalos por la Argentina luego de ver que un influencer europeo hacía algo similar en el Viejo Continente. Para diferenciarse y darle una impronta propia al proyecto, le sumaron la idea de que en nuestro país es un duende misterioso el que deja los tesoros.

“Queremos darle esa ilusión a nuestros seguidores de que verdaderamente hay un duende escondiendo tesoros por la ciudad. La idea principal es que esto sea un juego divertido y que la gente se entretenga”, destacó uno de los creadores del proyecto, que no quiere revelar su identidad para no romper con la magia.

Los fundadores de Duende.ba ya escondieron dinero en efectivo, órdenes de compras, vales de cenas gratis y kits de útiles escolares en ciudades como Buenos Aires, Córdoba, La Plata y San Miguel de Tucumán. Cuando esconden un nuevo regalo, suben un video a la redes sociales en el que muestran en qué punto del país ocultaron el tesoro.

“Tratamos de esconder los regalos siempre en lugares emblemáticos de la ciudad. Queremos que la gente salga de su casa a pasear un poco, que de paso se divierta y que, capaz, se gane un premio”, detalló uno de los “duendes” con identidad reservada.

Encontrar el premio: una tarea contrarreloj

Cada vez que la cuenta del Duende avisa que escondió un nuevo regalo, decenas de personas salen corriendo a buscarlo. Y no, no es una metáfora. Hombres y mujeres de distintas edades y profesiones inician una carrera para llegar primeros al lugar donde está el premio.

Daniel, por ejemplo, es un guía de turismo de la Ciudad de Buenos Aires que llegó agitado a Plaza Francia tras enterarse por Instagram que el Duende había dejado un sobre con efectivo en una de las cabinas de teléfono tipo inglesas que hay en el barrio de Recoleta.

Acelerado, intentó abrir una de las cabinas rojas y no pudo. Forcejeó con la puerta de otra: tampoco hubo caso. Cuando se estaba yendo de la plaza con sentimiento de derrota, se dio cuenta de que en la vereda de enfrente, oculta entre dos árboles, había una tercera cabina sin puerta donde nadie había buscado. Cuando llegó al lugar, corriendo, vio el sobre verde: tenía dentro 10 mil pesos en efectivo.

“Vi la publicación hace 7 minutos, me vestí al toque y salí corriendo. Cuando llegué, vi que había como cinco personas más buscándolo, pero en las cabinas equivocadas. El sobre estaba en la única cabina que no tenía puerta así que ¡gané!”, contó feliz el ganador del tesoro. Según contó, piensa gastar el efectivo en “salir a comer o invitar al cine a alguien”.

Otras personas que se acercaron unos minutos después a la plaza, no tuvieron la misma suerte. Gustavo, por ejemplo, un artesano colombiano, lamentó que llegó “demasiado tarde” para quedarse con el regalo: “Si me lo ganaba, le pensaba enviar dinero a mi hijo que está en Colombia y está por cumplir años”.

En un lapso de media hora, también se acercaron a buscar el tesoro dos repartidores de delivery, una estudiante de diseño, tres trabajadores de una empresa de logística, dos hombres de unos 40 años, un vecino de Recoleta, una pareja joven, un chico en bici y otro en moto.

¿Cómo se financia la iniciativa?

Los fundadores de Duende.ba contaron que, en los primeros sobres que regalaron, había plata en efectivo que salió de sus “propios bolsillos”. Ahora, en cambio, se financian con el dinero que le cobran a marcas o negocios “por esconder sus productos”. “Es algo que le sirve a nuestros seguidores porque se ganan premios de esos locales y también le sirve al negocio como publicidad”, detallaron.

Es que en menos de dos meses, la popularidad de la cuenta creció exponencialmente: Duende.ba ya acumula más de 220 mil seguidores en Instagram y 33 mil en TikTok, mientras que tiene miles de interacciones en cada publicación. También tienen miles de seguidores en las cuentas de La Plata (Duende.lp), Tucumán (Duende.tuc) y Córdoba (Duende.cba).

Pero no todas las repercusiones del Duende son buenas: algunos usuarios desconfían de la veracidad del proyecto y otros critican a los creadores por dejar regalos en zonas de alto poder adquisitivo.

La respuesta de los duendes anónimos es que “es muy difícil poder satisfacer a todos”: “Intentamos hacer lo mejor que podemos y que el juego sea lo más divertido posible”. Mientras tanto, proyectan seguir expandiendo la iniciativa y empezar a dejar regalos en ciudades como Mendoza, Bariloche y Mar del Plata.