Cáncer de mama en primera persona: la historia de una mujer que se anticipó al diagnóstico

Así como no hay dos personas iguales, no existen dos casos de cáncer idénticos. Cada mujer transita la enfermedad de una manera particular y afronta tratamientos más o menos invasivos. La historia de una mujer que le puso nombre a la enfermedad y encontró la esperanza.

21 de octubre, 2022 | 00.05

El diagnóstico todavía no estaba confirmado por su médico pero ella ya sentía hace mucho que su cuerpo no respondía cómo antes. "Todos los años me hacía los estudios, pero por la pandemia me demoré un poco. Pasaban las semanas y dentro mío algo me decía que me haga el chequeo. Así que me lo hice y así fue: algo no andaba bien y vino la biopsia. Me enteré del diagnóstico cuando me estaba por ir a dormir y entré a la casilla de mails: sólo leí carcinoma, lo miré a mi marido y le dije: tengo cáncer”. Así arrancó la historia de lucha y superación de Patricia, de 62 años. Se estima que cada año se diagnostican más de 22000 nuevos casos, lo cual representa el 32,1% del total de incidencia de cáncer en Argentina, según datos del Ministerio de Salud. Es la enfermedad oncológica más frecuente en mujeres y el 75% de las pacientes con esta patología no cuentan con ningún antecedente familiar.

Cada mujer transita de manera diferente el cáncer en cada una de sus etapas: desde su detección, el tratamiento y el cambio de vida que eso conlleva. Hay quienes lo viven como una lucha, otras como un sufrimiento y quienes simplemente prefieren no nombrarlo. Existen diferentes tipos de cáncer dependiendo del tipo específico de células afectadas y el aspecto. También existen diferentes estadíos de la enfermedad: si se limita a una zona de la mama o si se diseminó a otras partes del cuerpo, es decir, metástasis.

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Patricia, pasado un tiempo, tuvo el diagnóstico oficial pronunciado por la voz autorizada: debía operarse y hacer un tratamiento de radioterapia para luego tomar medicación por cinco años. "Cuando le entregué al médico los estudios, sin mirarme a los ojos, me dice: 'si, es un cáncer'. En ese momento me impactó, tuve una especie de resistencia y no quise que me atendiera más", explicó la mujer que es madre de tres hijas y abuela de un nieto y una nieta. Ahora, y a partir de su experiencia, remarca lo importante que es ponerle nombre a la enfermedad, sacarle los estigmas que tiene la palabra "cáncer" para poder enfrentarlo pero también comprenderlo.

Después de una mala experiencia con otro médico que, según ella, "solo quería hacer negocio'', volvió con aquel profesional del primer diagnóstico. Él fue quien finalmente la operó. En la actualidad existen diferentes tipos de tratamiento para el cáncer de mama: cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia con hormonas, terapia dirigida e inmunoterapia. Las alternativas sugeridas dependen de cada caso, incluyendo los objetivos y posibles efectos secundarios, para ayudar a tomar la decisión que mejor se ajuste al diagnóstico. En el caso de Patricia, se trató de una cirugía con conservación del seno (llamada también tumorectomía, cuadrantectomía, mastectomía parcial, o mastectomía segmentaria). Es una operación en la que se extirpa solamente la parte del seno que tiene cáncer. Hoy hace 15 meses que entró al quirófano.

Entrar al quirófano: un antes y un después 

La familia de Patricia no había transitado hasta ahora un diagnóstico de cáncer. La incertidumbre, el miedo y eso de "no caer" fue intenso durante las semanas que transcurrieron desde el día en que recibieron el mensaje que confirmaba la noticia hasta que entró al quirófano. "Acompañamos a mi mamá a la clínica donde la iban a operar, la verdad que hasta ese momento no entendía nada. No sabía exactamente qué estaba pasando, cuán grave era todo. ¿Cómo iba a salir mamá de la operación? Que va a pasar a partir de ahora", dice una de sus hijas. La joven no recuerda exactamente cuánto duró la operación, pero pasó muy rápido.

"Nos avisan a mi papá y a mi que mi mamá había salido del quirófano y ya estaba bien. 'Salió todo bien', le dijo el médico a mi papá. A mamá le habían sacado el tumor y unos ganglios por precaución", detalló. Pero el momento dónde parece que todo se derrumbó y se reconstruyó en un solo abrir y cerrar de ojos fue cuando la vieron recostada en esa camilla de la clínica. Tenía otra mirada, había renacido. "Yo solo me acuerdo que entre al quirófano, el médico me preguntó si estaba tranquila y yo hasta último momento le pedí a Dios y después se me cerraron los ojos. Cuando los abro ya había pasado todo, sentía que algo malo me habían sacado del cuerpo", expresó Patricia en ese momento.

El 75% de las mujeres que le diagnostican cáncer de mama no tiene ningún antecedente familiar y solo el 1% de los cánceres mamarios se presentan en hombres, detallaron desde el Ministerio de Salud nacional. Asimismo, enfatizaron que cuando es detectado a tiempo, tiene más del 90% de posibilidades de ser curado. "Fue muy importante la detección precoz de mi cáncer de mama. Hoy continúo con el tratamiento después de haber atravesado los rayos. A veces sentía que no me daba más el cuerpo, estaba cansada, angustiada", admitió Patricia. Los tratamientos contra el cáncer de mama tienen múltiples efectos secundarios: fatiga, náuseas, falta de apetito, estreñimiento, entre otros. 

"La angustia y el cansancio fueron muy constantes durante ese proceso. Yo creo que me di cuenta qué me había pasado cuando empecé a hacer los rayos. Ya estaba tomando Anastrozol (medicamento para tratar el cáncer de mama después de cirugía) y estaba haciendo ese tratamiento", admitió. El proceso de radioterapia fue de 25 sesiones que debía hacerse todos los días por la mañana, eran solo unos minutos y localizado en la zona a tratar. 

Las marcas de la enfermedad no tardaron en llegar. En la sesión número 23 empezó a notar las quemaduras en la piel. "Ya había pasado la operación de cáncer y esto parecía una pavada pero fue lo que me afectó y me hizo un clic. Eran las marcas de la enfermedad en mi cuerpo", expresó.

Factores de riesgo y la importancia de la detección precoz 

Aunque se desconocen las causas del cáncer de mama, se reconoce que algunos factores aumentan el riesgo de enfermar, entre ellos: ser mayor de 50 años, antecedentes personales de cáncer de mama o de enfermedad pre-neoplásica de mama, antecedentes familiares de cáncer de mama, tratamiento previo con radioterapia dirigida al tórax, terapia de reemplazo hormonal, primera menstruación a edad temprana. También edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos, el sobrepeso, el sedentarismo, y consumo excesivo de alcohol, son factores que se pueden evitar para disminuir el riesgo de tener cáncer de mama. El cáncer de mama hereditario representa sólo alrededor del 5-10% de todos los casos de este tipo de cáncer.

Sé que cada caso es personal, pero para mí el cáncer no significa muerte significa tener las posibilidades de vivir, saber que tenemos posibilidades de vivir, cómo un recordatorio que vivimos y seguimos viviendo

Según Patricia, su caso tuvo que ver con la edad, cuestiones hormonales y post menopausia. "Tuve días de angustia pero nunca me dije 'por qué a mí', 'qué hice mal'. Siempre me controlé por eso le digo a las mujeres que se controlen, que no tengamos miedo, yo siempre fui muy estricta con eso y por eso lo detectaron rápido. En mi caso era un carcinoma no palpable por eso fue fundamental ampliar los estudios. 

"Yo creo que el cáncer es una enfermedad más y es muy estigmatizado, la gente no quiere hablar y no quiere saber. No todos el mundo está preparado para hablar con una persona con cáncer. Sé que cada caso es personal, pero para mí el cáncer no significa muerte significa tener las posibilidades de vivir, saber que tenemos posibilidades de vivir, cómo un recordatorio que vivimos y seguimos viviendo. El cáncer me enseñó que se puede luchar y tener esperanza", completó.