Trabajó 20 años como escritor fantasma y cuenta los secretos mejor guardados del oficio: "Qué importan los créditos"

¿Cómo es la vida de un ghostwriter? ¿Cuánto ganan por escribir un libro? El escritor fantasma y periodista Rodolfo Compte cuenta los detalles de un oficio que, por contrato, siempre se mantiene en secreto.

13 de junio, 2023 | 00.05

Rodolfo “Casper” Compte se dedica a un oficio tan rentable como confidencial: la escritura fantasma. Desde hace 20 años propone y redacta libros que luego se publican con el nombre de otros autores. A lo largo de su carrera lo contrataron desde empresarios millonarios hasta figuras del espectáculo que querían ganar prestigio pero no contaban con el tiempo o la capacidad suficiente para escribir textos extensos e interesantes.

"Por lo general, quienes nos contratan buscan alcanzar el reconocimiento social, porque un libro te modifica la vida, te permite tener más visibilidad, dar conferencias y ser una autoridad en tu campo. Si vos decís que escribiste un libro, la gente te observa de otra manera", considera Rodolfo en diálogo con El Destape.

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A diferencia del resto de los escritores, los fantasmas no pueden revelar en qué libros trabajaron ni quiénes los contrataron. Su trabajo es secreto.

La mayor parte de su vida, Rodolfo trabajó como periodista para Estados Unidos, pero en 2002 una propuesta laboral cambió en parte su rumbo profesional. Un policía que había quedado involucrado en un escándalo mediático quería tener su propia autobiografía y le pidió al escritor que se encargara de elaborarla. Finalmente, el libro no se publicó, pero a Rodolfo no le importó porque ya le habían pagado "como los dioses" por su trabajo. "Ahí descubrí la ventaja de ser fantasma", recuerda.

Después de esa primera experiencia como ghostwriter, “Casper” se convirtió en el autor oculto de más de 20 libros. Para él, tener una tarea invisible no es un problema: "Gracias a mi trabajo yo me compré un auto nuevo que es extraordinario. ¡Qué me importa figurar en los créditos!", sostiene entre risas.

Es que los ghostwriters que trabajan de manera independiente pueden llegar a ganar cifras altísimas por cada texto que escriben. Según destaca Rodolfo, en Argentina hay fantasmas que firman contratos de hasta “4900 euros por libro”. "Es impresionante lo que te pueden pagar. Si pensás que no invertís nada más que tu tiempo, es negocio”.

Además, Rodolfo ya tuvo la oportunidad de “hacer presentaciones y viajar por todos lados” con un libro en el que sí figura como autor. Se trata de la “Crónica de los jóvenes que rescataron la memoria”, que escribió sobre el atentado a la AMIA.

¿Cómo consigue clientes un ghostwriter?

Los clientes de un escritor fantasma pueden ser desde empresarios y políticos hasta periodistas y celebridades que buscan aumentar su popularidad.

En una ocasión, por ejemplo, se contactó con Rodolfo un hombre que tenía como principal objetivo "conquistar mujeres". "Él pensó que era una relación directa: tener un libro, exponer y conseguir una novia", recuerda el autor entre risas.

“Casper” no sólo promociona sus servicios en conferencias y redes sociales, sino que también usa una técnica mucho más directa: piensa en posibles clientes, los llama y les propone escribirles un libro. 

"Por ejemplo, hace como una semana me enteré que había un chico de Gran Hermano que era famoso y tenía muchos seguidores, así que lo llamé para hacerle una propuesta. No aceptó, pero no importa. Es ir a pescar", detalla el escritor.

Su esposa y su suegro cumplen un rol clave en esta búsqueda, porque ambos miran televisión y le avisan cuando ven alguna figura que podría querer escribir un libro.

¿Cómo es el contrato de un escritor fantasma?

“Casper” explica que antes de empezar un trabajo como ghostwriter es necesario firmar un "contrato de confidencialidad en el que se establecen las pautas de trabajo". Ahí se fija “la forma de pago, el monto, la extensión del texto” y la imposibilidad de que el fantasma se reconozca como autor. De todas formas, hay casos en los que el ghostwriter puede figurar en la portada del libro como coautor.

“En este trabajo también podés ser colaborativo con otros fantasmas o subcontratar fantasmas. El año pasado, para una autobiografía que me pidieron, subcontraté a dos periodistas. Ellos hacían entrevistas, me mandaban los audios y yo los desgrababa. No es nada extraño esto”, explica Rodolfo.

Una asociación de ghostwriters con discapacidad

“Yo ahora me estoy retirando”, afirma “Casper”, quien actualmente tiene una discapacidad auditiva y usa audífonos. Pero antes de su retiro se propuso impulsar una Asociación de Escritores Fantasmas con Discapacidad que brinde servicios de escritura de libros, guiones y obras de teatro, entre otros géneros y formatos.

“En la asociación hay colegas de Argentina, México y Venezuela. Todos tenemos Certificado Único de Discapacidad (CUD) por diferentes problemáticas y estamos altamente capacitados para escribir”, resalta el ghostwriter. La organización se formó en mayo de 2023 y une a diferentes profesionales bajo un lema clave: “Que la discapacidad no nos limite”.