Con los gobiernos que veneran al “dios mercado” se genera el terreno propicio para una religiosidad que tira puentes entre las “fuerzas del cielo” y los poderosos del más acá. En Argentina, tanto en la avanzada neoliberal de la última dictadura como durante la del menemismo, hubo dos fuertes intentos de echar raíces en el país de la Secta Moon, un grupo que rinde culto a los ricos.
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La entidad, surgida en Corea del Sur en 1954, se inscribió en el Registro Nacional de Cultos dependiente de la Cancillería argentina en 1981 con el número 1184. Ese mismo año en el Hotel Libertador realizó un seminario en Buenos Aires que contó con la participación del general Ramón Díaz Bessone, entre otros militares con altos cargos, y de los ex presidentes de facto Juan Carlos Onganía y Roberto Levingston. Además, estuvieron presentes el arzobispo de La Plata monseñor Antonio Plaza y el decano de la Universidad Católica de la capital bonaerense, Nicolás Argentato.
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“Su marcado anticomunismo fue lo que le permitió tejer relaciones en el país durante la dictadura”, explica a El Destape el periodista Alfredo Silletta, quien tempranamente, en 1985, publicó el libro “La Secta Moon, cómo destruir la democracia”.
En el seminario de 1981 monseñor Plaza fue terminante. “El marxismo ha constituido y constituye una especie de violencia social en una escala nunca vista. El reverendo Moon en lugar de detenerse en su propia amarga experiencia de sufrimiento espiritual y físico en un campo de concentración norcoreano, eligió desafiar la causa de semejante violencia en la teoría obsoleta del marxismo”.
Cómo surgió la secta Moon y cómo se arraigó en Argentina
Silletta sitúa el contexto del surgimiento de la secta y su ubicación política “en la guerra de Corea, que cristalizó la partición del país entre el sur y el norte y en el contexto de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética”.
Una vez finalizado el enfrentamiento bélico en su país, Sun Myung Moon puso en pie en el sur capitalista en 1954 la Asociación Espiritual para la Unificación del Cristianismo Mundial. Ya en 1935 afirmaba que se le había aparecido Jesús para que siguiera su obra. En la doctrina de Moon se establece que “Jesús fracasó por vincularse a los pobres, en vez de a los ricos”.
En 1960, ya convertido en Padre Moon, ofició su cuarto casamiento, en este caso con una discípula menor de edad de 17 años, Han Hak Jan. Para la secta, fue la primera pareja en recibir la bendición total de Dios por lo que podía tener hijos libres del pecado original. Tuvieron 13. A partir de allí las parejas bendecidas por Moon son consideradas salvas. Con el tiempo, se hicieron famosas las bodas masivas practicadas por la secta.
A la par de su predicamento mesiánico Moon montó empresas de todo tipo, lo que incluye componentes de automóviles, maquinaria industrial y fabricación de armas. Su ambición por llevar a todo el mundo su fe, en conjunto con su militancia anticomunista y su avidez empresaria, lo llevó a destinar misiones por distintos puntos del mundo. En 1971 Moon dio el paso de establecerse en persona en el país con el que se identificaba: Estados Unidos. Allí agregó un nuevo vector a su actividad: los medios de comunicación.
De hecho, la profundización de la relación de la secta Moon con la dictadura argentina se forjó en Estados Unidos. En 1979 el gobierno de Videla mandó al país del norte a Antonio Rodríguez Carmona, que estaba en Télam, para trabajar en defensa de la imagen de un régimen que en el mundo empezaba a ser cuestionado por la violación a los derechos humanos. El coronel Bo Hi Pak le abrió las puertas a Rodríguez Carmona para que escribiera a favor de la dictadura en News World, que incluía un suplemento en castellano.
En 1980 Rodríguez Carmona y el coronel Pak viajaron a Buenos Aires donde se entrevistaron, con lo más granado de la dictadura, entre ellos con los almirantes Emilio Massera y Armando Lambruschini. Ese mismo año la secta puso en la calle Noticias del Mundo, desde Nueva York, en castellano, con Rodríguez Carmona como editor. Videla en persona mandó un telegrama de saludo al nuevo emprendimiento.
Moon, el menemismo y un ninguneo que no toleró
Con la caída de la dictadura, la secta Moon empezó a encontrar dificultades en el país. A fines de 1984, el por entonces joven cronista Alfredo Silletta se infiltra en el grupo y escribe un artículo que es tapa de la revista dominical del diario Clarín. “Por primera vez un periodista logra penetrar en los secretos del enigmático grupo religioso”, destacaba el medio en la tapa de la publicación. En la foto se ve a Silletta a caballo en una granja en Brandsen entre banderas argentinas y de la secta Moon“.
La repercusión fue tal que comenzó un trajín que incluyó investigaciones parlamentarias y la denuncia de Antonio Tróccoli, ministro del Interior del gobierno de Raúl Alfonsín, que vinculaba a la Secta Moon con la Doctrina de Seguridad Nacional.
“Me hicieron juicio, sacaron solicitadas en todos los diarios. Pero no lograron su objetivo”, aclara Silletta, quien también agrega que “en ese 1984 en Estados Unidos Moon estuvo preso por evasión impositiva. Si bien en Norteamérica le habían dado aire a este tipo de grupos anticomunistas, les empezaba a preocupar el lavado de cabeza a sus propios hijos, a los jóvenes yanquis y le pararon un poco la mano”.
La década siguiente Moon y el poder político estadounidense estaban nuevamente en la misma sintonía. El ex presidente George Bush padre visitó Argentina para el lanzamiento del semanario de la secta Tiempos del Mundo, en 1996, que nunca lograron imponer.
En 1995 Silletta informó que Carlos Menem había recibido en la Quinta de Olivos al reverendo Moon. El vocero presidencial Ramón Hernández y los oficialistas Gerardo Sofovich y Luis Beldi criticaron al periodista. La confirmación de la noticia llegó vía el propio Moon que quería fortalecer la relación con el gobierno argentino pero que no pudo tolerar el ninguneo. Al fin y al cabo es alguien venerado como el nuevo mesías. Ese 1995 Silletta decidió dar por terminada sus más de diez años de periodista especializado en sectas y se dedicó al periodismo político. Hoy está al frente del portal INFO 135. Sólo hizo un alto en 2007 en el que publicó un nuevo libro sobre la temática, “Shopping Espiritual, las sectas al desnudo”.
Entre el desprestigio por la relación en los ’80 con la dictadura, más la propia crisis del menemismo en la segunda parte de los ’90, la Secta Moon no logró éxito tampoco en su segunda ofensiva en Argentina.
En 2005 hizo un nuevo intento, esta vez en un evento en el Sheraton en el que Moon condecoró a Juan Carlos Blumberg, por ese entonces emblema de la derecha social. De su viaje por estas tierras, también selló un acuerdo con Mauricio Macri para que por 800 mil dólares Boca fuera a jugar un amistoso a Seúl.
Moon murió en 2012 y en Argentina su secta volvió a ser noticia en 2022, al igual que en el resto del mundo, con el asesinato del ex primer ministro de Japón Shinzo Abe. El acusado vinculaba a Abe a la Secta Moon, a la que su madre había hecho donaciones hasta caer en bancarrota.