Son argentinos y llegaron a la Fórmula 1 con su arte: "Nunca te esperas algo así"

Las historias de dos diseñadores gráficos rosarinos se cruzaron en la competencia de automovilismo más importante del mundo. El diseño de Martina ganó un concurso y quedó estampado en el auto de Verstappen y Checo Pérez. Franco, por su parte, está muy cerca de lograrlo pero ya quedó entre los 15 preseleccionados.

16 de agosto, 2023 | 00.05

El Gran Premio de Miami de Fórmula 1 comienza, y los autos pintan a toda velocidad la gran pista. La carrera se proyecta por las pantallas y los autos lucen sus diseños mientras buscan llegar a la meta. Pareciera que nadie se concentra en ellos, pero hay dos fanáticos en el público que viajaron desde Rosario, Argentina, hasta Miami, solamente para verlos. 

Martina Andriano, de 22 años. logró que su creatividad quedara plasmada en el auto que manejan Max Verstappen y Sergio Pérez después de ganar un multitudinario concurso de una marca muy conocida. Franco Cavallone, de 38 años, también estaba allí ese día y, al conocer su historia, no dudó en mandar su diseño, que hoy está también entre los finalistas del concurso para la gráfica de los autos en el Gran Premio de Austin, que se llevará a cabo entre el 20 y 22 de octubre de 2023.

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Para Martina, todo comenzó en 2021, cuando se descargó un juego de Fórmula 1; aún estudiaba arquitectura, y le empezó a interesar el deporte. Le dio curiosidad saber cómo era todo en la realidad y se enamoró completamente de las carreras cuando vio en la TV el Gran Premio de Brasil.  Acompañó a la escudería durante todo este tiempo desde su casa, y empezó a soñar con trabajar para ellos.

El 3 de febrero de 2023, le llegó su oportunidad. Para entonces, ya se había dado cuenta de que el diseño gráfico era lo suyo. La escudería Red Bull Racing abrió la posibilidad de participar en un concurso para crear el diseño de uno de los autos más rápidos de la temporada y Martina no dejó pasar la oportunidad. 

“Lo primero que pensé fue cómo fluye el aire a través del auto, lo rápido que se vuelve, y cómo se mueve a través de la pista. Después, obviamente, me inspiré en Miami, y ahí elegí los colores y el detalle de las palmeras que está de fondo. Una vez que tuve la idea planteada en la cabeza, lo hice, como mucho, en un día. Fue más que nada hacer retoques, ver cómo quedaba mejor, y una pequeña descripción que me llevó 30 minutos”, comentó la joven rosarina sobre la inspiración que guió su diseño. 

Desde Bariloche, en el casamiento de su hermana, Martina envió el diseño y dejó que el destino hiciera lo suyo. Un mes después, se despertó con un mail que la hizo saltar de la cama. Había sido seleccionada entre los 15 mejores diseños, y debía presentarse en una entrevista virtual. Su mejor amiga, quien luego la acompañaría a Miami, y su mamá fueron las primeras en enterarse. “Yo pensaba que iba a tener que defender el diseño, para poder ganar frente a otras 14 personas, y más o menos me había practicado algunas respuestas, suposiciones que hicimos con mi amiga de cosas que podían llegar a preguntar o de lo que podrían querer. Y al final, llegó el día y me dijeron que no lo necesitaba. Ya había ganado”, contó.

Pasaron semanas de organización para que Martina pudiera ver, por primera vez, una carrera de Fórmula 1 en vivo. El 3 de mayo del 2023 viajó hasta Miami junto a su mejor amiga y participó de eventos exclusivos y entrevistas que le hicieron por ser la ganadora del concurso. Tuvo la presentación de su auto, junto a Max Verstappen y Checo Pérez, donde el corredor holandés le agradeció porque el auto combinaba con su casco, mientras que el corredor mexicano le propuso que participara en el concurso de su carrocería también en un futuro.

“Nunca fui a una carrera, fue muy loco. Con mi mejor amiga, veíamos uno de los giros, donde hicieron algunos adelantamientos. Pero fue muy lindo, venían lento y podía ver mi diseño”, contó Martina. 

El 8 de mayo tuvo su vuelta a casa, donde se encontró con muchísimos mensajes de amigos, conocidos y medios de comunicación. “Realmente era muy raro, porque no sabía cómo organizarme. Por un lado, me estaba abrumando todo. Al día siguiente de la carrera, dejamos el hotel temprano y, con mi amiga, nos fuimos a una playa enfrente. Estuvimos ahí relajadas, procesando todo lo que había pasado. Cuando gané, le decía a todo el mundo: Seguro que hay alguien que hizo algo mejor. No me esperaba para nada de que pudiera llegar a lograrlo, porque se me hacía algo que era lindo y que podía funcionar, pero no sabía si era lo que querían”, comentó.

Con el correr del tiempo, su vida fue volviendo a la normalidad; solo que ahora contaba con una experiencia única que jamás habría creído que llegaría. Su amor por la Fórmula 1 y el diseño gráfico aún continúan, y ella sigue participando de concursos para un día llegar a trabajar para ellos. En esa búsqueda, conoció al segundo fanático que también fue al Gran Premio de Miami, y se contactaron. Esa fue la segunda vez que la vida les cruzó caminos.

Franco va también por su premio

El 5 de mayo del 2023, el día de las prácticas libres, Franco Cavallone, de 38 años, y su novia estaban en Miami para compartir en vivo una pasión que tienen hace años. Era su primera vez en una carrera de Fórmula 1, y él jamás creyó que se encontraría con la noticia de que una chica de 22 años y de su misma ciudad había diseñado el auto de Red Bull. Un amigo de él le contó sobre Martina, y Franco no dudó en agarrar su computadora e investigar a fondo.

“Generalmente me pasa que, antes de viajar, y como estoy muy a pleno con mi trabajo, tengo que dejar todas las cosas listas. No le presté mucha atención a nada de redes y ni me había enterado de que se había abierto una convocatoria. Cuando volví al hotel, ese mismo día, entré a la página de la escudería y vi que estaba abierta la convocatoria para el Grand Prix Austin. Así que ahí ya me descargué la plantilla para poder diseñarlo, y empecé a pensar un poco”, contó Franco.

Disfrutó de la carrera y, cuando volvió a Argentina, creó el diseño que llegaría a finalista y competiría para aparecer en Austin, Texas. “Me inspiré en la pista. Tenía claro de que quería usar la bandera de Estados Unidos, no de una manera literal. Entonces, usé el Circuito de las Américas, donde se corre el Gran Premio de Austin, que tiene un montón de curvas pintadas con estrellas y barras rojas, blancas y azules. Lo que tuve en cuenta fue que el diseño no fuera invasivo. El auto tiene sponsors, y mi idea fue que acompañe las líneas del auto sin pisar cosas muy importantes”, explicó.

La idea la tenía muy clara en la cabeza, pero terminó creando casi 70 archivos diferentes hasta decidirse por el que creía que era el mejor de todos. Logró enviar el diseño unos días antes de que la convocatoria cerrara en junio, y esperó durante un mes hasta que le avisaron la gran noticia. “Fue muy loco porque no te esperas nada. No es que me dijeron que iban a comunicar quiénes eran los finalistas o cuándo. Fue un vaso de agua fría hermoso”, comentó. 

Era sábado cuando Franco se despertó con nuevos mails para revisar. Él nunca revisaba el correo los fin de semana, pero por alguna extraña razón ese día lo hizo y se encontró con la mayor sorpresa de su vida. Red Bull le anunciaba que su diseño había sido seleccionado como finalista, y que ahora la decisión dependía del voto del público. 

Esperó a que subieran en sus redes sociales que la votación estaba abierta y, junto a amigos y familiares, comenzaron a movilizarse para que más personas conocieran del concurso y lo apoyaran. “Mucha buena onda recibí, porque el votar no era para nada fácil. Tenías que hacerte un perfil, verificarlo, pero hubo muchísimo compromiso de todos. En Rosario, se hizo muy viral además de tener una recepción súper buena. Se expandió mucho la voz y llegó a uno de los diarios más importantes de la ciudad. Ahí me empezaron a hacer notas, la sacaron y más gente se fue enterando, entre ellas Martina.”, contó Franco. Él la había comenzado a seguir cuando se enteró de que había sido la ganadora en Miami, y, al llegarle la noticia, la chica de 22 años le escribió para felicitarlo.

“La verdad es que no me lo imaginé, y fue todo muy rápido. Me gusta la Fórmula 1 desde chico, cuando estaba la época de Schumacher. Pero me volví a conectar de grande, con la época de Hamilton. Cuando participé, con la mano en el corazón, no estaba confiado en que lo que había mandado era digno, pero me gustaba y capaz podía llegar a tener una chance. Lo mismo cuando estuve en Miami, el ser parte de algo de Fórmula 1 lo veía como irrealizable. Y me apareció esto. Nunca me lo hubiese imaginado”, dijo.

En estos días, Franco se mantiene calmo a la espera del resultado, mentalizado en que ahora las posibilidades son más grandes. Sigue agradeciéndole a todos los que lo acompañaron y votaron por su diseño. Solo queda esperar a ese día, en el que, inesperadamente, le llegue un mail comunicándole la noticia.