La influencer que gritó “no estamos solos” en redes y habló de bipolaridad: "Hay mucho desconocimiento sobre el tema"

La actriz Julia Saggini tomó el trastorno psicológico que la aquejaba y lo expuso en las redes a través del humor. Desde ese lugar, desmitificó la enfermedad y dio voz a muchos que sufren día a día los prejuicios de una sociedad desinformada sobre salud mental. 

09 de septiembre, 2023 | 00.05

La actriz e influencer Julia Eva Saggini recibió el diagnóstico de bipolaridad en 2020. En medio de ese torbellino interno y externo decidió utilizar las redes para hablar de salud mental. Desde su instagram “lajuliaeva” y su cuenta de Tik Tok “Bye__Polar”, se anima a desarmar miedos y estereotipos en clave de humor e ironía. “La salud mental tiene que ser una cuestión de salud pública”, subraya Saggini en diálogo con El Destape.

Las redes sociales suelen ser el reino de los lugares comunes, de los pensamientos lineales y las reflexiones instantáneas. Nada (o casi nada) parece despabilar esa lógica. Pero cada tanto aparece alguien dispuesto a dar un aire nuevo, aun en temas tan llenos de tabúes como es la salud mental. 

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Era septiembre del 2020 y Julia había dado un paso muy grande en su vida. Luego de un fuerte periodo de depresión, y de un proceso con psicólogo y psiquiatra mediante, recibió el diagnóstico: Bipolaridad. Al menos una de cada tres personas mayores de 20 años sufrieron de algún trastorno psicológico en algún momento de su vida, según estudios de la UBA. Quizás por eso, lo que Julia tenía para decir no pasó desapercibido. 

“Esta patología se caracteriza por pasar de episodios de depresión e hipomanía (que al principio se siente como una sensación de felicidad)”, explica Saggini, al momento que reconoce: “Antes de tener la confirmación pasaba momentos de vergüenza o culpa, por no saber qué pasaba”. Aquellos momentos depresivos que define como “de oscuridad”, a Julia le parecían parte de su personalidad. “Creía que así era la vida”, destaca la actriz rosarina de 32 años.

A pesar de que sus contenidos llegan a los 744.9 K de reproducciones en Tiktok y más de 20 mil reacciones en algunos de sus videos en IG; a lo que se suma la participación en stream, radio y televisión abierta, Julia ríe cuando la definen como“influencer de la salud mental”.

“Es una definición que me da mucha gracia”, confiesa, aunque rememora: “El proceso de creación de contenidos lo empiezo porque no veo representación del lado de los pacientes y sentía que faltaba una oreja que escuche a todos esos que no se animaban a decir que les pasada”. 

Y ese es uno de los principales puntos: ¿Cómo afrontar un tratamiento que tiene que ver con la salud mental en una sociedad tan llena de prejuicios en ese tema? Para ella el diagnóstico preciso lejos de ser un problema fue una “liberación”. “Por primera vez le podía poner un nombre a lo que me pasada”, recuerda con una sonrisa.

“La salud mental tiene que ser una cuestión de salud pública, no puede haber tantos tabúes con algo que repercute en la calidad de vida de muchísima gente”, asegura Julia. En línea con esta definición, un estudio de la Universidad de La Matanza (UNLaM) de diciembre del 2022 sobre un universo de 1852 casos mayores de 16 años el 70% arrojó que la salud mental interfirió en su rutina habitual, pero que solo el 30% hizo consultas al respecto. Teniendo en cuenta esto, ¿por qué si tantas personas ven afectadas su vida por la salud mental, tan pocas son las que se van a tratar?

Al respecto. la actriz explica: “La salud mental tiene un estigma tan grande y de tanto ocultamiento que esperamos verle la cara de la locura de las personas. Ver solo esos episodios maníacos de personas fuera de su eje. Bueno no siempre funciona así, muchas veces no es tangible y por vergüenza o miedo no lo hablamos, eso es lo que yo trato de mostrar”.

En el medio de ese proceso, se desató el aislamiento obligatorio a raíz de la pandemia del Covid-19. Las redes se habían transformado, para la mayoría, en la única forma de socialización. En ese contexto, Saggini descubre un montón de mensajes contradictorios (dentro y fuera del mundo digital), que trata de hacer frente desde sus redes.

Con el humor como el camino más corto para desarmar lugares comunes y su capacidad histriónica, Julia comenzó a hacer videos en los que contaba primeramente lo que le estaba pasando “Nunca doy diagnósticos, ni digo qué hay aunque hacer”, pero muchos se empezaron a ver reflejados y comenzaron a viralizar sus contenidos. 

Y puntualiza: “Creo que las redes tienen una responsabilidad muy grande. Hay tanta gente mostrando una vida feliz, una vida llena de filtros, que eso genera ansiedad (según los estudios consultados tanto en amba (44,4%) como el resto del paìs(16,4%) la mayor cantidad de consultas son por ansiedad). Eso está hecho para generar una necesidad, así funciona. Entonces a mi me pareció que estaba bueno por ahi mostrar un costado más normal, de una persona que vive con un diagnóstico de bipolaridad, que puede estar bien  (pero que también puede estar mal) y  por lo menos mi búsqueda, trata de ser lo más real posible y creo que si vamos a hablar de salud mental, está bueno que así sea”.

Algunos de sus videos más populares tratan con sarcasmo la utilización de parte de la sociedad de las terapias alternativas y la liviandad del uso de la problemática de la salud mental. Tanto los seguidores como los haters, no tardaron en llegar, pero eso a Julia no parece preocuparle “Para mì que ya exista la respuesta es un montón. Sea del lado que sea, porque eso quiere decir que hay algo que está  pasando. O está  incomodando o está siendo bien recibido”. 

Al respecto aclara: “No estoy en contra de las terapias alternativas, para nada. De hecho yo probé de todo. De lo que estoy en desacuerdo es en las terapias mal dadas. De los que quieren dejar de lado la parte clínica de las terapias, de los que le dicen a la gente que “la ley de atracción” que  “las ganas” y la “voluntad de abrir los ojos”, eso me parece muy peligroso; y con eso no tranzo”.

En el país, existe la Ley de Educación Mental 26.657 desde el 2010, sin embargo, el 72.6% de los encuestados por la UNLaM aseguran no conocerla, por eso para Julia es “crucial” dar estas discusiones a pesar de los “haters”  “Entiendo que hablar hoy de salud mental puede generar miedos e incomodidad, pero principalmente genera darnos cuenta que hay mucho desconocimiento. Creo que todos tenemos mucho desconocimiento y la idea es que mis contenidos sean un disparador para hablar de estos temas”, dice .

Además suma: “Creo que es muy necesario hablar de estos temas, sacarlos de ese lugar de que “de eso no se habla”. Hay muchas personas que me escriben que tienen diagnósticos y no le contaron a sus familias porque le dan vergüenza y miedo, eso es lo que buscan mis contenidos”.

Hoy, Julia está en lo que define como “un proceso de estabilidad”, pero que según explica “es un trabajo constante”. Además ante la pregunta de si extraña esos picos de “aparente felicidad”, la artista cuenta que “no es que se extrañen, sino que una se acostumbra, y lo ve como un lugar de confort”.

“Incluso hasta con los periodos de depresión me pasaba. Hay un lugar común que identifica a los artistas con el sufrimiento y yo lo creía, que la medicación me podía quitar la creatividad. La psiquiatra me explicó que eso está en mi personalidad y que lo único que hacía la depresión era taparlo, pero no me ayudaba a que exista”.

Cuando lo que haces representa a otros y la responsabilidad de la palabra

Para la actriz, el valor de sus contenidos radica en “generar un espacio, en el que ya se empiece a hablar de salud mental, para que otras personas se sientan reflejadas y que no se sientan solas”.

Aunque agradece y se sorprende del apoyo que recibe, asegura que la masividad le llegó también como una responsabilidad. Julia trata de elegir bien las palabras que usa y se preocupa en no dar un mensaje ambiguo “Eso fue algo que fui aprendiendo con el tiempo”, reconoce. A pesar de todo nunca pierde su horizonte “Mi objetivo nunca fue otro que ser parte de lo que no está representando. Quiero generar una ayuda, un oído, un abrazo virtual a personas que se sienten bichos raros y que sepan que no están solas”. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay entre 2 y 3% de personas en el mundo que viven con Bipolaridad, en tanto los estudios hechos en el país hablan de un 3,5% de los  diagnosticados  :“Yo tuve mucho apoyo gracias a dios, pero hay gente que eso no le pasa. Hay algunos que lo viven como el fin de mundo. Y no se lo dicen a sus amigos, a sus parientes y se sienten bichos raros. Muchos de ellos me dicen “desde que veo tus videos no me siento tan solo”, y eso es lo más importante. Entender que somos un montón, los que tenemos problemas de salud mental, y si somos un montón no estamos solos ”.