Una vieja casa familiar en el barrio Martín Fierro de Florencio Varela oficia de sede de DiFilm, el archivo audiovisual fundado hace 75 años que es consultado a diario por productoras de cine, canales de televisión, agencias de publicidad, investigadores y simples aficionados de todo el mundo. La vivienda alberga el trabajo del fundador Roberto Di Chiara, el de sus hijos Mariano y Daniel, y el de su nieto, Maximiliano.
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La sede del archivo tiene su historia: en los ’70 Roberto Di Chiara consideró que el material que almacenaba en su Avellaneda natal debía ser puesto a resguardo de los censores de la dictadura. “En ese tiempo este barrio recién se estaba formando así que papá pensó que era un lugar más seguro para preservar su tesoro, por lo que nos mudamos para acá”, explica Mariano a El Destape.
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En estos cincuenta años desde que se instalaron en Varela, el barrio se pobló a la misma velocidad que las tres generaciones Di Chiara acumularon películas y programas de radio y televisión en soporte fílmico de 16 y 35 milímetros, en vhs, betacam, U-Matic, dvd y cuánto formato exista.
El fundador
En el año 2007 Roberto Di Chiara fue declarado ciudadano ilustre de la provincia de Buenos Aires por su trabajo que, en realidad, había comenzado como un pasatiempo en la década del 40 cuando de chico se apasionó por el cine y consiguió que su padre obrero le comprara un primer proyector. Su objetivo era tener en casa y compartir con amigos esas películas que lo trasladaban a un mundo nuevo.
En 1949 decidió que el material que acumulaba era una base para formar un archivo propio, que rápidamente complementó con la práctica del periodismo. Escribió en los diarios Crítica y Clarín y fue redactor del mítico Sucesos Argentinos. Con el nacimiento de la televisión comenzó a trabajar en Canal 13.
“Su pasión por el archivo y el ejercicio del periodismo se retroalimentaban. Papá se dio cuenta que las distribuidoras tiraban las películas y no se podía permitir que no quedara registro. Lo mismo cuando vio que en la televisión no había comprensión de la necesidad de montar archivos”, destaca Mariano Di Chiara. Así fue que Roberto empezó a comprar lotes enteros de películas que tenían destino de descarte y a guardar las filmaciones que hacía para el canal.
Entre la obsesión por guardar todo registro audiovisual y el criterio periodístico, fue tras algunas perlitas. “Del golpe del 55 contra Perón mi abuelo consiguió dos materiales únicos. Por un lado, una filmación del bombardeo a Plaza de Mayo realizada por franceses que estaban documentando la Argentina peronista y justo registraron el momento”, explica Maximiliano. Por el otro, la película El Mito, un documento mandado a hacer por los militares contra las figuras de Perón y Evita. “La más cruel dictadura de los tiempos modernos”, dice el locutor en relación al gobierno justicialista. “De la noche a la mañana, la insignificante actriz postergada se transformó en la mujer más poderosa del mundo actual. Sus caprichos eran órdenes”, es la diatriba contra Evita. “Algunos rollos de El Mito mi abuelo los consiguió en Montevideo y los que le faltaban en Junín”, se enorgullece.
La película se difundió públicamente por primera vez en abril de 2007 por Canal 9 y registró 11 puntos de rating, muy alto para los estándares del canal.
“Cuando se decía que la primera película sonora argentina era ¡Tango! de 1933, mi papá encontró un documental de 1931 de Federico Valle. Era Por una Argentina Grande, Civilizada y Justa sobre la campaña electoral de Lisandro De La Torre y Nicolás Repetto en las elecciones de la década infame en donde los demócratas progresistas y los socialistas participaron juntos”, puntualiza Mariano.
Difilms: de Florencio Varela a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos
El trabajo de Roberto Di Chiara llamó la atención de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos cuando se conoció que DiFilms cuenta con una copia de Tanks, una película que el gobierno norteamericano le encargó a Orson Wells para arengar a los soldados que pelearon en la segunda guerra mundial. “De Estados Unidos le quisieron comprar el archivo en una suma millonaria, pero papá se negó a vender”, explica Mariano.
La fama del archivo de Di Chiara hizo que en los ’90 se intensificaran los pedidos de material por parte de productoras y canales extranjeros, en particular, para la realización de documentales. Ante esa nueva realidad, Roberto y sus hijos Daniel y Mariano decidieron darle forma de empresa al archivo y bautizarlo como DiFilm.
Al mismo tiempo, Roberto trabajaba en Canal 13 ya privatizado y en las señales de cable que el grupo Clarín montaba por entonces: TN, Volver y TyC Sports. Al canal deportivo entraron a trabajar sus hijos. En el programa La Rosca de TN conducido por Antonio Fernández Llorente y Juan Michelli, Roberto participaba del segmento Las Perlas del Emperador en el que mostraba documentos de su archivo. La repercusión lo llevó a ser invitado al programa de Susana Giménez.
Previamente, Di Chiara alimentó con su banco de imágenes a Cambalache Siglo XX, el programa que conducían en Telefé Teté Coustarot y Fernando Bravo.
“Con la democracia, mi abuelo pudo trabajar mucho ya que además de ser buen periodista aportaba su archivo. Muy distinto a lo que pasó en la dictadura donde no vio condiciones para seguir en los medios y se dedicó a manejar un buffet en el colegio de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Quilmes. Se hizo famoso por los calentitos de jamón y queso que hacía. Claro que no podía con su genio y proyectaba películas en la escuela”, contrasta Maximiliano.
Mariano agrega que con la caída de la dictadura “puso en pie un proyecto propio acá en la zona al lanzar el canal Varela Visión, que fue el primero en transmitir las 24 horas y con un noticiero que combinaba las noticias nacionales con las locales”.
El sueño del Museo Roberto Di Chiara
La casa familiar en que funciona DiFilm está abarrotada. En sus últimos años de vida, Roberto, quien murió en 2008, ambicionaba con abrir un museo de su archivo, que incluye todo tipo de material relacionado con lo audiovisual, incluidos posters de películas de todos los tiempos, archivos de diarios y fotos, entre otras cosas.
Cada vez que los Di Chiara hicieron muestras con su archivo fue un éxito. De la mano de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Roberto junto a Gabriel Mariotto, había hecho una muestra de cine argentino que lo llevó a visitar España, Francia, Portugal y varios países de Latinoamérica.
Antes de la pandemia, la Municipalidad de Florencio Varela hizo una muestra con material del archivo pensada originalmente para dos semanas, pero que se tuvo que extender por dos meses. “Mostrábamos imágenes de Varela en la década del 20 con gente con galera y traje. De colectivos viejos de la línea local 500. De partidos de Defensa y Justicia cuando estaba en la D. La gente se entusiasmaba mucho”, relata Maximiliano.
Esas experiencias de exhibiciones exitosas y sus ganas de jerarquizar el archivo con el que cuentan reactivaron en Mariano, Daniel y Maximiliano Di Chiara el deseo de Roberto de montar el museo. Es una tarea que quieren realizar en conjunto con la Municipalidad de Florencio Varela. En tiempos en que desde el gobierno nacional se ataca a la cultura, desde DiFilm buscan un lugar con el suficiente espacio para poner en pie el Museo Roberto Di Chiara.