Martina Díaz, como muchas otras personas, se hizo un tratamiento de depilación definitiva. La diferencia es que ella empezó a los 11 porque desde los 8 años la atormentaban con comentarios acerca de su vello facial. En el colegio le decían “hombre lobo” y más de dos décadas después en las redes sociales recibe los mismos comentarios porque decidió dejar de depilarse.
Empezó por las cejas en 2020. Dejó de depilarlas con pinza todos los días porque ya no tenía tantos eventos sociales, pero pronto se dio cuenta de que de alguna forma la rutina diaria de depilación facial estaba relacionada al resto del cuerpo. La conclusión fue que “la depilación no tiene ningún sentido” y decidió mostrar en redes sociales sus piernas con un poco de pelos. Hoy, ya con 27 años, sus videos se viralizan con múltiples comentarios que juzgan su decisión.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
MÁS INFO
Todavía recuerda cómo fueron esos primeros días luego de decidir no depilarse: “La primera vez que te juntás con tus amigos es un momento desafiante, mi consejo principal es siempre trabajar la autoestima y la confianza porque cuando uno está bien plantado los comentarios de afuera te importan bastante menos”, reflexiona Martina, sobre el día a día.
El crecimiento de vellos en el cuerpo
En las publicaciones de TikTok recibe una catarata de comentarios que le dicen “qué fea”, “qué asco” o le diagnostican desequilibrios hormonales que no tiene. La mayoría de las veces esas palabras no le afectan, pero en la crudeza y repetición de esos prejuicios llegó a hacerse múltiples chequeos en endocrinología para estar segura: Martina no tiene ninguna enfermedad, solo decidió no depilarse y mostrarlo.
Vanina Lerena, especialista en Clínica Médica y Endocrinología (M.N.164521 y M.P.11183), explica a El Destape que, ante un aumento de vello corporal, lo más importante antes de hacer un diagnóstico es distinguir si el crecimiento es desmedido y si es en áreas de distribución típica masculina como la barbilla y el pecho (hirsutismo); o si, por el contrario, se trata de una hipertricosis, que es el aumento de vello en áreas típicas femeninas.
MÁS INFO
Quienes tengan dudas acerca de si sufren una enfermedad se pueden hacer un análisis de niveles de andrógenos o una alteración de las glándulas que lo generan. En el caso de personas de sexo femenino esto puede ser un síndrome de ovario poliquístico: “Sin embargo, es un diagnóstico al que se llega al descartar otras patologías”, explica la especialista. También es importante evaluar si hay historial familiar de enfermedades o consumo de otros fármacos que puedan provocar un problema.
En el caso de Martina, la mirada ajena busca esa explicación para encontrar un motivo al ver su cuerpo, pero la respuesta de la creadora de contenido es clara: “En realidad no soy otra cosa que una mujer que no se depila. Entonces aparezco con pelos, no es que tengo un problema de salud”.
Cómo dejar de depilarse
Hoy Martina recibe diariamente mensajes de seguidoras que le preguntan cómo empezar a aceptarse sin vellos y piden consejos para enfrentar los juicios ajenos. Ella se toma un tiempo para cada una y a través de su historia les anticipa cómo pueden sentirse. Sin embargo, priorizar el cuidado de su piel y dejar de someterse al láser, a la cera caliente, a las hojas de afeitar y a las extracciones diarias con pincita no fue una decisión fácil: Martina cuenta a El Destape en su familia creció con 3 hermanos varones y a ellos nunca se les dijo que sus pelos quedaban feos. La creencia de que era necesario eliminar lo que sobraba era tal que de más pequeña ella deseaba tener un desbalance hormonal para encontrar una solución y “ser una chica normal”.
MÁS INFO
El objetivo de Martina no es que se prohíba la depilación: “No es que quiero que nadie se depile nunca más, sino que le bajemos un poco a la obsesión y seamos más flexibles, que no estemos tan preocupadas por cómo nos ven de afuera”. En sus palabras es muy liberador cuando “te das cuenta de que no pasa nada si no te depilás”. Hay comentarios por lo bajo en el transporte público y miradas incómodas, pero no mucho más.
Por eso, en redes sociales empezó a trabajar generando contenido para marcas que buscan modelos con rasgos específicos como cejas grandes y pestañas arqueadas. En un principio se ilusionó con una carrera full-time de modelaje mostrando un cuerpo distinto al de la norma, pero rápido se encontró con una barrera. Sobre esto, con resignación, concluye: “Una cosa son las cejas y otra es una modelo con pelos en las piernas, el mundo no está preparado para una modelo que no se depila”.