La hija publicó en Twitter que nadie lo escuchaba en su radio y ahora tiene 40 mil seguidores

"Hagámoslo famoso" fue la consigna que llegó por Twitter y los usuarios de la red del pajarito respondieron. El tuit de Sofía le cambió le cambió la vida al Enlace Lunático, el programa que hace su padre hace diez años y que solo los familiares escuchaban. Ahora tiene más de 40.000 seguidores.

20 de abril, 2023 | 00.05

Los martes por la noche, lejos del circuito comercial y de los grandes conglomerados mediáticos, el éter transmite una señal casi oculta, una propuesta de nicho, de culto -como lo describirán sus protagonistas-, que emergió desde el centro mismo de Twitter y se viralizó casi por accidente. “Hagámoslo famoso, pedía Sofía en referencia a su papá y al programa radial que tiene desde hace diez años llamado Enlace Lunático, que era escuchado por pocos y desde unas semanas cuenta con más de 40.000 seguidores en Instagram.

A través de Simphony 91.3, los martes de 21 a 23, el programa conducido por Alfredo, papá de Sofía, y Alejo se encarga de llenar dos horas de música que actualmente es difícil escuchar en las principales radios. Durante esas horas el gusto por el universo del rock y todas las vertientes que tiene esa cultura se empodera y despunta el vicio de deleitar a los propios, orgullosos de compartir su melomanía, y al oyente, ya sea familiar o amigo. Pero eso cambió.

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El martes 14 de marzo durante el horario del programa, Sofía se vio enternecida por el amor que su padre tiene por la radio, por la producción de un programa para pocos y por su compromiso sin ganancias y autogestionado. Si bien no tiene una relación fluida con las redes, encendió la mecha que impulsó de forma inesperada al programa de su padre.

El tweet decía: “Mi papá tiene un programa de radio hace 5 años todos los martes en el que habla de música con distintas temáticas y literalmente solo lo escuchan seis personas como mucho de la familia, pero él está chocho”. Una vez que los likes empezaron a subir disparó la segunda bala: “ese es el nombre -Enlace Lunático- por si a alguien le interesa. Hagámoslo famoso”.

La viralización de los lunáticos

Sofía no es influencer. Trabaja y es estudiante de trabajo social en la UBA, lo remarca como un signo de su real lejanía a las redes, las que solo usa para divertirse con amigues. Jamás pensó que la repercusión causada podría nacer de su cuenta. “El mensaje llegó primero a mis conocidos, que en general saben que mi papá tiene un programa de radio”, explicó en diálogo con El Destape.

Ese día de mucho calor se había cortado la luz en la radio y volvió, pero no la línea telefónica. Sin la posibilidad de salir por streaming, ellos decidieron hacerlo igual y que sólo salga por aire. “Me dio ternura pensar en mi papá en la radio, no podíamos escucharlo por Internet, por eso lo comenté en Twitter. Cuando estaba por irme a dormir, ya tenía como 400 likes, que para mí ya era un montón, luego puse lo de 'hagámoslo famoso', pero en chiste, jamás pensé que podía surgir algo así al no dedicarme a las redes”, recuerda.

“Al día siguiente, sentados en la mesa familiar, ninguno podía creer que había pasado. Siempre supe que mi papá hacía el programa por amor al arte, es fanático de la música”, resalta y afirma que “en ningún momento buscó hacerse famoso". 

Alfredo pasó los 50 años y siempre fue un amante del medio. “Escuché desde la Rock and Pop en los 80, hasta el prócer de la radio Juan Alberto Badía, que aprovechaba y grababa temas de su programa”, explica y resalta que “la música es una pasión que siempre se compartió con amigos, por eso se decidió hacer el programa”, que pasó en sus diez años por varias frecuencias hasta llegar a la que están hoy.

“Sabemos que nos escucha en general poca gente, algunos perdidos que dejan la radio prendida en ese dial todo el día o personas que avisamos para que nos sintonicen”, señala sobre la audiencia que tuvieron hasta el momento de la viralización. Al otro día del posteo recibo un mensaje de su compañero que decía que por algún motivo tenían 22 nuevos seguidores en Instagram. No tenía idea de lo que iba a pasar.

Cuando habló con su hija, ella entre risas le comentó del tweet y la inesperada repercusión. “Esa noche fuimos con amigos a cenar y estábamos todos viendo en la mesa como subían y subían los seguidores hasta llegar a más de 40 mil, lo que es una locura”, detalla sobre el crecimiento que se tuvieron sus redes y considera que su generación “no tiene consciencia de cuanto es el impacto que tienen las redes sociales, y sigo haciéndome la pregunta de por qué tuvo ese impacto el tweet”.

Entre las ventajas de tener un programa casi artesanal y de culto, destaca que “nadie dice que decir, que hacer o qué música poner”, lo que le pone el sello de una producción descontaminada de pretensiones y genuina en su impronta. “Esperamos llegar a gente más joven, y esto nos llevó a preguntarnos cómo seguir, pero vamos a seguir con la nuestra”, resalta.

En esa línea concluye: “Después de la explosión de las redes quedarán los que se sientan cómodos con la música, con el programa. La radio es un hobby hermoso y una de las cosas que más me llena y me hace feliz”.

Por su parte, Alejo remarca que el programa es por puro placer y asevera que “se hace como un hobby, es un programa de música con temáticas que van cambiando todas las semanas, sobre las tapas de los discos, temas, títulos que estén relacionados”, y especifica que el universo que manejan es el rock, pero entendido como un amplio espectro que incluye el blues, el country y el jazz. 

“Es un programa más de culto y que siempre tuvo pocos oyentes”, desliza con la cabeza puesta en el nuevo desafío que representa una audiencia que pertenece a un grupo etario más joven que comenzó a seguir el programa y está entre los 18 y 35 años. “Nosotros tenemos más de 50, por eso apuntamos un poco a ese público sin perder las pautas de nuestro programa, pero la idea es mostrar a todos lo que nosotros hacemos, como dice Alfredo ‘tratar de evangelizar con la música’, finaliza.

El programa se transmite en vivo, además del aire, por la plataforma de YouTube, donde responden los saludos, los pedidos e intercambian comentarios con los oyentes. La propuesta no nació a partir del tweet y no morirá luego de que la zaranda separe a los causales de la futura audiencia, que sin duda encontrarán una alternativa a las playlist confeccionadas desde la lógica comercial, desde los algoritmos y buscan un poco de aire fresco en un programa que, sin pretensiones, sólo quiere pasar música y hacer, como ellos dicen, solamente radio.