Existen miles de aplicaciones para personas que buscan encontrar el amor o formar lazos sexoafectivos, pero ¿por qué a nadie se le ocurrió que crear un espacio virtual especialmente dedicado a la amistad puede ser igual de necesario? Eso mismo se preguntó Marina Alfie, psicóloga recibida en la UBA (Universidad de Buenos Aires), más conocida en Instagram como "Querida Guachita" (@queridaguachita), cuando creó Tinder de Amigas, un proyecto que busca acercar a personas de cualquier edad, especialmente mujeres, que buscan crear nuevas amistades o ampliar sus grupos de amigas ya existentes.
Todo empezó en 2019, cuando Marina abrió un juego de preguntas y respuestas en Guachita, su cuenta madre, para conversar con sus seguidores y preguntarles cómo se sentían. "Muchas veces, las respuestas eran re bajón: ‘Estoy re sola', 'no tengo amigos’ o ‘fue un finde largo y no tuve nadie con quién verme’. Y empecé a notar que era una situación re emergente, que la gente no tenía con quién juntarse, que no tenían tantos amigos como les gustaría o que querían renovar sus amistades. Y dije: ‘Hay que hacer una página abocada a que la gente pueda hacer amigos nuevos’, que a veces es muy difícil, más que nada en la adultez", contó la creadora, en diálogo con El Destape. Al día de hoy, la comunidad cuenta con más de 134 mil seguidores.
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Y explicó que la idea de crear este espacio surgió "por esta necesidad que tenía de llenar un vacío que me di cuenta que estaba hace mucho en la sociedad, que es la dificultad que tienen muchas personas para hacer lazos de amistad, más allá de los 30 o los 25 años". En ese proceso, Marina tomó aún más consciencia del enorme tabú que existe en torno a las amistades, especialmente en la adultez. "También sentí que había muchos espacios para formar pareja, cuando en realidad, las amistades también son re importantes y no hay tantos espacios dedicados a esto. Parecería que hay ciertos momentos de la vida en los que uno está apto para hacer amistades, como cuando sos joven, vas a la secundaria o a la universidad", agregó. Dentro de esta comunidad, hay gente de todas las edades: de 18 años, 50 y hasta 60, cuenta Marina.
No se trata de una aplicación, sino de un perfil de Instagram. Al entrar a Tinder de Amigas, uno se encuentra con diferentes posteos escritos con letras coloridas y diferentes consignas, como "amigas para ir a tomar el té o ir al teatro", "para hablar de los misterios de la existencia", "para gente que se fue a vivir a otro país", "para fumar, comer y hablar de la vida", "para ir a la cancha o jugar al fútbol", "para gente de 40 años" y "para gente que no tiene con quién pasar el Día del Amigo". Incluso, otros posteos buscan conectar personas que estén pasando por momentos difíciles muy específicos, como "gente que tiene cáncer y quiere hablar de eso con otras personas que estén pasando por lo mismo", "que sufrieron bullying" o "que pasaron por vínculos violentos de chica".
La idea es que, en cada publicación, las personas interesadas dejen sus comentarios para presentarse y contar qué es lo que buscan. Así, se van formando subgrupos dentro de toda la comunidad de Tinder de Amigas, que luego se transforman en juntadas presenciales y, muchas veces, derivan en proyectos de vida, como viajes y hasta convivencia. "Se armaron una banda de grupos, a tal punto de que hay muchos que se fueron a vivir juntos, se fueron de vacaciones o arman un montón de salidas. Se arman grupos de muchísima contención afectiva, que me parece muy importante", rescata Marina.
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La amistad, un terreno lleno de prejuicios
Parecería que existe una idea de que, si uno llega a la edad adulta sin amigos, es porque hay algo en su persona que no está bien. Marina explica que "hay muchos prejuicios en torno a la amistad" y que esto tiene que ver con ciertas ideas establecidas socialmente, como que "los amigos tienen que ser para siempre y durar toda la vida, cuando en realidad, la cantidad de amigos que todos tenemos fluctúa mucho a lo largo del tiempo". "Hay momentos donde tenemos más, otros menos, y esto se debe mucho a cambios vitales de la persona. Hay ciertos lazos que se van cortando o diluyendo y la persona termina con un vacío en ese ámbito", sostiene la psicóloga.
Al contrario de la niñez y la adolescencia, en donde el colegio actúa como un espacio en común para conocer personas, en la adultez esto no siempre pasa. Por todo esto, sostiene que es muy importante cuestionarnos las ideas que tenemos sobre la amistad. "De todos los proyectos que hice en redes, este es de los que más me gustan, más me representan e interpelan. Siento que estoy poniendo mi granito de arena para que la gente pueda conocerse, que sepan que del otro lado de la pantalla va a haber alguien para compartir las cosas que le pasan. Me parece que es muy importante generar espacios de sostén afectivo y que la gente no tenga vergüenza de decir ‘tengo tal edad y tengo menos amigos de los que quisiera’ o ‘antes tenía muchos más amigos’. Todo el tiempo me mandan fotos de gente de vacaciones, en viajes… Yo lo disfruto mucho y lo aprecio un montón", concluye Marina.