La ciudad de Comodoro Rivadavia es testigo de la unión especial entre Gustavo Koszel y Coco, un marinero y deportista acuático y un lobo marino que habita en la escollera del puerto. La historia empezó de forma casual hace dos años atrás, pero fue abrazada por todo el mundo luego de que Gustavo empezara a compartir videos en TikTok sobre su día a día en la lancha en la que navega junto a Coco. En diálogo con El Destape Web, Koszel reveló los detalles de la historia de amistad animal y profundizó sobre la importancia de cuidar la fauna nacional.
“Hace más o menos dos años que nos venimos conociendo con Coco. Él viene a la lancha y lo bauticé así. Lo reconozco porque tiene su aleta derecha cortada en la punta. Aparte se sube y yo digo ‘es Coco’”, contó Gustavo “El Ruso”, quien es marinero de la lancha de servicio “Titán” en la costa de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut. Con más de 80 mil seguidores en TikTok, Koszel comparte día a día las visitas matutinas que recibe por parte de Coco y otros lobos marinos que se suben a la lancha.
“Desde que trabajo acá, siempre se suben a la lancha porque tiene una cubierta bajita y es fácil para ellos subirse, es bastante grande. La verdad que no sé por qué se suben, estará calentita o será cómoda, no sé. Pero hay veces que hay de 10 a 20 lobos encima”, comentó Gustavo. Sin embargo, su relación con Coco, particularmente, es especial: "Viene seguro todas las mañanas”.
La lancha remolcadora se usa para brindar asistencia o servicios en el puerto, tales como llevar tripulantes, víveres, documentación a los barcos petroleros y a los barcos extranjeros. Sin embargo, también funciona como el punto de encuentro entre lobos marinos y marineros que respetan el espacio de los animales. “Yo no fomento tocar un lobo o estar cerca de un lobo porque es muy peligroso. El otro día subí un vídeo explicando que no tienen que acercarse porque es un animal salvaje: están a la defensiva porque somos extraños nosotros”, informó Gustavo para que el vínculo particular que él logró con Coco no se convierta en el motivo de alguna desgracia.
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Sobre la forma casual en la que surgió su vinculo con el mamífero pinnípedo, cuenta: “Justo con Coco se dio que se sube todos los días por su cuenta, sin que yo lo alimente, reconoce mi tono de voz, le hago ruidito con las llaves de la lancha. Y bueno, dos años casi todos los días… nos terminamos haciendo amigos”. Sin invadir su espacio, hoy tienen un vínculo estrecho: “De a poquito fui acercándome hasta que un día dije ‘ya está, lo voy a acariciar’. Siempre respetándolo y no acosándolo. Así empecé tocándole la parte de atrás, después el lomo y ahora le acaricio la nariz”, continuó.
“Pero siempre hay que hacer todo con respeto. Acá es muy común que los lobos aparezcan en las playas, y la gente quiere sacarse selfies con ellos. Aparecen focas leopardo que son lo más peligroso que hay y no se tiene mucha conciencia sobre eso”, reflexionó.
TikTok: la puerta de entrada a conocer el día a día de Coco y Gustavo
“Yo me siento muy feliz compartiendo en redes sociales. Quiero que la gente sienta lo mismo que yo cuando veo a Coco, a una ballena, a delfines. Quiero trasmitir la emoción que siento yo”, reveló Gustavo sobre la idea de mostrar a Coco en sus redes sociales.
En ese sentido también añadió que tuvo que luchar contra las críticas de las personas que lo acusan de “fomentar” el acercamiento a animales salvajes. “Yo en realidad no fomento nada. Yo no lo subo al lobo a la lancha, se sube solo y se va cuando quiere”, se defendió.
“Afortunadamente el 99% de los comentarios son buenos, positivos. Me mandan saludos de otros países”, continuó. Además, aseguró que no esperaba que los videos tuvieran tanta repercusión. “Y ahora Coco tiene 10 millones de reproducciones, es una locura”.
Vivir entre animales: la importancia de cuidar la fauna autóctona
“A mi el océano me llena el alma. Es mágico. Uno se siente parte de la naturaleza”, reveló. Además reflexionó que “tenemos un mar maravilloso” y que él quiere compartir lo que le da felicidad.
Si hay algo en lo que hizo énfasis Gustavo, es en la importancia de cuidar la fauna nacional y sobre todo disfrutarla. Aunque si bien Comodoro Rivadavia no está tan explotado turísticamente, incentiva a que la gente visite la ciudad y disfrute de los cientos de paisajes y diversa fauna que hay allá: ballenas, focas, delfines, toninas y lobos marinos.
“Yo soy apasionado de la fauna marina. Mi sueño es nadar con orcas. Hago un deporte que se llama KiteSurf y me ha pasado de ir navegando y tener cinco o seis delfines al lado”, reveló Gustavo, quien, con su respeto por la vida, vive al compás de la naturaleza, rodeado de sus amigos de otras especies.