Es argentina y estuvo detrás de las tapas de Harry Potter: "Los originales viajaron y ahora los tengo yo"

A Dolores Avendaño le ofrecieron ilustrar “el libro de un chico mago” mucho antes de que la saga se convirtiera en un éxito. Ellos tenían la escena, ella leyó el libro y la interpretó.

10 de noviembre, 2023 | 00.05

Todo comienza con un libro. Dolores Avendaño recibe el manuscrito antes que nadie y comienza a disfrutar de lo que propone, a imaginar mundos. Eso mismo sucedió cuando tuvo en sus manos los textos inéditos de la saga de la autora J.K Rowling que cambiarían para siempre la literatura en Gran Bretaña y que permitirían que esta argentina de 55 años llegue al corazón de miles de lectores con sus ilustraciones desde las tapas de los libros de la taquillera e icónica Harry Potter, en su versión en español. 

A veces el editor o el director de arte tiene una idea, pero hay otras donde puede poner a explotar su imaginación. Toma notas de las escenas que más le gustan, las interpreta, y, como si fuera el Photoshop, comienza a dibujar en distintos papeles de calco para superponerlos y armar toda la composición. “Todos los originales de Harry Potter han viajado. Ahora los tengo yo. Hay un solo original, que en realidad iba a ser la portada del cuarto libro y a último momento cambiaron, que está en la pared de una casa en Hong Kong. Se usó en su momento para promover el libro, y esa ilustración es una de mis favoritas”, contó Dolores a El Destape.

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Dolores es ilustradora y maratonista. Es reconocida a nivel mundial por ganar varias carreras y prefiere no definirse cuando se habla de diseño. “Nunca me puse a pensar, realmente, cuál era mi estilo. Simplemente hago lo que me nace de adentro. Cada camino es único. A mí se me dio de una manera, y de hecho muchas cosas cambiaron desde que yo estudié ilustración.”, contó.

Estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires, y luego viajó a Estados Unidos para estudiar Ilustración en la Rhode Island School of Design. En el país norteamericano, luego de buscar por mucho tiempo, hizo sus primeros trabajos. Entre ellos, el libro On Halloween Night, y uno bastante particular para un buffet de abogados. Sobre su paso por Estados Unidos, no le quedaron solamente buenos recuerdos. "Hubo un profesor que me hizo varios comentarios discriminatorios porque el inglés no era mi idioma nativo. Le respondí con un trabajo de ilustración”, comentó. Ese profesor les había pedido que ilustraran una frase de un cuento. Y, luego de recibir ese comentario, ella utilizó El Principito de Saint-Exupéry. La frase dice: El lenguaje es fuente de malentendidos. Inspirada en eso, usó la palabra Palabras, y cada letra la hizo con un alfabeto distinto. “Entonces, por ejemplo, una letra era china, otra era árabe, y así. Y se tenía que conocer todos los idiomas para poder leer mi trabajo. Al profesor le pareció una muy buena idea, y me lo reconoció.”, relató.

Luego de unos meses, decidió volver a su hogar, y fue entonces cuando le ofrecieron “el libro de un chico mago”. Ellos tenían la escena, ella leyó el libro y la interpretó. Pero Dolores siempre tuvo más de un sueño, y lucho por ambos. “La gente se la juega por sus sueños cuando es algo que lo tienen en lo más profundo de su ser. Me parece importante que sea algo que esté profundamente arraigado en vos, que sea algo que realmente querés. Y también es importante creer que es posible aunque no sepas cómo. Si lo podes visualizar, genial.”, opinó.

Desde que era chica, sabía que quería hacer esos dibujos que veía en un libro de cuentos de hadas de su mamá. Pero, al llegar a la adolescencia, también se imaginó corriendo largas distancias. “No sabía que la ultra maratón era lo que yo imaginaba, o sea carreras de más de 42 kilómetros. Yo me veía a mí misma corriendo a través de la naturaleza. Y después lo hice. Corrí siempre en lugares que me habían parecido fascinantes, me entusiasmaban. Realmente me encantaron, y sentí la necesidad de ilustrarlos.”, resaltó.

Hizo una serie de ilustraciones basadas en sus maratones, y logró exponerlas en la sede central del Banco Nación. “Yo no estoy dentro de los dibujos. Si aparezco es en segundo plano y muy chiquitita. Lo que me pareció interesante hacer, o lo que yo quería hacer, fue poner algún animal o pájaro autóctono de ese lugar. Los expuse en una muestra que hice y estoy viendo si, quizás, el año que viene puedo volver a exponer. Me encantaría mostrar esos originales, los de Harry Potter y, también incluiría, unos huevos inspirados en Pascuas”, remarcó.

Durante la pandemia, Dolores se detuvo. “Yo creo que tuve suerte. Lo tomé tranquila. Vivo en una casa con un jardín, desde mi estudio veo la naturaleza, y logramos hacer una muy buena convivencia con mi marido y mi perro. Tratamos siempre de ver lo positivo. Por ejemplo, en la pandemia, cociné. Me cuesta muchísimo seguir una receta como me la dan, siempre tengo que hacer algo distinto. Pero mi marido, que sabe que no cocino, me dijo: Pudiste ser ilustradora cuando nadie era ilustradora, vas a poder cocinar. Es un amor porque todo lo que yo hago dice que es riquísimo y yo sé que no.”, contó.

Pero a pesar de esta situación, con la llegada de Pascuas, y al ser una fanática del chocolate, Dolores decidió crear los suyos con su arte. “Todo se paró y, entonces, yo también paré. No era que yo me había propuesto no hacer. No me salía, ni una sola línea. Y cuando llegó abril, no podía conseguir huevos de Pascua por ningún lado. Entonces decidí hacerlos. No son de chocolate, pero bueno, son huevos de Pascua pintados por mí”, dijo.

Ahora, sigue ilustrando y está entrenando para hacer treking. Pero sobre todo, ella tiene un nuevo sueño. “Se publicó un libro, El amuleto mágico, con personajes creados por mí. También hice una regla para medir el crecimiento infantil, un velador, y estoy en un proyecto, de que escribí varios cuentos con cada uno de los personajes. Me gustaría publicar ese libro”, contó.