Brilló en los 90 como influencer de costura y ahora es furor en las redes gracias a su nieto

Fabiana Marquesini comenzó a coser copiando. A su mamá, a su abuela. A las revistas de moda que venían con moldes que le prestaba religiosamente la mamá de una amiga. De 5 hermanos, fue la única que se interesó por la costura. Empezó como un simple juego, una manera de hacerse prendas para salir a bailar con amigas, prendas que fuesen originales, que le permitieran impactar. “Me acuerdo que se usaban las cosas de raso, que brillaban, y que encima era una tela carísima. Entonces me hice una camisa fucsia de raso, cortita adelante y atrás muy larga, como una galera de caballero. Encima de ser cara, la moda iba cambiando constantemente y eso no se iba a usar más. Me acuerdo que impactó, no sólo por el material, sino también por el color” comentó en una entrevista con El Destape sobre la primera prenda con la que descubrió mucho más que un pasatiempo.

Cumpliendo con el mandato familiar de “algo hay que estudiar para asegurarse el futuro”, Marquesini mantuvo la costura como un hobby, ya que, en esa época, en su Mendoza natal, no existía nada que se le pareciera a la carrera de Diseño de Indumentaria. Por lo que terminó estudiando otra de sus pasiones: la educación física. En el profesorado aprendió muchísimas herramientas que le iban a ser muy útiles el día de mañana frente a cámara. Gracias a la materia pedagogía, en la que tenía que dar clase frente a cursos de primaria y secundaria, entendió la importancia de mantener la atención del público, con explicaciones claras y concisas. 

El tiempo pasó y Fabiana, después de casarse, se mudó a la urbe porteña, dónde continuó dando clases de Educación Física. Casualidad o no, un día mientras miraba el canal Utilísimas se encontró con un llamado para quiénes supieran coser y les interesara participar de la programación. Sin estudios, pero con un bolso lleno de sus creaciones, Marquesini se presentó al casting, donde había más de 300 personas. Después de varias etapas, quedó frente a frente con otra participante. El desafío final, que consistía en dar un tutorial a elección, durante 7 minutos, resultó más complicado de lo que pensaba. Había elegido una de las técnicas más difíciles para llevar, que es el Punto Smock. Así y todo, quedó seleccionada, y 17 años más estuvo en el canal.

Rememorando su paso por Utilísima, Marquesini cuenta que se llevó muchas enseñanzas. Si bien hay cosas que hoy haría distinto, muchísimas cosas que aprendió ahí hoy las reversiona en su canal.  “Es fabuloso todo lo que aprendí estando en el programa. Cuando no te tocaba estar frente a cámara podías hacer una de dos: o charlabas con las que estaban en el back o podías escuchar y aprender de los demás que daban sus clases. Un maravilloso mundo de manualidades en el que ibas a aprender todo”. Empezó como especialista de la sección infantil en el programa “Puntos y puntadas”. Después incursionó en otras secciones enseñando a confeccionar ropa para adultos hasta 2013, año en que el canal cerró para siempre.

Una vuelta a las cámaras 2.0: sus primeras experiencia en Youtube 

De naturaleza inquieta, Fabiana admite que sintió un vacío al terminar esa experiencia. La idea de volver frente a las cámaras comenzó hace 6 años, cuándo uno de sus sobrinos le comentó que un video de una de sus participaciones en el canal, tenía un montón de visitas en YouTube, por lo que comenzó a insistirle que aprovechara ese talento y lo explotara en redes. “Me costó mucho adaptarme al cambio de las redes sociales, porque yo empecé esto con más de 50 años. La realidad es que mi familia me ayudó mucho, igual sigo estudiando y aprendiendo mucho porque esto cambia todo el tiempo. Me gusta, pero sin ellos no podría haberlo hecho”, dice.

No importa si se cae el mundo, Fabiana sabe que tiene que administrarse el tiempo como para que todos los viernes a las 18 horas Argentina, salga un video en su canal de YouTube. Cómo si fuera poco, los miércoles a las 19 horas hace un vivo respondiendo dudas, en el que ella sola maneja 3 pantallas. A la hora de sentarse a ver qué contenidos publicar, no tiene ni que pensar. Todo se lo piden sus seguidores. “Ellos siempre me van guiando en todo, aprendo muchísimo, de otros países también. Ni siquiera veo lo que está de moda porque directamente ellos te lo piden”. Una cuestión de gran importancia tanto en su canal, cómo en todos sus videos, es el tema de los talles. “Cada uno puede hacer la ropa a su medida, tenga el cuerpo que tenga”, repite en todos sus videos.

Si bien tiene más de 700 videos gratuitos en el canal, las ideas nunca se acaban. Los pedidos no paran de llegar, e incluso se deben adaptar a las necesidades de los distintos países, porque las redes de Fabiana ya recorren el mundo. Su público lo conforman tanto mujeres como hombres, adultos mayores y jóvenes. Gente que encuentra en la costura una forma de explorar la creatividad, de combatir el aburrimiento, incluso cómo una salida laboral. “Ahora se vende todo por Instagram, ya ni siquiera te hace falta un negocio. Vos hacés una sola muestra y si se vende bien ahí hacés la segunda, no tenés que hacer 100, no te hace falta”, comenta que alumnas suyas le mandan actualizaciones de sus emprendimientos de forma semestral, a veces incluso con más regularidad.

Hacia la moda circular o sustentable

“Yo creo que la única forma de concientizar a la gente en cuánto a lo malo de la industrialización y el desperdicio es hablar y mostrar. Porque cuando uno muestra que, cuando de algo que era feo, quedó algo lindo. Eso te tienta. Y si alguien más lo hace también te van a dar ganas de hacerlo. Esto también de que lo que ponés es único garpa muchísimo “.  Además de destacar la gran salida laboral que puede brindar la costura, Fabiana hace mucho hincapié en lo importante de la moda circular, cómo una forma de evitar el desperdicio y volver a la moda algo mucho más sustentable.

Si hablamos de desarrollar la creatividad, ella cree que la costura puede aportar muchísimo en este campo, una forma de desarrollar la paciencia, de descansar la cabeza y hacer un poco de arte. Sobre todo, cree que es necesario inculcarle esto a los más chicos, “Hay que darles los materiales para que ellos puedan desarrollar esa creatividad tan linda que tienen y que a veces está un poquito limitada. Estando al lado de los más chicos enseñándoles, y si vos los podés guiar, eso les va a encantar. Y eso que hagan no se lo van a sacar más, porque lo hicieron todo ellos. Es muy linda la parte de incentivar. “

Si bien hoy por hoy las redes sociales le permiten tener la llegada mundial que tiene, admite que son un arma de doble filo. Es mejor ser precavido a la hora de publicar algo, estar cien por ciento seguro de lo que uno hace, porque la gente no tiene reparos tampoco en salir a criticar.

Ya sea con el fin de divertir, de explorar la creatividad, de sentirse útil, o de hacer algo por otros, Fabiana está orgullosa de lo que hace, y el feedback que recibe es todavía más gratificante. “Cuando vos haces algo con tus manos, lo vas a valorar no diez veces más, cien veces más. Y encima si se lo regalas a alguien que te quiere, ni hablar. Lo va a usar, lo va a adorar, lo va a tener ahí.” De todas formas, se sigue sorprendiendo de la respuesta de la gente cada vez que sube un video. Le sorprende como algo que para ella es tan simple, a otra persona puede cambiarle el día.