La palabra imperio es muy común en nuestro lenguaje. A veces, incluso, la usamos metafóricamente para señalar el poder de algo o alguien. Otras veces, hablando ya de historia o política, suele aparecer aunque quizás de manera muy subjetiva. Pero, ¿de qué hablamos realmente cuando nos referimos a los imperios más importantes de nuestra historia? A continuación vamos a hacer un pequeño repaso del concepto y también de la historia.
Esta vez en especial venimos a contarte sobre los menos famosos entre los imperios más importantes. Siempre se suele pensar en imperios como el Romano o el Otomano, pero no son los únicos.
Te invitamos a viajar por algunos lugares de la historia de la humanidad que no son tan conocidos. Vas a ver que no por eso dejan de formar parte de los imperios más importantes.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
¿Qué es un imperio?
Como decíamos, no es una palabra que se nos escape en lo cotidiano. Pero, específicamente, ¿qué es lo que hace a un imperio?
¿Se trata de extensiones geográficas? ¿O es una cuestión de riqueza? Son algunas de las cuestiones que siempre se prestan a confusión.
Es importante hacer estas preguntas, ya que muchas veces creemos entender el concepto, pero puede ser un poco confuso. Sin embargo te lo explicaremos de una manera simple, con la que nunca vas a poder confundirte.
Para saber si un imperio realmente lo es, debe cumplir con dos fases. La primera es la conquista territorial sobre otros territorios, ajenos al natural. La segunda, es una conquista a nivel semántico, es decir, la imposición del lenguaje.
La conquista territorial y la imposición del lenguaje definen lo que es un imperio.
Lo del lenguaje suele ser claro, pero el territorio se presta a confusiones. Se suele creer que grandes extensiones equivalen a imperios. El caso más claro es Rusia, o China. Pero no por ser extensa se convierte en imperio.
Ahora bien, si comenzara a invadir países y tomar el control sobre otros territorios y gobernantes, sí. Pero lo mismo sucedería con cualquier país, sea cual fuera su extensión.
Entonces, como definen los historiadores, los imperios son territorios diversos que están sujetos a un solo gobernante, directa o indirectamente. Por ello es que los imperios más importantes de la historia son la explicación de muchas culturas heterogéneas.
Por ejemplo, el Imperio Otomano dominaba países muy distintos como Egipto, Bulgaria, Grecia y Líbano. De allí que mostraba una diversidad étnica, religiosa, lingüística y cultural muy característica.
Imperios más importantes escondidos en la historia
Definido qué entendemos como imperio, pasemos a hablar de la historia de algunos de los imperios más importantes. Califatos y dinastías de las que seguramente no habías escuchado nada.
Se estima que la actividad imperial se remonta directamente a la primera civilización humana. Es decir, que naturalmente el desarrollo de la humanidad tendió, en su momento, a esa organización.
Es por esto que no tenemos registro de los primeros imperios humanos. El imperio Egipcio es del cual se encontraron los registros más antiguos, de más de 3000 años aC.
El imperio más antiguo del cual se tiene registro es el Egipcio, de más de 3000 años antes de Cristo.
Como este, otros tantos, igual de importantes pero quizás más ocultos para la historia occidental. Por eso decidimos hacer esta selección para nuestra nota. ¿Listo para saber todo sobre estos imperios ocultos?
Califato Rashidun
Comenzaremos hablando del primer califato de la historia. Luego de la muerte de Mahoma, el sistema religioso y político se organizó con los califas, sus sucesores.
El primer califato islámico fue el de Rashidun. Fue creado automáticamente luego de la muerte del profeta Mahoma, en el año 632 para organizar a la comunidad musulmana.
Pero luego de unificar bajo el mismo bando a las distintas tribus árabes, se aventuró en una campaña de conquista. Esto resultaría en la dominación de Egipto, Siria y otro de los imperios más importantes, el persa.
El Califato de Rashidun fue uno de los imperios más importantes y el más grande, en extensión, de la historia. Controlaba territorios desde la Península Arábiga hasta el Cáucaso en el norte. Como también gran parte del norte de África hasta Asia Central.
Califato de los Omeyas
En el año 661 algo cambia la historia: la primera guerra civil musulmana. Este episodio bélico pone fin al Califato de Rashidun, y da lugar al segundo entre los principales.
La familia Omeya comienza su régimen después de la guerra civil. Este fue fundado por Muawiya ibn Abi Sufyan, quien gobernó Siria anteriormente.
La actitud imperial no se modificó, y además de dominar todo oriente medio, continuaron expandiéndose. Consiguieron obtener así territorios del norte de África y algunos del sur de Europa.
Se estima que la sociedad del Califato de los Omeyas estaba compuesta por el 29% de la población mundial total. Un increíble número que se estima alrededor de las 62 millones de personas.
Y no sólo eso, sino que también se convirtió en el imperio más grande del momento. Se estima que contaban con casi el 8% del territorio terrestre total del planeta.
Califato Abasí
Poco más de cien años después, una revuelta contra los Omeya pone fin a su califato. Es así que surge el tercero de los principales califatos islámicos sucesores de Mahoma.
Estamos hablando ahora del Califato Abasí. La dinastía fundadora era descendiente de uno de los tíos del mismísimo Mahoma, Al-Abbas ibn Abd al-Muttalib.
Justificando que sus lazos de sangre con el profeta Mahoma hacían más legítimo su gobierno se opusieron a los Omeya. Consiguen el poder tras una rebelión y una revuelta abierta que los deja como vencedores.
Surgiendo como los verdaderos sucesores, los Abasí fueron quienes más sostuvieron el poder. Su gobierno duró casi cuatrocientos años, desde el año 750 al año 1258.
Si bien no se dedicaron a expandirse territorialmente como califas anteriores, fueron quienes mantuvieron más estable el imperio. Se dice que protagonizaron una “edad de oro”, hasta luego ser invadidos por Gengis Kan en 1206.
Como dijimos, no se extendieron notablemente, pero contaban con una extensión imponente de 11 millones de kilómetros cuadrados. Nada que envidiar a nadie.
No sólo fue la estabilidad imperial interna lo que los diferenció. Una de las cuestiones más llamativas fue la de su fuerte relación y alianza con China.
Dinastía Qin
La Dinastía Qin fue la primera de las dinastías imperiales chinas. Se la conoce, por sobre todo, por ser la más corta, con una duración de sólo 15 años.
Los Qin llevaron a cabo un gobierno extremadamente rígido, en el que cualquier disidente era un enemigo absoluto. Conquistaron mediante la fuerza todas las demás regiones del Imperio Zhou y algunos pueblos linderos.
Su corta duración se debió a la insensatez de la familia Qin, que directamente esclavizó a su propia población, que terminó por rebelarse. Quienes servían a la dinastía eran enviados a grandes guerras y construcciones como la primera Gran Muralla del norte.
Otra de las obras más conocidas es el mausoleo de Qin, construído para homenajear al emperador. También se le atribuye a esta familia la creación del conocido Ejército de Terracota, una reliquia histórica.
Por otra parte, lograron estandarizar la escritura, el dinero y el sistema de medición. Lamentablemente, a pesar de esto, se destruyó todo otro tipo de literatura y expresión cultural.
Dinastía Han
En el año 207 aC comienza la segunda dinastía, la Dinastía Han. A comparación de los primeros, los Han lograron una estabilidad de más de cuatro siglos en el poder. Incluso se considera a esta etapa como una edad dorada para los chinos.
Con aproximadamente 57 millones de habitantes, esta dinastía se convirtió en uno de los imperios más importantes de la historia. Su fundación estuvo en manos de un líder rebelde llamado Liu Bang.
Durante ella, se establecieron los valores confucianos. Además, prosperó de manera interna, fortaleciendo la agricultura al mejorar las técnicas y herramientas para la misma.
Además, al desarrollar nuevos materiales como el papel, comenzaron a agilizar y profundizar la escritura de la historia. Por otra parte, las artesanías elevaron su valor con la invención de la cerámica.
Por todos esos motivos es que también incrementó la actividad comercial, tanto interna como externa. Una de las relaciones más fructíferas como lejanas fue con el Imperio Romano.
Mediante sus contactos comerciales, la Dinastía Han toma el protagonismo de la famosa red comercial llamada Ruta de la Seda. Se comercializaban numerosos y diversos productos, pero recibe ese por la particularidad de esta tela.
Dinastía Tang
Hacia el año 618 nos encontramos en el comienzo de otra dinastía, la Dinastía Tang. Esta tiene su mención especial con respecto de las otras por el auge de la cultura cosmopolita durante su desarrollo.
Aunque durante este período la extensión territorial no fue la mayor, la estabilidad imperial duró poco menos de trescientos años. Sin contar que tuvo una breve interrupción en el año 690.
En dicho año, la emperatriz Wu Zetian se hizo del trono, proclamando el inicio de la segunda Dinastía Zhou. Pero quince años después, el poder volvió a ser de los Tang.
Por supuesto que esto llevó a disputas políticas fuertes hacia dentro del imperio. Pero se logró estabilizar, y comenzó el verdadero auge Tang. Vale destacar que Wu fue la única emperatriz china reinante de la historia.
Su expansión territorial, como dijimos, no fue notable. Ocupaba por entonces menos del 4% de la Tierra. Sin embargo, datan de aquellos tiempos dos de los poetas chinos más famosos, Li Bai y Du Fu. La cerámica Sancai también se volvió popular.
Fueron años de extensión de fronteras de manera cultural. Una era marcada por un nivel de tolerancia y aceptación sin precedentes para esta civilización.
Dinastía Yuan
Nos vamos al año 1279 y llegamos a una extrañeza entre los imperios más importantes. Se trata de la Dinastía Yuan, una dinastía extranjera gobernando la civilización china.
¿Cómo es que sucedió? Genghis Khan, el kan del Imperio Mongol, y sus hijos dirigieron sus ejércitos a la conquista del territorio chino. Derrotando al imperio Xi Xia sentaron las bases y luego prosiguieron a instalar la dinastía Yuan.
Así fue como los mongoles, principalmente nómadas, se hicieron cargo del imperio durante casi cien años. Fue una dinastía corta y bastante trunca, pero los cambios ocurridos son muy llamativos en la historia.
El principal cambio, por supuesto, es que los extranjeros manejaban el gobierno. Esto estableció un revés histórico en la estructura social, donde los locales pasaron a ser destratados.
Como no confiaban en los chinos, llevaron gente de otros lugares (también bajo su poder) para desarrollar las tareas necesarias. Así es que hay una gran migración musulmana, lo que establece al islam en esas tierras.
Incluso algunos mongoles comenzaron a dejar sus creencias y adoptar el Islam. La mezcla de creencias y culturas en oriente tuvo un gran avance. Sin embargo, el destrato a los pobladores originarios fue creando mucho resentimiento.
El final de los Yuan era inevitable debido a las revueltas organizadas en su contra. De la mano de la llamada rebelión del turbante rojo, el poder de esta dinastía acaba en 1368.
Dinastía Qing
En 1644 comienza la última dinastía imperial china, la Qing. Tras el período de gobierno de los Ming, una etapa de recuperación de los valores chinos, sucede otra rebelión.
Una comunidad antigua de china, los manchúes, con fuerte base en el norte, derrota a los gobernantes Ming. Estos fueron los últimos chinos Han en gobernar estas tierras.
Los Qing fueron muy astutos al no enfrentar su estructura con la anterior. Se apoyaron sobre lo mejor de las prácticas Ming, pero adaptándose e innovando al mismo tiempo.
Esta forma no confrontativa permitió un largo periodo de estabilidad económica y política. Así también una extensión por tierra y mar. Sin embargo, el mundo había cambiado y se sumaban fuertes rebeliones internas al orden imperial.
Estos levantamientos armados pusieron en jaque al último emperador y tuvo que abdicar. Es entonces, en 1912, cuando nació la República de China. Cabe destacar que esta última dinastía es la que otorgó la gran extensión territorial actual de la potencia mundial.
La dinastía Qing fue la que otorgó a China su gran extensión territorial.
Conclusión
La historia de las antiguas maneras de gobierno es el sustento del mundo tal como lo conocemos. Por eso creemos que es tan necesario que conozcas la historia de los imperios más importantes tal vez menos conocidos.
Como verás, hay un sinfín de curiosidades escondidas en cada uno de ellos. Esperamos que luego de esta nota te inspires a seguir conociéndolas.
Si querés saber más sobre arqueología, historia y política, seguí leyendo el contenido de El Destape.