Todos, alguna vez, escuchamos hablar sobre los imperios más importantes, tanto en conversaciones casuales como en alguna charla específica de historia o política. Se dice que son el primer orden político y social de la humanidad.
Sus inicios se remontan a fechas de las que no tenemos prácticamente registros. Pero no por eso dejaron de ser algo vigente.
La realidad es que la existencia de los imperios antiguos, y no tan antiguos, nos da muchas explicaciones sobre el mundo actual. Las divisiones políticas, geográficas, económicas, sociales y culturales actuales tienen su base en ellos.
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Sabemos que conocerlos te dará un panorama mucho más amplio si deseás ser un experto en estos temas. Es por eso que hoy te traemos una selección de los imperios más importantes de la historia mundial.
¿Qué es un imperio?
Como siempre decimos, primero lo primero. Para hablar sobre estos imperios, debemos saber a qué nos referimos cuando decimos esta palabra.
¿Alguna vez te preguntaste específicamente qué es lo que transforma un gobierno común en un imperio? Generalmente tenemos una idea generalizada, pero que puede llevarnos a confusiones.
También sucede que, a veces, el término es usado de manera subjetiva para tildar de imperialistas a ciertas políticas. Esto es lo que generalmente nos hace confundir a reinos o grandes países con imperios.
Entonces, ¿cómo saber si hablamos de un imperio? Teniendo en cuenta que, para serlo, debe tener lugar una conquista. Es decir, que el gobierno de un territorio pase a tener el control político sobre otro territorio que le era independiente.
Así también suele sucederse a la conquista territorial la imposición del lenguaje. Es decir, la expansión territorial y cultural más allá de las fronteras establecidas hasta entonces.
Imperios más importantes de la historia
Teniendo este concepto claro, pasaremos a lo que nos trajo hasta acá. Vamos a darte un repaso sobre los imperios más importantes y más famosos de la historia.
Posiblemente escuchaste hablar de más de uno de ellos ya. Pero hoy te aclararemos sus duraciones, periodos más importantes, y sus principales influencias en la historia de la humanidad. Así también, te contaremos de sus finales.
Los imperios más importantes de la historia parecen algo pasado, pero son la base del mundo que hoy conocemos.
Imperio Aqueménida
Vamos a empezar con uno de los más antiguos de los imperios más importantes y famosos. Conocemos como Imperio Aqueménida al Estado Imperial fundado por Ciro II El Grande.
Esta monarquía absoluta se desempeñó durante los años 550 y 330 antes de Cristo. Es más común conocerlo como el Imperio Persa, pero dicha comunidad es preexistente. La primera dinastía fue fundada por Aquemenes, de allí su nombre.
Estaba establecido al suroeste de la meseta de Irán, donde los persas habían llegado ya 500 años antes. Su apogeo fue en el Siglo V antes de Cristo, cuando alcanzaron su máxima extensión territorial.
En aquel entonces ocupaban lo que hoy son Irán, Irak, Turquía, Armenia, Georgia, Siria, El Líbano, Israel, Palestina, Jordania, Egipto y Chipre. Así también, parte de Afganistán, Pakistán, Libia, Grecia, Bulgaria, y Rusia entre otros.
El imperio persa se diferenció de sus pares de la antigüedad. Se manejó de manera tolerante con la religión, la lengua y las costumbres de los pueblos dominados.
Historiadores afirman que los pueblos que pasaban al dominio persa no eran reprimidos violentamente, y podían seguir con sus prácticas. Igualmente, debían debían aceptar pagar los tributos impuestos.
Aún así, había una religión dominante, la del profeta Zarathustra. El Zoroastrismo carecía de grandes templos, ya que sus honores se hacían en altares al aire libre. Su base era el libre albedrío y el juicio final, que daba la posibilidad del acceso a la vida eterna.
El final del Imperio Persa llegó en manos de Alejandro Magno, quien los acusó por la muerte de su padre. El ejército de Macedonia, a su cargo, los venció en la batalla de Gaugamela en 331 a.C, tomando el poder.
Macedonia
Cuando nos referimos a Macedonia, hablamos de un reino. Los macedonios comenzaron a expandirse allá por el Siglo VII antes de Cristo. Pero, ¿por qué hablamos de Macedonia entre los imperios más importantes?
Sucede que Macedonia fue la patria de quien es considerado el estratega más brillante de la Antigüedad: Alejandro Magno. Él tomó el poder de Macedonia en el 330 a.C. tras la muerte de su padre, la cual decidió vengar.
Así es que invadió y conquistó el territorio del Imperio Aqueménida (a quienes responsabilizó del suceso), formando uno mayor. A partir de allí es que comienzó a hablarse, también, del imperio macedonio.
Su padre, anterior rey, se encargó de que su hijo recibiera una educación del estilo griego. Una mezcla de preparación militar física pero también intelectual. Entre sus maestros estuvo el gran filósofo Aristóteles.
Alejandro Magno fue entrenado militarmente desde su niñez. Su preparación intelectual estaba a cargo del mismísimo Aristóteles.
A los 20 años tuvo que hacerse cargo del reino que dejara vacante Filipo II al ser asesinado. Inmediatamente tuvo que enfrentar una rebelión de las ciudades griegas, a las cuales oprimió deliberadamente.
Durante su corto gobierno, Alejandro fundó alrededor de setenta ciudades. Luego de conseguir Babilonia y asentarse en ella, centralizó su gobierno, el cual comenzó a decaer.
Alejandro Magno murió en el 323 a.C., luego de un banquete. Algunos dicen que por excederse con la bebida, pero también están quienes dicen que fue envenenado.
Al no tener sucesores legítimos, sus generales lucharon entre sí por el poder del imperio. Pero esto simplemente llevó a su desmoronamiento poco tiempo después.
Imperio Romano
Nos encontramos con el más famoso entre los imperios más importantes de la historia. Evidentemente los romanos hicieron bien su tarea imperial, pasando a la posteridad como un ícono inconfundible.
Fundado en el año 27 a.C. por su emperador Augusto, tuvo una larga extensión temporal hasta caer en el 476 d.C. Su capital fue la ciudad de Roma, y su idioma oficial el latín.
Además de su longevidad, el Imperio Romano fue conocido por su amplia extensión territorial. Esto se debía a su determinante poder político y militar. En el año 117 d. C. ocupaba más de 7 millones de kilómetros cuadrados de territorio.
La base económica fueron los esclavos, quienes eran principalmente provenientes de los territorios conquistados. Fue también la inmensa mano de obra esclava la que dio su lugar en la historia a semejante imperio.
En principio, la religión era politeísta y se permitían los cultos de los pueblos dominados. Uno de ellos fue el cristianismo, religión que fue tomando más y más lugar. Finalmente el cristianismo fue legalizado como religión en el 380 d.C.
El Imperio Romano fue el que elaboró la conocida pirámide social de patricios, plebeyos y esclavos. Además de expandir enormemente su particular y admirada arquitectura: nadie desconoce una foto del Coliseo Romano.
Pero como todo imperio, llegó a su parte baja. Sucedió cuando Diocleciano, en 284, instauró una tetrarquía que dió cierta debilidad política. Hubo una reunificación lograda por Constantino, pero en el 380 Teodosio volvió a dividirlo.
Es así que se formaron el Imperio Romano de Occidente y el de Oriente. Fue la última división política antes de la caída final. El Imperio Romano de Occidente sufrió la invasión de los germanos, en el 476, y se desintegró.
Se considera ese momento como una ruptura histórica que da comienzo a la Edad Media. Otra característica que nos demuestra la importancia y grandeza del Imperio Romano.
Por otra parte, el Imperio Romano de Oriente se mantuvo en pie con su base en Constantinopla hasta 1453. Este imperio es más conocido como el Imperio Bizantino, y tiene su propia historia. Te la contamos.
Imperio Bizantino
El imperio Bizantino marcó su comienzo en 395 d.C., cuando Teodosio dividió el Imperio Romano en dos. Su capital, Constantinopla, fue construída sobre la ciudad de Bizancio, de donde proviene su nombre.
Cuando la parte occidental cae en manos de los germanos, el Imperio Bizantino se autoproclamó el sucesor legítimo del Imperio Romano. Incluso logró recuperar gran parte de los territorios occidentales en su época de esplendor, a mediados del siglo VI.
La perdurabilidad de este imperio se basó en la explotación agrícola y las relaciones comerciales. Su ubicación era estratégica, ya que unía el Mar Negro con el Mediterráneo, siendo punto clave de la Ruta de la Seda.
Fue un Estado teocrático, con el cristianismo como centro. Pero en la época de mayor expansión el emperador Justiniano rompe con el papado de Roma. Así da comienzo al cesaropapismo, donde el emperador reúne el poder político y religioso.
Las franjas sociales aumentaron, y mejoraron las condiciones de vida. Comenzaron a aparecer distintas profesiones y oficios, que daban posibilidad de riqueza o comodidades.
Un punto muy importante fue la inversión en el arte como propaganda política y religiosa. Especialmente se manifestaron en la pintura y la arquitectura.
Al estar al servicio de tales poderes, los artistas debían apegarse a ciertas reglas para crear, las cuales se terminaron universalizando. Incluso al día de hoy pueden reconocerse y utilizarse los estándares del arte bizantino.
El imperio Bizantino fue sufriendo cada vez más el asedio de los turcos otomanos y los árabes llegado el 1400. Sumado a las reiteradas peleas con el papado, el emperador fue perdiendo cada vez más estabilidad.
Así es que en 1453, cuando el poder bizantino se había relegado a Constantinopla, llega la gran invasión otomana. Un gran ejército turco lucha durante casi un mes contra la resistencia bizantina.
En mayo de 1453 se dió la famosa caída de Constantinopla. Se puso fin al Imperio Bizantino, o más bien, al Imperio Romano de Oriente. Es aquí, una vez más, que la caída de los romanos demarca el fin de otra era, la Edad Media.
Imperio Otomano
El Imperio Otomano tuvo su origen en el año 1299 y perduró por más de seis siglos. A finales del siglo XIII uno de los pequeños estados turcos comenzó a conquistar a sus pares.
Uno a uno, fueron uniéndose bajo un mismo monarca y tomando cada vez más poder. Llegando al 1453 la presión que venían ejerciendo sobre el Imperio Bizantino, como te contamos antes, surtió efecto.
Fue el Imperio Otomano el que puso fin a los bizantinos. El hecho es un punto de inflexión que demarca el fin de la Edad Media.
Tras la conquista de dicho territorio, se convierte en uno de los imperios más importantes y poderosos de occidente. En su mejor época controlaba el Mediterráneo, y por ende el comercio.
Alcanzó a ocupar terrenos de Asia, África y Europa. Así también logró controlar las rutas terrestres entre oriente y occidente. Sin embargo, es esta misma extensión la que genera su debilidad.
La monarquía turca era muy abarcativa pero no logró descentralizar el poder, por lo que algunas comunidades comenzaron a independizarse. Esta desprolijidad generó alborotos internos que lo debilitaron aún más.
Finalmente, tras la derrota que sufrieron con su aliado Imperio Alemán, en la Primera Guerra Mundial, llega su peor momento. Los conflictos internos no cesan, y llega el final de la monarquía otomana.
A pesar de ser un imperio con es islam como religión oficial, fue característico su tolerancia étnica. En la escala social había dos grupos de súbditos del sultán. Un grupo comprendía a los funcionarios, militares y sacerdotes. El otro, por supuesto, a los trabajadores.
Cabe destacar que sus principales fuertes fueron el comercio y el poder militar. Su potencia militar contaba con los jenízaros. Un grupo de guerreros altamente entrenados tanto física como intelectualmente que pertenecían al sultán.
Imperio Mongol
Para dar final, llegamos a la historia de un imperio asiático famoso por su emperador, Gengis Kan. El Imperio Mongol existió desde 1206 hasta 1368 en Asia Central.
Su primer emperador, Gengis Kan, llevó adelante una de las más grandes campañas militares, con un avance territorial difícil de igualar. Logró ser, en su mejor momento, el segundo imperio más extenso de la historia, con unos 24.000.000 km cuadrados.
Su ejército se destacaba por sus entrenados jinetes que lograban disparar flechas con arco al mismo tiempo que montaban. Un avance increíble para la época, que permitía atacar a 500 metros de distancia.
Sin embargo, como en tantos otros casos, su ambición por extenderse sentenció su fin. El imperio se desintegró, luego de haberse dividido ya en cuatro estados, por las interminables fricciones políticas internas.
Conclusión
Como mencionamos, al día de hoy puede parecer historia lejana hablar de un imperio. Sin embargo, este tipo de organización política es justo anterior a los actuales estados que conocemos.
Conocer la historia y prácticas, como también las disoluciones, de los imperios más importantes del mundo nos es imprescindible. Desde tales hechos es que quedó conformado el mundo tal como lo conocemos.
Es por eso que hoy dejamos en claro las principales características de los imperios que creemos que más marcaron la historia. Esperamos que te sean de incentivo para seguirla conociendo. También desarrollamos un artículo que habla sobre los imperios no tan famosos pero que también tuvieron importancia histórica.
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