Cuando se trata de viajar, hay dos grandes alternativas. La primera es ir a lo seguro, según dictan las guías de viaje. La otra es descubrir según afinidades y rumores, según lo que han contado los viajeros avezados. Es decir, encontrar la geografía oculta.
No se trata de una tarea sencilla: hay que descubrir lugares de los que pocos saben, tomar rutas secretas, fuera de los circuitos habituales. Sitios en los que muchas veces no hay hoteles ni guías.
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Vamos a recorrer algunos de los mejores representantes de la geografía oculta en el mundo. Con todos sus atractivos secretos y todo lo que tienen para ofrecer.
"Islas Remotas: Tesoros Escondidos en los Océanos"
Las llamadas islas remotas son una de las últimas fronteras a conquistar. Por su difícil acceso son paraísos intactos, con su belleza original muchas veces intocada. Apartados enclaves en los que se vive la emoción de ver lo que pocos han visto.
Se trata de espacios con una serie de encantos comunes: playas vírgenes, aguas cristalinas y paisajes impresionantes. Atractivos que no han sido afectados ni por el desarrollo humano ni por el turismo.
La geografía oculta es el calificativo que se da a los destinos naturales o antiguos poco conocidos o de difícil acceso, que requieren de un espíritu aventurero.
Entre esta belleza natural se encuentra que se trata de ecosistemas que son hábitats de flora y fauna únicas, que no se pueden encontrar en ningún otro espacio.
Conozcamos algunas de estas islas secretas, parte de la geografía oculta de los archipiélagos.
"Islas Faroe: Belleza escarpada en el Atlántico Norte"
Se trata de una geografía oculta, aunque muy bien conocida por los amantes de los festivales musicales.
Las Islas Feroe son un archipiélago escondido entre Islandia y Noruega en el Océano Atlántico Norte, si bien son parte de Dinamarca. Se trata de un grupo de 18 islas volcánicas de belleza irresistible.
Los aventureros encontrarán en cada una de ellas rutas de senderismo entre paisajes volcánicos que conducen a impresionantes acantilados. En el camino hallarán cascadas y la particular flora que se nutre de los suelos sulfurosos.
Una de las grandes ventajas de estas islas de formas caprichosas, es que se puede llegar a ellas desde Edimburgo a precios muy asequibles.
Y hay que apurarse: los cinco festivales de música que se celebran anualmente en las Feroe las están haciendo muy populares.
"Palau: Arrecifes de coral y lagos llenos de medusas"
Al sureste de la Micronesia se encuentra Palau, un país insular que permite una actividad que parece imposible: nadar entre 10 millones de medusas. Algo que parecería una locura mortal es posible en este paraíso.
En Palau se encuentra el Lago de las Medusas, un enclave de impresionantes arrecifes y aguas cristalinas en donde habitan las medusas doradas. Se trata de una especie endémica que se distingue por no picar ni producir quemaduras.
Estas medusas doradas migran al amanecer desde los extremos del lago hacia su centro. Producen un espectáculo deslumbrante, una colorida corriente en la que se puede nadar o bucear con toda seguridad.
Los visitantes, además, pueden recorrer los arrecifes de coral que rodean la isla. Ahí es posible nadar entre delfines y enormes tiburones ballena.
"Islas Kerguelen: Una maravilla polar en el Índico"
Una serie de islotes franceses a unos cientos de kilómetros del círculo polar ártico en el océano índico. Su impresionante y extrema geografía oculta les ha ganado el sobrenombre de “Islas Desolación”.
Se compone de arrecifes, 300 islotes y una gran isla en donde reposa un enorme glaciar. 300 días del año llueve y soplan poderosos vientos. En sus costas conviven algas gigantes y troncos fosilizados.
Aunque podría parecer un sitio árido, se trata de un archipiélago lleno de vida: ahí se encuentra una de las mayores colonias de pingüinos del mundo. Su cómico andar transcurre entre leones marinos, focas y el vuelo de los albatros.
"Ciudades Subterráneas y Cuevas Sorprendentes"
¿Qué es lo que lleva a las sociedades a construir ciudades bajo tierra? Esta expresión de la geografía oculta pareciera llevarnos a esa época primigenia en que habitábamos cavernas.
Al revisar las diferentes ciudades subterráneas del mundo comprendemos que estas urbes secretas se construyeron por razones muy concretas. Ante todo, para sortear las inclemencias del tiempo: como abrigo del frío o escudos ante el calor.
Las ciudades subterráneas son ese punto de la geografía secreta en donde se aunan las formaciones naturales, como montañas y cavernas, y el ingenio humano.
También se les construyó por motivos religiosos, ante todo para honrar a los muertos (como fue el caso de las catacumbas parisinas). En ciertos casos, para sacar partido a las formaciones naturales.
Fuera cuales fueran los motivos que guiaron a sus arquitectos, las ciudades subterráneas han quedado como joyas en donde se encuentran ingenio y naturaleza.
"Derinkuyu: La ciudad subterránea de Capadocia"
Turquía bien podría ser nombrada el país de las ciudades subterráneas: solo en la región de Capadocia existen 37 urbes de esta naturaleza, abandonadas. La mayor de ellas (que tiene más de 20 mil habitantes) es Derinkuy.
Con más de 3 mil años de antiguedad, Derinkuy es, en realidad, una profunda red de enormes túneles que corren bajo lo que fuera Anatolia. Con una profundidad que llega a los 85 metros bajo tierra y con 18 niveles, fue construída por los hititas.
Hoy en día esta joya de la geografía secreta es parte del Parque Nacional de Göreme (Patrimonio de la Humanidad desde 1985) con impresionantes túneles. Enormes formaciones naturales o excavaciones en donde se aglomeran calles y multitudes.
"Cuevas de Waitomo: Un espectáculo lumínico en Nueva Zelanda"
Esta red de túneles naturales contraviene las ideas que tenemos sobre las cavernas. Lejos de estar sumidas en las tinieblas, poseen una luminiscencia natural, producida por millones de luciérnagas.
Las cuevas de Waitomo son el hábitat natural de los glowworms: una especie de insectos que en su etapa larvaria brillan para atraer presas. Se concentran en las paredes y el techo de estas cuevas, y las iluminan con una luz preternatural.
El recorrido de esta geografía oculta abarca unos 45 minutos: comienza en un río y termina a pie, bajo la bóveda iluminada por estas luciérnagas. Es importante señalar que no se permite realizar fotos ni videos.
"Petra: La ciudad rosa tallada en las rocas de Jordania"
Pocas muestras de la geografía oculta hablan de una civilización tan portentosa como la ciudad jordana de Petra. En ella se agrupan casas, templos y tumbas labrados en la cantera rosa del valle del que toma su nombre, hace más de 2 mil años.
Poco se sabe de sus arquitectos, los nabateos, ricos comerciantes nómadas, que usaban esta ciudadela como centro de sus numerosas rutas. Un centro operativo que les permitió dominar el territorio de Siria a Grecia.
Hoy en día Petra aparenta una aldea de casonas en piedra rosa. En realidad, esos edificios son el acceso a la ciudadela subterránea. Túneles abovedados bajo los que caben portentosos edificios.
Entre ellos se cuentan un teatro romano con capacidad para más de 6.000 espectadores, el palacio del Tesoro y un monasterio. Todos con impresionantes columnas corintias, amazonas en bajorrelieve y acroteras.
Todos estos prodigios se tallaron de arriba hacia abajo en la roca, en una proeza impresionante.
"Maravillas Naturales Inexploradas"
Por increíble que parezca, en el Siglo XXI aún quedan enclaves desconocidos en el planeta. Bosques de gran espesura, selvas peligrosas o cavernas desconocidas. Se trata de retos para los viajeros más osados.
La geografía oculta recopila alguno de los últimos lugares intocados por el gran turismo en el mundo: selvas, cuevas, bahías…
La geografía oculta guarda estos secretos que pagan al aventurero con paisajes y experiencias inolvidables. Vamos a cerrar este recorrido por los viajes extremos con tres de esos lugares.
Primero el Bosque de Piedras de Tsingy, un macizo de pequeñas montañas de piedra caliza en Madagascar. Después, Son Doong, reconocida como la cueva más grande conocida. Y cerramos con el mayor sumidero del mundo, ubicado en Belice.
"El Bosque de Piedras de Tsingy en Madagascar"
Madagascar es una isla que reserva paisajes prodigiosos, no pocos de ellos dignos de figurar en una antología de la geografía oculta. Entre ellas destaca el Parque nacional Tsingy de Bemaraha, el mayor paisaje de piedra del mundo.
Se trata de una maravilla geológica creada hace 200 millones de años cuando emergió el fondo del mar en esta región. Con el paso de los siglos, esa meseta de piedra caliza se fue erosionando con las lluvias y el viento.
El resultado fue este bosque de formaciones alargadas y caprichosas, que recuerdan a árboles. Son los llamados tsingys, colinas y pináculos que se extienden desde unos grandes acantilados. Rodean un bellísimo bosque virgen, inaccesible
A pesar de su aridez, este paisaje kárstico está lleno de vida. Se trata del refugio de especies de flora y fauna en peligro de extinción. Destacan los alegres lémures, que acompañan al visitante con ágiles saltos y ojos curiosos.
"La Caverna de Son Doong: La cueva más grande del mundo"
Cerca de la frontera de Laos y Vietnam, se encuentra la que se considera la cueva más grande del mundo: la caverna de Son Doong. Su nombre quiere decir “la cueva del río de la montaña”. Y en ella corre el río subterráneo más largo de la Tierra.
Es una cueva que se formó con la disolución constante de piedra caliza. La cueva principal corre por más de 9 kilómetros, atravesada por su río. En algunas secciones el techo de la caverna se ha desplomado, y cambia dramáticamente el paisaje.
En estos tramos se han formado bosquecillos gracias a la entrada de luz solar. El viajero se encuentra con un paisaje asombroso: árboles que se elevan en las orillas del río subterráneo y rozan el techo de la caverna.
Debido a su composición, Son Doong alberga prodigiosas formaciones: estalactitas de casi 80 metros y enormes perlas de calcio del tamaño de una pelota.
"El Gran Agujero Azul en Belice: Un sumidero en el océano"
En las costas del país centroamericano se ubica un enorme anillo azul delimitado por aguas turquesas. Se trata de uno de los puntos de las geografía oculta más visitados por biólogos marinos y practicantes del buceo: el Gran Agujero Azul.
Se trata de una formación creada por un derrumbe en el fondo marino. Tanto en tierra como en el mar se le conoce como sumidero. Y este, a 64 kilómetros de la costa beliceña, se considera el más grande del mundo.
Tiene 300 metros de ancho y 125 metros de profundidad. Aquellos que se acercan a él, lo perciben como un gran círculo oscuro en las aguas turquesas que corta la Barrera de Arrecifes de Belice.
Conforme se sumergen en el Gran Agujero Azul, los visitantes nadan entre meros gigantes, tiburones nodriza y de punta negra. Es posible, incluso, encontrarse con algún tiburón cabeza de martillo,
Los peces y el ambiente caribeño desaparecen en las capas más profundas, y el sumidero se convierte en una caverna. Su zona más abisal se conoce como la Catedral. De sus paredes cuelgan impresionantes estalactitas.
Es, en efecto, el portal a diferentes mundos en el mar.
Conclusión
La geografía oculta es un estilo de viaje que busca aquellos destinos inexplorados, de difícil acceso o pocos conocidos. La idea es volver a la experiencia primigenia de descubrir un mundo natural, intocado por el progreso y el turismo.
Te hemos presentado una guía de alguno de los más impresionantes lugares que nos reserva esta modalidad. Desde ciudades subterráneas hasta bosques de piedra. Esperamos que reflejase la diversidad y la emoción de ese mundo por descubrir.
Todos los días publicamos contenido sorprendente y vigente en El Destape: en cada visita, encontrarás nuevas fronteras por descubrir.
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