Generación Zoe: estafa financiera, coaching y política “soft”

Tanto el Coaching como la estafas piramidales son síntomas de la época que vivimos. La crisis de representación y un mundo cada vez más desigual ponen en cuestión la legitimidad de Instituciones como Estado, la medicina, la ciencia o el dinero.

27 de febrero, 2022 | 11.05

Las denuncias contra la estafa financiera de Generación Zoe explotaron una bomba que salpicó a diferentes sectores del entramado social más poderoso: medios, periodistas, influencers, conductorxs, predicadorxs, famosos, actores, y políticos. El caso rompió el techo del silencio  gracias a que miles de “inversorxs” se agolparon en la puerta de la empresa, en la ciudad de Villa María, Córdoba,  y la sede porteña de Núñez, para cobrar la renta de 7,5% mensual y hasta 90% anual que les había prometido.

Las caras visibles de este entramado empresarial-espiritual-educativo-financiero son Leonardo Nelson Cositorto y Maximiliano Batista, ambos prófugos acusados de asociación ilícita y estafa, y Norman Ariel Prospero, el contador que fue el único detenido. El CEO tiene un pedido de captura internacional de INTERPOL y una alerta internacional en el portal de IOSCO, que agrupa a los reguladores del mercado de capitales del mundo. Si bien ahora todos lo cuestionan, se trata de un personaje amigable con el establishment que estuvo cerca de figuras públicas de renombre.

Durante los últimos año participó como invitado en programas de televisión y radio como analista político o ejemplo de emprendedurismo exitoso.  Estuvo en el programa de Viviana Canosa, quien lo arengó al aire y dijo: “Nos abre la cabeza y piensa en el futuro”; fue recibido por Pampita Ardohain en NET TV; y también lo hizo con Ángel de Brito en Los Ángeles de la Mañana, en El Trece; entre otros espacios. Además fue entrevistado para medios como Clarín e Infobae (las notas fueron eliminadas) y Zoe Cash, la criptomoneda de la firma estafadora, era promocionada por uno de sus líderes, Gabriel González, y Mariano Iúdica. Generación Zoe tiene adeptos en  el mundo deportivo como Ricardo Caruso Lombardi, DT del club Deportivo Español, que esta semana reafirmó su apoyo; Miguel Ángel Brindisi; y  Alejandro Mancuso.

Pero también el responsable del esquema Ponzi tiene fuertes vínculos con el mundo de la política partidaria. En estos días se conocieron audios, presentaciones e imágenes que lo mostraban con los macristas Martiniano Molina, el ex Intendente de Quilmes, y el diputado Diego Santilli. "Ahora, si los políticos tuvieran resultados concretos, ahí da gusto. Por eso, la empresa apoya a Diego Santilli. Estamos hablando de una persona, no de una estructura política, porque esa persona tiene los valores, utiliza las palabras que nosotros utilizamos: compromiso, trabajo, seguridad", dice en un video Gabriel "Rosita" González, actor de "Pasión de sábado" que formaba parte de Zoe. Voceros de Santilli negaron cualquier vínculo del diputado con el empresario y la empresa en cuestión.

El Coaching, las pseudo ciencias y la política

Generación Zoe nació hace más de cinco años en Córdoba como una compañía de Coaching y liderazgo, y luego se diversificó para expandirse a otros países. Además de la estafa piramidal, se presenta como una "comunidad educativa y creadora de recursos para el desarrollo personal, profesional, financiero y espiritual". En Villa María funcionaba una supuesta Universidad del Trading, donde se brindaban capacitaciones y cursos no oficiales sobre inversión en criptoactivos, neurociencias, finanzas personales, psicología y demás disciplinas. A través del tejido de redes y el fortalecimiento del vínculo con lxs inversorxs construyó una suerte de secta, colectivo, o grupo de pertenencia identitaria, que busca reafirmar la confianza en el sistema incluso ahora en medio de la investigación judicial. Hay víctimas que vendieron su casa, su auto o incluso un fideicomiso para invertir, y siguen creyendo que van a cobrarlo.

Y acá es cuando entra la figura central del Coaching. La práctica, que puede ser considero una pseudociencia, carece por completo de base científica o teórica. Por eso la puesta en marcha de estos dispositivos se basa en la palabra de los líderes y la fe ciega de las víctimas. Es que Cositorto además es la  cabeza de la iglesia Aviva Zoe, desde donde salían a buscar y convencer a miles de personas, sobre todo de sectores de bajos recursos, que buscan contención. El sostén de Generación Zoe, además de la promesa de dinero, es la construcción de un cierto grado de legitimidad, confianza, y reconocimiento. Los líderes repiten sistemáticamente como mantras discursos, mensajes,  y expresiones, ligados a lo emocional, la realización personal, consejos de autoayuda, bienestar y desarrollo personal. Si uno recorre los discursos se reconocen siempre las mismas palabras: éxito, superación, cambio, equipo, riesgo, transformación personal, auto conciencia, habilidades blandas, alegría, espiritualidad, motivación.

Las charlas motivacionales de los Coaches son muy comunes en el ámbito privado y empresarial como “entrenamiento de negocios” que ofrecen herramientas para sacarle el jugo a las oportunidades de negocios y lograr la eficiencia en los resultados. Y no casualmente es una de las herramientas comunicacionales que más utiliza Juntos por el cambio y el macrismo en sus actividades  internas y actos políticos. No hace falta más que remontarse a los famosos encuentros de Coaching motivacional y espiritual que encabezaba Mauricio Macri en el Centro Cultural Kirchner para el gabinete ampliado. De hecho el ex Presidente trabajó con diferentes coaches, y en 2018 el Gobierno contrató de urgencia a Isabelle Anderson, una coach internacional que tiene un sistema de "seis pasos" para CEOs, con el objetivo de trabajar en  los mensajes y discursos de Mauricio Macri en medio de la crisis económica.

Podemos decir que un Coach es una persona que acompaña a otras o a grupos en el desarrollo de potencialidades o en el camino hacia alcanzar ciertos objetivos. Como no se trata de una disciplina formal ni regulada, en los últimos años se han multiplicado los Coaches de casi cualquier cosa: deporte, bienestar, finanzas, nutrición, alimentación, salud, psicología, etc. Entre los métodos que utilizan podemos encontrar la psicología transpersonal y pseudo terapias sin sustento ni prueba alguna de efectividad real.  Lo cierto es que no son profesionales sanitarios y no deberían tratar problemas de salud física o mental. Pero como no hay universidades del Coaching o títulos formales sellados por el Estado, para convertirse en unx alcanza con ponerle el término a una tarjeta personal. 

Las estafas y las soluciones fáciles, signos de una época

La estrategia utilizada en el Coaching financiero es similar al fenómeno de los anti vacunas. Se suele utilizar un léxico y la jerga típica del sector para crear cierta confianza, se alude a términos técnicos que muchos han escuchado pero desconocen, y  además utilizan la estrategia “soft”  a través de la publicidad de famosxs o influencers que los recomiendan en primera persona, con lo que busca generar cierta sensación de cercanía o familiaridad. Con lxs inversorxs. Estos espacios se sostienen  exclusivamente sobre opiniones, relatos y experiencias en primera persona que sirven para convencer e interpelar sin ningún tipo de la responsabilidad social. Al mismo tiempo, como no existe regulación alguna funcionan en una suerte de un limbo legal.

Tanto el Coaching como la estafas piramidales son síntomas de la época que vivimos. La crisis de representación y un mundo cada vez más desigual ponen en cuestión la legitimidad de Instituciones como Estado, la medicina, la ciencia o el dinero. El siglo XXI es un caldo de cultivo ideal para la reproducción de movimientos y expresiones reaccionarias, que reniegan de las instituciones y grandes relatos, bajo el discurso de la libertad, la consciencia, o el empoderamiento individual. También es muy representativo de los tiempos actuales la necesidad del éxito y la felicidad instantánea, ya sea a través del consumo, la inversión o intervenciones que brinden resultados pronto, pero irreales. Atrás de ambos fenómenos aparece el modelo del facilismo y una cultura donde se acortan los tiempos para todo.

El psicólogo peruano Alejandro Khaled Salomón Paredes, lo denunció en 2018 en su artículo titulado ‘Coaching: una pseudopsicología de la posmodernidad’: Cada vez llegan más personas a mi consulta con una problemática común: refieren una mejoría en forma de alivio, empoderamiento o esperanza temporal que luego deriva en un malestar significativo en términos psicológicos y emocionales, tras haber recurrido a un ‘coach’ por alguna razón específica. La experiencia suele ser inicialmente muy auspiciosa: cambios anímicos favorables, una motivación inmensa a lograr todo lo que se propongan y una perspectiva positiva de las circunstancias. Sin embargo tras un leve lapso de tiempo refieren sentirse peor que antes, como si todo lo trabajado no hubiera calado en el ser mismo a profundidad, como si el cambio fuera solo superficial.

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