Juan Manuel Dávila, uno de los fiscales en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, se refirió al caso que tiene en vilo al país y tras asegurar que la víctima "estaba indefensa", resaltó que nunca estuvo en un juicio "con tantas pruebas" contra de los acusados. Tras las jornadas de alegatos, el próximo 6 de febrero, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores dará a conocer la sentencia que deberán afrontar los ocho rugbiers.
En diálogo con TN, el fiscal señaló: "No nos sorprendió el pedido de absolución de (Hugo) Tomei, pero es importante remarcar que su insistencia por la parte audiovisual no tiene lugar porque todos los testigos afirmaron que lo filmado reflejó lo que pasó". Cabe recordar que el abogado defensor expuso su estrategia frente al tribunal con un pedido de perdón seriado de todos los imputados, acompañado con un duro alegato contra la "condena mediática" y buscó instalar la absolución, o en su defecto evaluar el homicidio en riña, simple con dolo eventual u homicidio preterintencional.
Si bien las partes esperaban que la sentencia se diera a conocer la próxima semana, deberán esperar hasta el lunes 6 de febrero para que se expida el tribunal. Ante esto, el fiscal Dávila explicó que "es normal" este lapso ya que los jueces "tienen que detallar la fundamentación". Mientras que añadió: "Creíamos que iba a ocurrir, tienen que evaluar pericias y la declaración de 23 testigos del hecho".
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Más allá de todos los análisis que deban realizar los magistrados sobre el caso, el funcionario judicial indicó: "Creo que el 6 de febrero el Tribunal va a tener listo el veredicto con todos sus fundamentos, ellos van a resolver si los leen o no ese mismo día". Y ante la posibilidad de que se generen disturbios, explicó que la seguridad estará a cargo del Servicio Penitenciario bonaerense y que "el vallado se va a mantener, hay que ver si asisten los familiares y los propios acusados porque no tienen obligación".
Por otra parte, luego de referirse al pedido de disculpas de los ocho acusados que, según entiende, "fue guionado", Dávila habló de la denuncia por "falso testimonio" contra el sobreseído Juan Pedro Guarino y el rugbier N°11, Thomás Colazo. "Cuando declararon dijeron que no vieron el ataque, pero sabemos que no es verdad eso. Es imposible que no hayan visto lo que ocurrió si estaban a dos metros de Fernando y de sus amigos", apuntó.
Qué penas enfrentan los rugbiers por el crimen de Fernando
Tras la etapa de los alegatos, tanto de la querella, la fiscalía como de la defensa, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores dará a conocer su veredicto contra los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa en las puertas del boliche Le Brique, ubicado en Villa Gesell. Cabe recordar que la defensa pidió la absolución mientras que los fiscales y los abogados que representan a la familia del joven asesinado solicitaron la pena de prisión perpetua para los involucrados.
Después de tres semanas intensas, el Tribunal encabezado por la jueza María Claudia Castro deberá decidir qué penas aplica y cómo se computarán los años en los que los rugbiers ya estuvieron en la cárcel.
"Se los acusa a todos por igual por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones”, sostuvo el fiscal Dávila en la jornada de alegatos.
La querella, a cargo de Fernando Burlando, Facundo y Fabián Améndola, siguió la misma línea de la fiscalía y concluyó que todos los imputados tenían la misma responsabilidad y rol en el asesinato, por lo que merecen la pena de prisión perpetua. “Todos participaron, todos pegaron, todos mataron”, aseguró el reconocido y mediático abogado.
Por su parte, el representante legal de los acusados, Hugo Tomei, pidió -en el caso de que no se dé la absolución para todos- tres posibles imputaciones y sentencia contra sus clientes. En primer lugar, buscó calificar al hecho como "homicidio en riña o agresión" (agresión sin intención de matar) y también como "homicidio preterintencional" (sí hay intención de provocar lesión pero no la muerte). Ambas prevén penas de hasta seis años de prisión.
La última opción de Tomei fue calificar al hecho como "homicidio simple con dolo eventual", que quiere decir que los imputados debieron haberse percatado que con las patadas y puñetazos que le dieron a Báez Sosa podrían ocasionarle la muerte, pese a lo cual prosiguieron con su accionar. En este caso, se contempla una pena que va desde los ocho (8) hasta los 25 años de prisión.