En San Juan, hay un grupo de internos que apuesta por la reinserción, contra la idea que establece que las condenas tienen necesariamente aparejada la reincidencia. Desde ese lugar, con mucho empeño y gracias a su participación constante en los talleres de laborterapia, llegaron hasta la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires para mostrar sus creaciones.
Actualmente, más de mil internos participan de estos talleres y más de 300 los abocados a la parte de artesanías, marroquinería y diseño, que se desarrollan en diferentes días de la semana, con el objetivo de devolverle a la comunidad el mal que causaron, con sus acciones fuera de la ley. En esta oportunidad, las artesanías que realizaron algunos jóvenes llegaron a lucirse en el evento internacional que se lleva adelante como cada año en La Rural.
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En esta oportunidad fueron cerca de 150 artesanías en las que incluyeron bolsos materos y morrales los que realizaron en los pabellones del Servicio Penitenciario Provincial, ubicado en la ciudad de Chimbas. Pero los internos sanjuaninos no sólo son artesanos, también han tenido cursos de diseño indumentario, dictado por principales especialistas del mundo de la moda. Esta idea de diseñar y volcar sus talentos en algunas tareas específicas busca mostrarles que se puede emprender con pocos elementos, para luego abrir sus propios microemprendimientos y así insertarse en el mundo laboral.
Donaciones desde el Penal
Desde la panadería del Servicio Penitenciario, realizaron 1.500 docenas de facturas para donar a niños de establecimientos educativos con bajos recursos. Asimismo, en la última Pascua realizaron huevos de pascua que donaron a los festejos de una localidad alejada del Gran San Juan que se llama 25 de Mayo.
Las prácticas que se realizan en carpintería, talleres de metalurgia, albañilería y demás, se orientan al mantenimiento de las instalaciones de la institución, como así también aportan su apoyo al mantenimiento de plazas públicas y escuelas. Otra de las actividades que realizan es la recuperación de bicicletas que fueron vinculadas a robos, y que no fueron reclamadas, como así también aquellas que fueron vinculadas a siniestros viales, las recuperan y las donan a chicos en departamentos alejados. Estas bicicletas se utilizan para el transporte de los menores a las escuelas, en los pueblos más humildes.
Al respecto de todas estas actividades, el director del Penal, Adriel Fernández manifestó a El Destape que no todos los internos pueden trabajar en este tipo de emprendedurismos. Por lo general, lo hacen las personas vinculadas a legajos de hurtos, robos sin violencia ni uso de armas, y personas con buena conducta que están próximas a salir o con una conducta ejemplar. “Lograr la reinserción es lo que queremos. Y que ellos sepan y entiendan que pueden lograr mucho más trabajando con sus manos. Cuando cometió un delito con daño leve donde se puede reparar se considera y el trabajo es más sencillo. Estamos en un proceso y hay mucho por hacer”, remarcó.
En el penal de San Juan se realizan trabajos de sastrería, zapatería, albañilería, plomería, bicicletería, agropecuaria, refrigeración, jardinería, electricidad, metalurgia, carpintería, bloquera, pintura, panadería, mayordomía, mantenimiento y limpieza en general.