La Ciudad de Buenos Aires amaneció con un humo intenso en su cielo. Junto a un fuerte olor a quemado, muchos vecinos de los barrios que la componen se preguntaron a qué se debió este fenómeno. Las redes sociales se inundaron de interrogantes, y los mismos se fueron esfumando con el correr de las horas.
Fuentes oficiales aseguraron que se registró un cambio importante en el sentido del viento. Esto permitió que ingresen partículas que podrían estar vinculadas a los incendios producidos recientemente en el delta del Río Paraná.
Si bien el humo no es nocivo para la salud de los vecinos porteños. Sin ir más lejos, desde la Secretaría de Ambiente manifiestan que los registros de la calidad del aire sigue siendo aún mejor que antes del inicio de la cuarentena.
Mediante un comunicado oficial, el gobierno aseguró que los valores relevados del Material Particulado (mezcla de partículas líquidas y sólidas, de sustancias orgánicas e inorgánicas que están en el aire) comenzó a subir.
Por otro lado, los valores de monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno continúan bajos y estables. De todos modos, y como es habitual, la Ciudad continúa supervisando la calidad del aire mediante las tres estaciones de control que se ubican en Parque Centenario, La Boca y Córdoba y Rodríguez Peña.