Hace un par de años que los movimientos feministas, con mayor o menor nivel de conocimiento, provocan signos de apoyo o detracción. Las mesas familiares, las reuniones de amigos, las redes sociales y la televisión: no hay espacio que no se preste a la discusión.
Lo que los anti-feministas no entienden es que el movimiento no busca más que una igualdad de derechos y posibilidades para todos los géneros. Se suele decir, erróneamente, que el feminismo es el “machismo al revés”.
¿Sabías que existe un término para definir eso? Si bien no está avalado por la Real Académica Española, la palabra “hembrismo” sería la indicada para referirse a una discriminación sexual hacia los varones.
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¿Qué son los movimientos feministas?
El feminismo persigue, en términos generales, la reivindicación de los derechos de la mujer. Esto significa: igualdad entre los géneros. Sin embargo, la lucha contra el orden patriarcal es y ha sido muy diversa.
Los movimientos feministas son una serie de modelos de pensamiento crítico que cuestionan la opresión a la mujer en los diversos ámbitos de la vida social y privada. La perspectiva de género puede aplicarse en todos los ámbitos.
La lucha contra el orden patriarcal es, y ha sido, diversa.
El feminismo tiene lugar en la política, en la teoría económica, en las expresiones culturales y en el pensamiento académico. Al tratarse de una perspectiva, de una forma de mirar las cosas y cuestionarlas, es multidisciplinario y diverso.
Los movimientos feministas son variados. Actualmente, existen diferencias dentro del feminismo. De la misma manera, los movimientos feministas han ido evolucionando a lo largo de la historia, focalizando en diferentes cuestiones, según las necesidades y condiciones de la mujer en cada momento.
Historia de los movimientos feministas en Argentina
A continuación, te contamos sobre la evolución del feminismo y sus diversas expresiones en nuestro país.
Primeros reclamos: Sufragio, educación e igualdad civil
Los movimientos feministas en Argentina se remontan a mediados del siglo XIX. El Código Civil sancionaba, sin vueltas, la inferioridad jurídica de las mujeres, que se veían limitadas en el ejercicio de la ciudadanía.
En mayo de 1910, se realizó el Primer Congreso Femenino Internacional de la República Argentina, en Buenos Aires. Fue organizado por la Asociación “Universitarias Argentinas”.
Allí, se discutieron las principales demandas de las feministas de la época. Estas eran: la remoción de la inferioridad civil, la obtención de mayor educación, el auxilio a madres desvalidas y el acceso al sufragio.
Julieta Lanteri
Julieta Lanteri fue una de las principales sufragistas de nuestra historia nacional. Emigró de Italia en 1879 junto a su familia, a sus 6 años de edad. Fue al Colegio Nacional de Plata, que era exclusivo para hombres. Fue la primera mujer en obtener el título de Bachiller en Argentina.
En 1896, se convirtió en la tercera mujer en ser admitida como estudiante en la Facultad de Medicina. Se recibió de farmacéutica y de médica. Mientras comenzaba a ejercer, fundó la Liga Argentina de Mujeres Libre Pensadoras, junto con María Abella Ramírez. Se trató de un movimiento laico y anticlerical, vinculado al sector académico y con orientación internacional.
En 1911, fue la protagonista de un hecho histórico. Se presentó ante la Justicia reclamando su derecho a votar. El fallo decretó que no había impedimento legal para que una mujer ejerciera dicho derecho.
Julieta Lanteri fue entonces la única mujer incorporada al padrón y pudo votar en las elecciones municipales de ese año. Se convirtió así, en la primera mujer en sufragar no solo en Argentina, sino en toda Sudamérica. Eso sucedió 36 años antes de que se sancionara la “Ley Evita” de sufragio femenino en el país.
Julieta Lanteri fue la primera mujer en votar en Argentina y Sudamérica en 1911, 36 años antes de la Ley de Sufragio Femenino.
En 1919, Lanteri fundó el Partido Feminista Nacional y se presentó a las elecciones para diputados, sin formar parte del padrón como electora. Entre sus propuestas, se destacó el subsidio a las madres.
Esta referente de los movimientos feministas en Argentina luchó por los derechos de las mujeres hasta el último de sus días. Murió en 1932 en circunstancias sospechosas, atropellada por un auto conducido por un integrante del grupo fascista parapolicial llamado “Legión Cívica”.
María Abella Ramírez
María Abella Ramírez fue una docente, periodista y escritora uruguaya, radicada en La Plata. Dedicó gran parte de su vida a apoyar, promover y difundir con su escritura las ideas de los movimientos feministas de la época.
Fue fundadora de la revista Nosotras, una avanzada publicación feminista que funcionó entre entre 1902 y 1904. Y luego, en 1910, dirigió La Nueva Mujer.
En 1905 organizó la Liga Feminista Nacional de la República Argentina, filial nacional del movimiento para el Sufragio de la Mujer. También fundó, como ya se ha dicho, la Liga Argentina de Mujeres Librepensadoras, junto con Lanteri.
Gracias a María Abella Ramírez, podemos dar cuenta prolijamente de cuáles eran los reclamos de los movimientos feministas en Argentina en aquellos tiempos. En 1906, presentó un “Plan mínimo de reivindicaciones femeninas” en el Congreso Internacional de Libre Pensamiento que tuvo lugar en Buenos Aires.
Estas reivindicaciones para las mujeres consistían en:
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igualdad de educación y de oportunidades de empleos y salarios;
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la posibilidad de administrar los bienes propios tras el matrimonio;
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garantía de los bienes gananciales;
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derecho al divorcio;
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supresión de las cárceles del Buen Pastor
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y obtención de derechos políticos.
Su libro En pos de la justicia, publicado en 1908, incluye este y otros textos. Se trata de un documento que aglutina ensayos feministas fundamentales para los movimientos feministas en Argentina.
Alicia Moreau
Alicia Moreau nació en Londres en 1885. Hija de un revolucionario francés exiliado, llegó a la Argentina en 1890. Fue la segunda mujer en graduarse de médica en el país y lo hizo con diploma de honor. Se especializó en ginecología y atendió a mujeres pobres y prostitutas.
Además de ícono feminista, fue referente del Partido Socialista. Integró el Consejo Directivo del partido y desde allí encaró su liderazgo en materia de género. Fue, además, la mujer de Juan B. Justo, líder del partido.
Fundó el Ateneo de Mujeres, desde donde publicó artículos progresistas sobre diversos temas. Ha publicado también en la Revista Socialista Internacional.
Alicia Moreau fue quien elaboró en 1932 un proyecto de ley de sufragio femenino. Fue presentado por un diputado socialista y aprobado en Diputados. Sin embargo, el Senado conservador lo rechazó. Recién en 1947 el voto femenino se hizo ley.
Esta mujer fundamental para la historia de los movimientos feministas en Argentina vivió 100 años. Y, su legado sigue hoy vigente.
Alicia Moreau elaboró en 1932 un proyecto de ley de sufragio femenino, 15 años antes de la sanción de la “Ley Evita”.
Eva Perón y el sufragio femenino
Durante la primera mitad del siglo XX, el mundo fue escenario de regímenes totalitarios que impactaron el devenir político de todas las naciones. En este contexto, los movimientos feministas perseguían mayores libertades para las mujeres, frente a las resistencias de un mundo que parecía avanzar en un sentido contrario.
El derecho al voto fue reconocido a las mujeres argentinas en 1947, con la Ley de Sufragio Femenino, impulsada por Eva Perón. Sin embargo, esto fue posible gracias a la lucha de mujeres que durante las décadas anteriores habían defendido sus ideas, a riesgo de ser castigadas por la sociedad.
La importancia de la figura de Eva Perón en la historia del reconocimiento de los derechos de la mujer es innegable. Fue una fundamental impulsora de la participación política de las mujeres.
Además, ostentó un poder antes impensado para una mujer de su época. Sin embargo, ella no se consideraba feminista. Su trabajo fue encausado exclusivamente desde el peronismo.
La importancia histórica de Eva Perón para las mujeres argentinas es innegable. Sin embargo, no se consideraba feminista.
En 1951, se celebraron las primeras elecciones nacionales con voto femenino, que llevaron a Perón a su segunda presidencia. El 90% de las mujeres empadronadas se presentó a los comicios.
Así, se inauguró un periodo excepcional para las mujeres en la política. No solo por su participación en las elecciones, sino por el casi 30% de plazas que ocuparon en ambas cámaras del Congreso.
El compromiso de Evita con la igualdad de géneros no se limitó al ejercicio del voto. Echó luz sobre el problema de la explotación de la mujer puertas adentro. La invisibilización del trabajo doméstico, comúnmente relegado a la mujer y las personas feminizadas, sigue siendo un asunto para los movimientos feministas de hoy.
La década de 1960
La década de 1960 fue importante para los movimientos feministas alrededor del mundo. En 1948, el sufragio femenino había sido declarado un derecho universal, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. A partir de esto, las críticas pasarían del plano político al social.
En Estados Unidos, surgieron con vehemencia los reclamos por las mujeres y minorías. En Francia se recuperó el vigor del movimiento. La publicación fundamental para esta segunda ola feminista fue El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir, que había sido publicado en 1949.
Argentina atravesó durante esta década un periodo político agitado, signado por la oposición peronismo-antiperonismo, en una sucesión de gobiernos democráticos y golpes de estado.
Lejos de un contexto favorable, los movimientos feministas y sectores cada vez más amplios de la sociedad cuestionaron el rol tradicional de la mujer.
La década de 1970
En 1970, se creó la Unión Feminista Argentina. Se dedicaba principalmente a acercar a sus integrantes textos de feministas extranjeras como Virginia Wolf o Beauvoir.
En esta época, surgieron otros grupos como Nueva Mujer y el Movimiento de Liberación Femenina. Cada uno de ellos tenía sus propias publicaciones. Los temas no se limitaban a la cuestión de género. El contexto político obligaba a una discusión más amplia.
En 1974, se conformó el Frente de Lucha para la Mujer. Elaboró un programa que proponía, entre otras cosas: un salario para el trabajo doméstico, iguales oportunidades de acceso a la educación, guarderías acceso a información y uso de anticonceptivos y, por último, aborto legal y gratuito.
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo
Estos reclamos fueron interrumpidos por la dictadura militar que tuvo lugar entre 1976 y 1983. No había lugar para las discusiones mencionadas en el contexto de persecución política que subyugaba al país.
Sin embargo, este lamentable episodio de nuestra historia vio nacer a las principales organizaciones de derechos humanos de la Argentina, enteramente conformadas por mujeres.
Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo surgieron durante el proceso militar a partir de la búsqueda de familiares desaparecidos. Son grupos que se conformaron casi espontáneamente ante la imposibilidad de un grupo de mujeres de permanecer en silencio ante el atropello de derechos fundamentales como la libertad y la identidad.
No se trata de asociaciones estrictamente feministas. Sin embargo, no puede pensarse en la evolución de los movimientos feministas en Argentina sin considerar el trabajo y compromiso político de estas mujeres.
Una vez restaurada la democracia y sin cesar la búsqueda de los familiares desaparecidos, la relación de las Madres y Abuelas con las consignas feministas se hizo explícita y así permanece hasta el día de hoy.
Finales del siglo XX
Con el retorno de la democracia, los movimientos feministas cobraron un nuevo impulso y su perspectiva fue renovada. Enfrentarse al patriarcado era enfrentarse a las formas autoritaristas que tanto daño habían provocado.
Las principales preocupaciones de los movimientos feministas durante la década de 1980 fueron la cuestión de la violencia doméstica, el acceso a anticonceptivos y la participación política.
Gracias a su esfuerzo, en 1991, Argentina fue el primer país del mundo en incorporar una ley de cupo femenino a su legislación. Esta establece que las listas electorales deben incluir al menos un 30% de candidatas mujeres a cargos nacionales.
La reforma constitucional de 1994 incluyó la adhesión a la Convención contra todas las formas de Discriminación de las Mujeres. Durante esta década, cobró mayor visibilidad la mujer lesbiana como sujeto político dentro de los movimientos feministas en Argentina.
Ley 26.485
Durante los primeros años del siglo XXI, los argentinos hemos sido testigos de importantes avances legislativos en materia de género. El mayor signo de esta evolución es la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
Esta ley no sólo enumera ampliamente los derechos que deben ser garantizados a las mujeres. También, define diferentes tipos de violencia de género.
El reconocimiento formal de los distintos tipos de violencia que sufre la mujer en todos los ámbitos es un paso fundamental. Gracias a ello, se favorece la continua y necesaria defensa de sus derechos.
Movimientos feministas actuales. ¿Qué se pide?
Podemos decir que, en la actualidad, son dos los reclamos principales de los movimientos feministas en Argentina.
Por un lado, el Colectivo Ni Una Menos, nacido en 2015, protesta principalmente contra la violencia contra la mujer y su consecuencia más extrema, el femicidio. Se trata de un movimiento de origen Argentino que se ha extendido a decenas de países que hacen eco de la consigna en multitudinarias marchas.
Por otro lado, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Grauito ha cobrado particular visibilización. Este es el reclamo encarnado en la marea de pañuelos verdes.
Si bien la Campaña tuvo su origen en 2005, fue el tratamiento legislativo del Proyecto de Ley en 2018, tras su octava presentación, el hecho que quitó el velo a un tema hasta entonces tabú. El acceso legal y gratuito a la interrupción voluntaria del embarazo es una consigna histórica de los movimientos feministas y, según las consignas, una deuda histórica del Estado.
El acceso legal y gratuito a la interrupción voluntaria del embarazo es una consigna histórica de los movimientos feministas.
Cabe remarcar que, en Argentina, desde 1919, el aborto es legal en caso practicarse con el fin de evitar un peligro para la vida o salud de la persona gestante o si el embarazo es producto de una violación. Aún así, algunos sectores del sistema de salud y las organizaciones religiosas no dejan de poner trabas a la hora de garantizar el acceso a tal derecho.
Conclusión
En los últimos años, los movimientos feministas en Argentina y en todo el mundo comenzaron a gozar de una mayor visibilidad. Hoy, se trata de un fenómeno más masivo que nunca.
Cabe reiterar que los movimientos feministas son múltiples y diversos. Cuestiones como la postura frente a la prostitución y a la transexualidad o la adhesión a determinadas corrientes políticas y/o teóricas son motivo de bifurcaciones y dan lugar a diferentes enfoques.
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