Violó y mató a su primita de 11 años, confesó y arregló que el juicio fuera rápido y sin presencia de familiares. Juan Carlos Rodríguez no saldrá más de la cárcel. Ecaso Yoselí Rodríguez tuvo respuesta en tiempo récord.
Los detalles del hecho ocurrido en la localidad sanjuanina de Media Agua son aberrantes y contundentes. Todas las escalofriantes pruebas apuntaban a Juan Carlos Rodríguez (24) como el violador y femicida de su primita Yoselí, en San Juan. Tal como lo esperaba y lo pidió la UFI Delitos Especiales, la condena al acusado de perpetrar el primer femicidio de 2022 fue ejemplar: reclusión perpetua y la imposibilidad de solicitar beneficios a futuro.
La resolución sorprendió a los sanjuaninos en un día muy particular, cuando se conmemora la lucha y se hace la voz popular por los derechos de las mujeres. Si bien estaba previsto que se desarrollase entre marzo y abril, el resultado de toda la evidencia llegó a manos del fiscal Iván Grassi antes de tiempo.
Así fue que solicitó el juicio oral para el acusado que lleva sólo dos meses presos, precisamente desde el momento del homicidio, tuviera una sentencia. La razón por la cual se aceleraron todos los plazos, además de contar con las pruebas que lo incriminaban, fue que la defensa del Rodríguez solicitó un juicio abreviado; se declararía culpable de violar y matar a su prima. La condición del sujeto era no enfrentarse con la familia, que es la misma que los vio crecer a ambos.
Así las cosas, el fiscal puso también su condición: que la pena fuera reclusión perpetua, la máxima que establece el Código Penal Argentino, por la aberrante maniobra y el resultado de su imperdonable delito. La causa se tipificó como Homicidio agravado por violencia de género, alevosía y críminis causa (lo que quiere decir que cometió un delito para ocultar otro, que fue la violación).
Como Rodríguez sabía que no iba a zafar, aceptó recibir la máxima pena y el juicio se resolvió por sorpresa en la mañana de martes en la sala de audiencias del Palacio de Tribunales en San Juan. De esta manera, se alzó la voz femenina en la provincia cuyana, demostrando así la Justicia, el acompañamiento a los familiares de las víctimas. Una causa que, en el viejo sistema de acusación penal, podía tardar más de 3 años en resolverse por el papeleo, la burocracia, las recusaciones y los planteos escritos; se terminó por resolver en dos meses, a través del Sistema Acusatorio Adversarial. ¡Hubo justicia para Yoselí!
El peor año nuevo
A primera hora del 1º de enero de 2022, una aberrante noticia sacudió los portales de la provincia de San Juan. Una niña de 11 años había sido encontrada sin vida con signos de violación, en un baldío ubicado sobre calle Quiroga en Media Agua. La escalofriante escena fue descubierta por su propio padre Raúl Rodríguez, quien salió en compañía de su familia a buscar a la nena porque no estaba en casa de su tía, tal como ellos imaginaban.
Lo que ocurrió fue que ese día Yoselí pidió permiso para ir a saludar a los familiares que estaban reunidos en casa de su tía. En ese lugar encontraría finalmente el horror. Un primo de la niña, que hacía poco tiempo había regresado desde Puerto Madryn a San Juan, lo observó y planificó todo en su mente antes de cometer el peor de los delitos.
Aprovechó que la niña se sentía cansada y que se había ido a recostar al dormitorio de su tía para tomarla entre sus brazos, sacarla por la ventana y llevarla a un descampado cercado, donde la violó. Yoselí intentó defenderse, pero un puntazo en su rostro propinado con un cuchillo de cocina, la dejó inconsciente. En ese momento, Juan Carlos intentó encubrir su delito de la peor manera, callándola para siempre. No contento con el sufrimiento que le provocó, le asestó otras 10 puñaladas en su cuerpo y la mató brutalmente a sangre fría. Luego la abandonó en el lugar y se escapó.
La Policía lo halló horas después, oculto, escabulléndose por los terrenos descampados de la zona de Sarmiento, pero no pudo zafar. Fue directo al Servicio Penitenciario Provincial desde donde pidió la prisión domiciliaria, pero le fue negada rotundamente. A 50 metros del cuerpo de Yoselí, el cuchillo de cocina fue enterrado lleno de sangre. Prueba contundente para los investigadores que pudieron comprobar la presencia de las huellas del asesino.
En las uñas de la víctima, restos de piel de Juan Carlos también formaron parte de las pruebas. También hubo testigos que revelaron haber visto al sujeto caminando solo, nervioso y sucio, cerca de las 7 de la mañana por la escena del crimen. Finalmente, se halló la ropa con sangre del asesino, cuyos resultados aportados por el examen forense revelaron que se trataba de la sangre de la víctima. Todo señalaba que él había cometido el delito asique no le quedó más que confesar su culpabilidad. Hoy recibió su condena: la máxima pena sin perdón y beneficios.