Nuevas pruebas podrían generar un giro en la causa por el femicidio de Cecilia Basaldúa, la joven porteña de 35 años, hallada muerta en un basural en Capilla del Monte, Córdoba, en 2020. En la última jornada de testimonios realizada este jueves la querella sumó una evidencia que da cuenta de irregularidades en la investigación que lleva la carátula de “abuso sexual con acceso carnal, homicidio doblemente calificado por violencia de género y criminis causa”. Hasta el momento, hay un solo imputado: Lucas Bustos, un albañil que trabajaba cerca del lugar. El juicio se retomará el próximo 10 de junio.
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Cecilia, que viajaba de mochilera por la provincia, habló por última vez con su madre el 4 de abril de 2020, y el 25 apareció su cuerpo a pocas cuadras del basural de la ciudad, con signos de abuso. Ahora, en el marco del juicio que se lleva adelante en los Tribunales de Cruz del Eje, la abogada de la familia, Daniela Pavón, dio a conocer una denuncia por robo del 15 de mayo del 2020, realizada por una familia que al llegar a su casa encontró violentada la cerradura de entrada y, entre otras cosas, un colchón con sangre.
La denuncia, realizada en la comisaría de Capilla del Monte, se hizo 20 días después de encontrar el cuerpo de Cecilia y posterior a la imputación de Bustos, quien para la familia "no tiene nada que ver" con el femicidio de la joven. No obstante, la fiscal de Cosquín, que lleva la causa, Paula Kelm, nunca pidió que se sometieran a pruebas de ADN.
Al ser consultada sobre por qué no se prestó atención a este dato, la abogada sostuvo ante El Destape que “suponen que ya tenía cerrado el caso”. “Venimos denunciando desde el comienzo estas situaciones, siempre dijimos que la instrucción penal preparatoria fue desastroza, que fue llevada por la policía de Capilla del Monte, y ahora (esta situación) queda al descubierto”, dijo y sumó que si “estas acciones intentan encubrir a alguien o hablan de una falta de idoneidad para ocupar el lugar de funcionario público”.
Pavón explicó, además, que el informe presentado por Química Legal indica que se detectó sangre y pelo humano en una barra metálica, en el exterior de una bolsa de nylon que contenía pasacasetes, hallada sobre una cama, y en un auto que se encontraba en la vivienda. Por esa razón, solicitaron el cotejo de ADN con varias personas y que se incorporen los informes técnicos. La defensa no se opuso a la petición de la parte querellante y el tribunal resolvió hacer lugar al pedido de muestras genéticas solo cotejando con Cecilia y Bustos.
“Durante el juicio lo que pudimos observar y dejar expuesto es la falta de perspectiva de género”, marcó Pavón al hacer referencia al desarrollo del proceso judicial. En tanto, señaló que existe la posibilidad de que las muestras solicitadas no den resultados, dado que la prueba ni el lugar fue resguardados como es necesario. “No nos queremos adelantar, pero en ese caso me parece que hay una responsabilidad por parte de la fiscal”, dijo la abogada.