La fiscal del caso por el femicidio de Rocío González, Patricia Hortel, fue repudiada por sus últimas declaraciones que apuntaron contra la víctima y pidieron que sea removida de su cargo. La funcionaria pública afirmó en declaraciones televisivas que la joven asesinada "no se hizo respetar".
La fiscal brindó esta semana una entrevista luego de la detención del hombre acusado de asesinar a tiros a Rocío González, quien era su compañera de trabajo. Hortel aseguró que a su propia hija no le hubiera sucedido lo mismo que a la joven asesinada porque ella "se hace respetar".
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"Tengo para mí, tal vez esté equivocada, la experiencia me indica que no... Los agresores seleccionan a sus víctimas. Dificulto que a mi hija le pase algo así, porque tiene otro perfil, ¿me entendés? Debemos educar muy distinto a las mujeres", comenzó diciendo la fiscal en una entrevista a El Nueve.
Y siguió: "No la conozco a Rocío, no puedo hablar por Rocío, porque no la conozco. Pero lo que te puedo decir es que la mayoría, no todas, pero la mayoría de las víctimas que yo tengo son mucho más moderadas, educadas, mucho más respetuosas".
"Estoy segura de que mi hija lo saca bailando, se impone. Es una persona que se hace respetar, su 'no' es respetado. Y la mayoría de las personas que yo tengo no son así", planteó polémica.
Ante estas afirmaciones, el conductor la cruzó y ella justificó sus dichos: "No comparto eso, pero es una realidad. Preferiría que fuera respetada igual. Faltan psicólogos, psiquiatras. Si vas con el psiquiatra, concuerdan conmigo: hay algo que las hace seleccionables (por el femicida)".
Las declaraciones de la fiscal generaron repudio en toda la sociedad y la familia de la víctima elevó un petitorio a las autoridades de Saladillo que, finalmente, presentaron un pedido de remoción de la fiscal a cargo de UFIN° 2. El documento fue firmado por el intendente Salomón y contó con las firmas de secretarios y concejales de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
En el pedido, calificaron la declaración de la fiscal de "desafortunada y lamentable" que "demuestran una profunda falta de perspectiva de género y de sensibilidad social que está ocasionando hoy día un reiterado clamor social por su destitución del cargo".
"Como mandatario municipal me interpela y genera la convicción suficiente, propia y de mi equipo de trabajo, de tener que elevar tal pedido de destitución conforme a los procedimientos que legalmente estime corresponder", remarcó el jefe comunal.
"Estas palabras desacertadas estereotipando a una víctima frente a su agresor y haciéndola cargo de la percepción o los riesgos que ella misma corría frente al victimario, creemos que debe ser una función de los efectores de justicia y que plantear lo otro es revictimizar a una persona que acaba de perder su derecho más preciado, que es el derecho a la vida", continúa la carta oficial.
Asimismo, hace hincapié en otras declaraciones públicas de la letrada en las que también "deslizó sobre la responsabilidad de la víctima sobre las dimensiones del riesgo latente manifestando que no decidió hacer la denuncia penal y solo optó por las medidas precautorias que brindó la Justicia de Paz local".
En tanto, volvieron a enfatizar en los "prejuicios, estereotipos y falsos paradigmas sobre las víctimas". Y cerró: los estereotipos "han dejado una herida insalvable que distancia y nos motiva a tomar esta decisión y elevar este pedido".
Femicidio de Rocío González
Una joven de 25 años fue asesinada a balazos mientras trabajaba en un local de venta de alarmas y monitoreo de la ciudad bonaerense de Saladillo por un compañero al que había denunciado por acoso y maltrato, quien le disparó al menos siete veces y escapó. Tras permanecer casi cinco días prófugo, el hombre acusado por el femicidio, Renzo Eduardo Chidichimo , fue detenido en un campo ubicado entre esa ciudad bonaerense y La Flores.
El crimen ocurrió el 1 de junio, dos días antes de la conmemoración de los ocho años del "Ni Una Menos", en el local Carletti Servicios, una firma dedicada a la venta de sistemas de alarma y monitoreo de viviendas, ubicado en la calle Frocham 2832, de esa ciudad del suroeste de la provincia de Buenos Aires.
Según las fuentes consultadas por Télam, el joven empleado de la firma, Renzo Eduardo Chidichimo (25), llegó al local fuera de su horario laboral, cerca de las 14, y se dirigió directamente a un cuarto donde se realizan los monitoreos de las cámaras de seguridad. Allí, trabajaba Rocío Magalí González (25) junto a otra empleada, precisaron los voceros.
Sin mediar palabra, Chidichimo desenfundó una pistola Bersa calibre 9 milímetros y disparó al menos siete veces en dirección a González, quien fue herida de gravedad. Tras el ataque, el joven escapó, mientras que la víctima fue trasladada al sanatorio local, donde falleció a raíz de las heridas que le produjeron los disparos recibidos.
"Fueron segundos los que duró el ataque. Fue directamente a lograr su cometido", detalló un investigador consultado por esta agencia.
Voceros judiciales indicaron que la víctima había realizado una denuncia contra Chidichimo a fines del 2022 y otra en mayo de este año por maltratos, acoso laboral y violencia psicológica. "Las denuncias fueron realizadas en la comisaría de la mujer pero fueron ante el fuero civil, no penal, por eso las actuaciones se derivaron a un Juzgado de Paz, que tomó medidas cautelares", explicó un vocero.
Una de las medidas adoptadas fue el cambio de horario de trabajo de Chidichimo, para evitar que se cruzaran en el local, y además voceros policiales indicaron que existía entre ambos un perímetro de restricción de acercamiento.