Un hombre de 36 años denunció el secuestro extorsivo de su esposa por la que pedían 100.000 dólares de rescate, pero luego confesó que la había asesinado. El hecho ocurrió en la localidad de Francisco Álvarez, Moreno, en la provincia de Buenos Aires, en donde fue hallado parte del cuerpo descuartizado.
Según informaron fuentes allegadas, bomberos y policías de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno-General Rodríguez este sábado realizaron un allanamiento en la casa de la calle Azteca al 200, en donde la pareja convivía junto a sus cinco hijos -que se encuentran a resguardo por parte de la Secretaría de la Mujer local. Los recuentos nacionales de Mumalá y de la Casa del Encuentro señalan que en Argentina hay un femicidio cada 38 horas.
Fuentes judiciales y policiales informaron a Télam que la investigación comenzó el viernes por la mañana cuando el ahora detenido, identificado como Juan Darío Sanabria Báez, se dirigió a la DDI para denunciar que su esposa, llamada Nilda Rosa González (29), había sido secuestrada tras ir al médico en Morón. Según sus dichos, los captores le enviaron mensajes de WhatsApp desde el celular de ella en los que le exigieron la entrega de 100.000 dólares para liberarla, caso contrario la iban a matar y vender sus órganos.
Ante esa denuncia, los investigadores de la Justicia federal de Morón analizaron los teléfonos de la pareja y determinaron que la última ubicación de ambos aparatos fue por la ruta 24, por lo que la pareja estaría junta en ese momento. Añadieron, además, que el hombre cobraba un sueldo mínimo por una obra en la que trabajaba de albañil y que era propietario de un Renault 19 que no funcionaba, por lo que todos esos datos les llamó la atención a los pesquisas, que profundizaron las tareas sobre el presunto secuestro hasta que el albañil confesó el femicidio.
Sanabria Báez le dijo a la Policía que la había asesinado, detalló que descuartizó el cuerpo y que arrojó algunas partes en un campo cerca de la ruta 24. El acusado contó a la Policía que el jueves por la noche estaba junto a su esposa y sus chicos terminando la cena para luego irse todos a dormir. Sin embargo, ambos comenzaron a discutir sobre una presunta "infidelidad" en la relación: "La chica andaba con otra persona, yo hablé con ellos, les dije hay que comportarse en la vida y seguir adelante. Él salió a trabajar y se olvidó la SUBE, volvió y la encontró en la cama con otro", contó esta mañana Juan, padre del hombre, al canal C5N.
El matrimonio prosiguió con la discusión hasta entrada la madrugada cuando, según dijo Sanabria Báez, tomó un cuchillo y la mató de varias puñaladas para luego descuartizarla.
Tras contar con esa información, personal de la DDI realizó un rastrillaje por la zona hasta que halló distintas partes del cuerpo dentro de una mochila, en un predio ubicado en la avenida San Fernando, del barrio El Quijote de Cuartel V, entre el límite de Moreno y José C. Paz, en la zona del oeste bonaerense. Por el momento, la justicia federal remitió la causa a la fiscal Luisa Pontecorvo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3, del Departamento Judicial de Moreno - General Rodríguez.
La funcionaria judicial dispuso un allanamiento de urgencia en la casa de la pareja, donde la Policía encontró manchas de sangre y este sábado continuaron con las tareas en busca de las extremidades en el pozo ciego.
Además, los efectivos secuestraron varios cuchillos que podrían haber sido utilizados para cometer el crimen.
Los bomberos voluntarios y especialistas de la Policía Científica estuvieron desde en la tarde del viernes hasta esta madrugada en el lugar, mientras que los investigadores de la DDI de Moreno y General Rodríguez con funcionarios de las secretarías municipales de la Mujer y de Seguridad, trabajaron en la casa de la víctima para la contención de los hijos y la familia. La fiscal Pontecorvo indagará mañana al sospechoso por el delito de "homicidio agravado por el vínculo y femicidio", que prevé prisión perpetua.
Los investigadores esperaban la declaración de Sanabria Báez ante la representante del Ministerio Público ya que la versión que dio ante la Policía no tiene validez judicial. "Vivían felices, los dos eran felices, se querían mucho, abrazaditos todo el tiempo. Mi hijo es un tipo bueno, no se qué se le metió en la cabeza para hacer esto", afirmó su padre y añadió: "Me quedé muy mal porque a ella la trataba como mi hija, todas las noches charlábamos, nunca vi cosas anormales entre los dos".
Con información de Télam