La justicia de San Isidro dictó esta tarde “veredicto condenatorio” para Fabián Tablado, el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló. Tablado recuperó su libertad en febrero de 2020 tras cumplir sus condenas y volvió a ser detenido hace diez meses por violar dos restricciones perimetrales que tenía con el padre de la víctima y con sus hijas mellizas. Por este motivo, fue juzgado este martes por esa causa que lo llevó nuevamente a prisión.
"Creo que este fallo dejará huella y será el antecedente para que los jueces apliquen la ley", dijo Edgardo Aló, padre de Carolina, después de darse a conocer la condena a Tablado.
El juicio a Fabián Tablado
El juicio a Fabián Tablado se realizó con las partes de manera remota y electrónica por los recaudos por el coronavirus. Se inició durante esta mañana ante el juez Correccional 6 de San Isidro, Hernán Sergio Archelli.
Tablado participó del juicio de manera electrónica, desde la Unidad 46 de San Martín donde se encuentra detenido y su defensor fue el abogado particular Flavio Ojeda Carrasco. Edgardo Aló, padre de la víctima del femicidio y damnificado en esta causa, se conectó para el debate a la sede de la fiscalía de General Pacheco donde participó de la audiencia junto al fiscal de juicio Diego Callegari.
La condena
Fabián Tablado enfrentó una imputación por “desobediencia reiterada” (dos hechos), delito contemplado en el artículo 239 del Código Penal, que prevé una pena de 15 días a un año de prisión como máximo.
El imputado lleva casi 11 meses preso por esta causa, ya que se lo detuvo el 16 de diciembre del año pasado. Si es condenado al año de pena máxima, recuperará la libertad en poco más de un mes.
Tablado violó la perimetral: el registro de las cámaras
El 19 de octubre del 2020 entre las 15.20 y las 17 aproximadamente, Fabián Tablado se desplazó caminando por el puente Sacriste, ubicado en Av. Libertador San Martín cruzando la calle Lavalle de la localidad y partido de Tigre. Todo quedó grabado por las cámaras de Tigre, en donde se lo ve al imputado caminando junto a sus hijas mellizas por ese puente, con barbijo, lentes oscuros, bermuda y una remera azul.
El fiscal señaló que desobedeció e hizo caso omiso a la resolución dictada por la jueza de Familia 2 de Tigre, Silvia Sendra, en la que le prohibía acercarse a menos de 500 metros del domicilio o -como en este caso-, el lugar de trabajo del denunciante Aló, en la Dirección Nacional de Migraciones de Tigre, ubicada a 150 metros de donde Tablado pasó caminando.
Pero a Tablado le imputaron un segundo hecho de desobediencia porque la misma jueza también le había impuesto otra perimetral que lo obligaba a usar una tobillera electrónica, para que no se acerque a menos de 300 metros de su exmujer, Roxana Villarejo -con quien se casó en la cárcel en 2007, luego se separó y amenazó de muerte, hecho que le valió una segunda condena-, y que también incluía a sus hijas. Según la fiscalía, de esa disposición que también suspendía el contacto con sus hijas, Tablado había sido notificado un día antes de violarla.
Al ser indagado, Tablado se defendió diciendo que solo le habían notificado los domicilios particulares de Aló y sus parientes, pero que desconocía cuál era el laboral de su exsuegro, y también dijo que ese 19 de octubre, el encuentro con sus hijas se dio de común acuerdo con su exmujer, con quien dijo tener una "excelente relación", y con la supervisión de su suegra.
El femicidio
El crimen de Carolina Aló ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en la calle Albarellos 348 de Tigre, donde la joven de 17 años fue asesinada de 113 puñaladas tras una discusión.
En 1998 Tablado fue condenado a 24 años de prisión por "homicidio simple" pero en 2013 sumó la segunda condena por amenazar a su exmujer y su exsuegra y se le unificó una pena única de 26 años y seis meses que debía agotarse a fines de 2022.
Por el beneficio de la derogada Ley del "2x1" y los cursos que hizo en prisión como "estímulo educativo", el cómputo de la condena se le redujo y la pena se le dio por concluida el 28 de febrero de 2020, cuando abandonó la Unidad 21 de Campana, se fue a vivir a la misma casa de Tigre donde hace 24 años cometió el femicidio y luego, en diciembre, fue detenido por esta causa.