El gobierno Nacional anunció esta semana la puesta en marcha del sistema online de Protección Integral para los y las trabajadores de reparto y mensajería en todo el país, incluyendo a quienes lo hacen para las famosas aplicaciones de reparto como Glovo, Rappi, Pedidos Ya y Uber Eats. El objetivo de la medida es brindarles desde el Estado un seguro que garantice el acceso a la ART, cobertura de obra social y derecho a la jubilación a partir de un nuevo sistema que articula desde la AFIP con el Banco Nación el sistema de seguro y de protección social. La inscripción, que es través de un formulario gratuito y sencillo, ya está disponible en la web de Nación Seguros y se efectivizará a partir del 15 de diciembre.
Pero además esta medida impulsada por Sergio Massa es el puntapié de un trabajo colectivo que se inició luego de las elecciones generales y dará como resultado una Ley de regulación de la actividad que permitirá a los trabajadores elegir qué sistema de trabajo y contratación prefieren: si seguir como autónomos con el Seguro de Nación, o pasar a ser formalizado por la empresa. Para ello, luego de 60 días de prueba piloto del seguro, se convocará a un equipo a analizar los resultados, evaluar las devoluciones de las y los repartidores, escuchar los reclamos y observaciones, y elaborar un proyecto de ley con el acuerdo de las y los trabajadores, las empresas, y los actores que participan de este tipo de actividad económica.
En Argentina se calcula que son cerca de 600 mil las personas que trabajan, de forma permanente u ocasional, en el rubro de reparto o mensajería ya sea en moto, bici, o en otro vehículo particular. La mayoría lo hace como monotributistas, en situación de informalidad y precarización. El contrato con las empresas de las mochilas de colores los reconoce como “colaboradores”, “emprendedores” o “trabajadores independientes” pero no como asalariados por lo que no son alcanzados por los derechos laborales y previsionales. Pero además el de reparto en la calle es un trabajo que los expone a niveles altísimos de explotación, por la propia lógica de métricas y el ranking de rendimiento de las plataformas, que disciplina a través de premios o penalizaciones, y a situaciones de peligro como siniestros viales, golpes, deterioro de la ropa de trabajo, e incluso el robo o pérdida de las herramientas básicas que son el vehículo y el teléfono celular.
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Lo que ocurre es expresión de un proceso mundial de transformación del trabajo, reestructuración productiva, financierización de la economía y deterioro de la sociedad salarial. La del delivery es una actividad que se instaló a nivel local a fines del siglo XX y se convirtió en una opción de trabajo rápida para muchos desocupados luego de la crisis del 2001. En los últimos años (2015-2019), creció exponencialmente con la llegada y el establecimiento de las plataformas en Argentina, lo que generó una reforma de las relaciones laborales de hecho que implicó un proceso de flexibilización y ruptura de lazos: políticas para desresponsabilizar a empresas en procesos de tercerización, bajar los costos laborales y los aportes patronales. Con la pandemia se aceleró la consolidación del capitalismo de plataformas que implica ruptura del tejido social, político y cultural de la población.
Mariano Robles vive en Córdoba, trabaja con su moto desde hace más de dos décadas y es actualmente el Secretario General del Sindicato Único de Conductores de Moto de la República Argentina (SUCMRA). Relata que empezó en la actividad de mensajería cerca de los 2000s en Buenos Aires cuando lo echaron de la farmacia donde trabajaba. Su historia es la de miles de pibes y pibas que frente a la catástrofe social tuvieron que crecer, autonomizarse y sobrevivir desde la adversidad. Fue en ese momento que se organizaron a partir de un “trabajo de hormiga” y nació el sindicato que cuenta con 17 regionales y miles de afiliados de todo el país: “Somos un sindicato bastante particular porque tenemos personería simple pero no tenemos todavía la gremial, y la gran cantidad de compañeros nuestro está trabajando en negro así que somos un sindicato totalmente desfinanciado, a pulmón y con onda”.
Robles relata que como colectivo crecieron con la llegada de las aplicaciones y luego de la pandemia: “Las aplicaciones llegaron en pleno macrismo, como una expresión clara de esa forma de pensar el trabajo, porque entraron al país sin ningún tipo de restricción, no pagando ningún impuesto, sin respetar las leyes laborales de la Argentina. En ese marco y por la falta de trabajo que había creció un montón porque la empresa tomaba indiscriminadamente, sin preocuparse si el trabajador estaba bien, mal o necesitaba trabajo, era el ‘sálvese quien pueda’”.
Al contrario de lo que se cree desde SUCMRA no están en contra de las plataformas ni las aplicaciones en sí mismas, lo que sí reclaman es en contra de la explotación indiscriminada a los trabajadores: “Si aplican la ley laboral de la Argentina no hay ningún problema con que estén acá como cualquier otra empresa que la tiene que cumplir”. Por eso es que, al igual que el Primer sindicato nacional de base de trabajadores de reparto por aplicación (SiTraRepA) siguen esperando el reconocimiento del Ministerio de Trabajo para poder sentarse a discutir con las empresas los derechos que les corresponden.
Mariano fue uno de los convocados por el equipo de trabajo de Sergio Massa para un primer acercamiento que luego constituyó una mesa de trabajo entre diferentes organismos del gobierno nacional, representantes de los trabajadores, sindicatos y empresarios de algunas plataformas. “Massa es el primer candidato a presidente y con reales posibilidades de ganar que nos recibe, que nos escucha y que concretamente toma medidas con respecto a nuestro sector – expresa el referente - nosotros nos reunimos con él y a la ART tradicional le agregamos ideas con respecto a nuestras necesidades, que eran básicamente cubrir el seguro contra terceros. Y cuando se anunció estaban incorporadas la sugerencias de los trabajadores. Estamos muy contentos y lo valoramos realmente. No es común que nos reciban, que nos escuchen, y que concreten aparte las ideas tan rápidamente”.
Por otro lado, teniendo en cuenta la dinámica vertiginosa del trabajo en el espacio público, desde el sector celebran particularmente que se trate de un trámite online, gratuito y muy sencillo. “No hay que hacer nada, solo anotarse en el plataforma de Seguros Nación. Ahí uno entra pone los datos y a partir del 15 de diciembre ya estará asegurado. Eso es buenísimo porque a los chicos les cuesta un montón el tema de acercarse un lugar, hacer trámites, esto es rápido y fácil”, señala Mariano.
Otro de los anuncios fue la implementación de 25 estaciones o postas llamadas ‘RECARGATE’ que estarán distribuidas en las cercanías de las estaciones de tren del AMBA (12 en la Ciudad de Buenos Aires y el resto en la Provincia). En estos nuevos espacios las y los repartidores podrán hacer paradas para descansar o refrescarse ya que contarán con baños, internet, casilleros, cámaras de seguridad, espacios para cargar celulares y vehículos eléctricos, máquinas expendedoras de bebida y comida y un estacionamiento para poder ubicar sus vehículos. “Esto nos cambia un montón en la diaria. Cuando uno está todo el día en la calle y trabaja con el celular cargado, es un montón poder parar, cargarlo, ahora que viene el verano con el calor, o para poder calentar la comida. Eso va a ser un cambio fundamental. Nosotros ya lo habíamos planteado en algunos municipios y ahora se va a implementar a nivel nación, lo que es un salto gigante en la calidad de vida de los compañeros”, manifiesta Mariano.
En medio de la campaña electoral hemos visto como desde la Libertad Avanza han generado un canal directo de comunicación con este sector de la economía que usa el teléfono y las aplicaciones 24/7. De hecho suelen encontrarse por las calles algunas mochilas de colores decoradas con la cara de Javier Milei o calcomanías en los cascos con alguna frase alusiva. Incluso el mismo Ramiro Marra realizó una convocatoria a militantes que trabajen en aplicaciones de delivery, como Rappi y PedidosYa. Hay un punto nodal que no puede escapar al análisis, que tiene que ver con el uso de los dispositivos para llegar a las audiencias e través de mensajes cortos, directos, memes, fáciles de interpretar y que tocan fibras sensibles en medio del caos de la calle: “entre pedido y pedido tenés 20 mensajes, 20 memes de todos los colores, de los más ruinosos y los más asquerosos que se te puede ocurrir, algunos irreproducibles y muchas mentiras, muchas noticias falsas, cualquier cosa que se te ocurra porque vivimos con el teléfono prendido y más nosotros que trabajamos con el teléfono” .
Apuntar a este sector de la población es una estrategia política de LLA: son jóvenes, precarizados, invisibles para el Estado, que no gozan de derechos laborales y no vislumbran a corto plazo otras posibilidades de crecimiento económico o desarrollo profesional: “Les llega tanto el mensaje de Milei porque hace 20 años que nadie nos da bola y somos invisibles. Cualquiera que les diga cualquier cosa, o les prometa cualquier cosa, la gente se iba a interesar porque siempre va a pensar ‘no hay peor que esto’. Sí hay peor que esto, y lo estamos planteando en las asambleas”, analiza Mariano.
No obstante desde SUCMRA, SITRAREPA y la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (Asimm), rechazan las ideas de Milei y piden el cumplimiento efectivo de la ley de contrato de trabajo, como expresión de los derechos del laburante. Frente al balotaje del próximo 19 de noviembre estuvieron organizando asambleas y charlas en los lugares de trabajo entendiendo que con información pueden conversar sobre lo que podría pasar en un eventual gobierno de Javier Milei. “Nosotros venimos desde antes de 2001 y estamos en 2023, y es la primera vez que nos recibe un funcionario con capacidad de decidir, la primera vez que nos dan bolilla, nos escuchan. Estamos pensando en que el trabajador mensajero, de aplicación, tenga los mismos derechos que un trabajador normal, que tenga recibo de sueldo, vacaciones, aguinaldo y eso hoy no pasa. Lo que le explicamos a los compañeros es que eso no pasa, pero que si gana Milei no va a pasar nunca jamás porque en el capitalismo salvaje que él plantea la empresa no tiene ninguna regulación y el Estado no interviene. Si hay un nivel de explotación infrahumano hoy, imagínate después con las mano liberadas para poder hacer lo que quieran”, dice Mariano.