“Nos preparamos para los debates y para que alguno se enoje con el tema, pero esto, jamás”, dijo a El Destape María Cristina Geninazzi, integrante de Orgulloses de Construir Comunidad. La organización hace parte de las capacitaciones que se dan en el programa BA Multiplica desde hace tres años. El martes pasado, dos de los 20 encuentros virtuales que se daban en simultáneo fueron interrumpidos por gritos de “viva la libertad, carajo”, acompañados por gemidos y, finalmente, todo terminó intempestivamente -para resguardo de la seguridad e integridad de les asistentes- cuando mientras hablaban sobre infancias una persona empezó a masturbarse en cámara mientras hacía comentarios pedófilos.
“Lo que ocurrió fue un acto de violencia sexual hacia todas las personas en la sala y todo el colectivo de mujeres y LGBTIQ++. Nos quiso violentar, disciplinar. Ese acto fue una amenaza implícita de violación”, escribieron en la denuncia pública bajo el título “Denunciamos ataque libertario contra los talleres de orgulloses” al día siguiente del ciberataque que sufrieron, en medio de la campaña presidencial que se definirá el próximo 19 de noviembre entre el candidato oficialista, Sergio Massa (Unión por la Patria); y el ultraderechista Javier Milei (La Libertad Avanza).
Para ingresar a los chats las personas que se pudieron ver en cámara, taparon sus caras y, antes, para ingresar hicieron suplantación de identidad con nombres de integrantes de los talleres. Según supieron hasta ahora se organizaron a través de la web devox.me, un espacio de foros sobre temas “polémicos”, a través del cual se coordinaron. “Se escondieron cobardemente detrás del anonimato”, marcaron en su carta pública.
Además de gritos de “Milei 2023, viva la libertad, carajo”, llamaban a las feministas “femilocas” y a los hombres que acompañaban “manginas” (un acrónimo que forma parte del nuevo glosario machista, para referirse a varones que “empatizan” o se asemejan a algo a una mujer, biológicamente hablando). “Boicotearon el taller escribiendo en el chat repetidamente: “TODAS PUTAS” y “la comunidad DEVOX las ha domado”. El objetivo de esto, fue, dijeron “menoscabar a las y los participantes, amedrentar a las talleristas, atentando contra su dignidad, su libertad, obstaculizando que se dé el taller”. Ante la consulta de El Destape, Geninnazi contó que es la primera vez que sufren un ataque de este tipo y que, cuando se dio todo, el martes pasado a las 19, eran unas 40 las personas que estaban participando en los dos cursos atacados al tiempo que se daba una charla sobre violencia de género, en la que también se hizo referencia a las infancias.
Los talleres, contó, forman parte del programa BA Multiplica, que se ocupa de formar a jóvenes de entre 16 y 30 años con herramientas de empleabilidad, como programación, programas digitales y habilidades blandas a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Ellas, desde Orgulloses, están a cargo del módulo de género desde hace tres años. Según contó Geninnazi, que es maestranda en Género (FLACSO) y coordinadora del módulo, pudieron constatar que no había menores de 18 años al momento que ocurrió todo. Sin embargo, están llevando adelante un acompañamiento con los equipos de promotoras y de psicólogas para un seguimiento más personalizado.
Además, llevaron la situación ante la Justicia: hicieron una presentación en la Dirección General de la Mujer, a cargo de Carolina Barone; como ante la Fiscalía Especializada en Contravenciones y Delitos Informáticos (UFEDyCI) del Ministerio Público Fiscal. Esta acción, es llevada a delante junto con el director general de la Dirección General de Políticas de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Tomás Mestre.
A poco más de una semana para el balotaje, en el que las principales figuras de la organización ultraderechista se manifestaron en contra de la Educación Sexual Integral, compararon el matrimonio igualitario con tener piojos y de exponer posiciones violentas contra mujeres y LGBTI+, la lectura desde Orgulloses es una sola: “No es un hecho aislado propiciado por un grupo de enajenados, fue un acto de violencia contra las mujeres y un hecho de odio y discriminación coordinado planeado que buscaba callarnos. Como sociedad debemos repudiar estos hechos y pensar en las consecuencias de los mensajes de odio”.