Newell's transita un preocupante presente a nivel futbolístico e institucional. Tras perder el clásico contra Rosario Central el último sábado, la barra brava de "La Lepra" se manifestó en las afueras del Estadio Coloso Marcelo Bielsa para exigir la renuncia de los dirigentes y Silvia Bossio dejó su cargo como vocal suplente producto de una bandera con su apellido que los hinchas colgaron en las inmediaciones de la cancha. “Me querían afuera del club. Listo, lo consiguieron”, manifestó por medio de una publicación en Facebook.
A pesar de que los cánticos iban dirigidos a todos los dirigentes, con un especial tono de repudio hacia el presidente del club, Ignacio Astore, uno de los trapos que se observaron durante la marcha apuntaban contra Bossio, quien habría sido acusada de presunta corrupción en el manejo de los recursos rojinegros. “Bo$$io sin aliento, fuera del club”, era la frase que se leía en el cartel.
Mientras el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, reivindica su política de mano dura y enaltece el trabajo de la Policía, no garantiza la seguridad de los dirigentes rosarinos. En respuesta a las amenazas y las acusaciones, la ex vocal emitió un comunicado para dar a conocer su renuncia y desmentir que hubiera tenido alguna ganancia extra por formar parte de la dirigencia. “Aclaro para los giles… No soy ni seré sin aliento”, apuntó, y ratificó: “Soy socia vitalicia de Newell’s y lo único que hice desde que asumí fue trabajar para hacer un Newell’s mejor. Entiendo que a cierta gente esto le molesta”.
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A su vez, aprovechó la oportunidad para hacer referencia a la denuncia de Rosario Central contra los dirigentes leprosos que fueron acusados de generar destrozos en el palco que le cedieron para presenciar el clásico rival, según informó Rosario Plus. “Yo nunca vendí protocolos ni me quedé con algo del club. No viajo de arriba y cuando lo hice no rompí instalaciones ajenas”, desmintió sobre los supuestos negociados que le endilgaron.
Como si fuera poco, a la situación tensa que ya se vive en el club, se suma que un directivo cargó con dureza a algunos jugadores tras la derrota en el Gigante de Arroyito. Gustavo Beretta, vocal suplente, utilizó sus redes para pedir la renuncia de tres jugadores con duras palabras que sin dudas repercutieron en el seno del plantel.
Crisis en Newell's: la renuncia de Bossio profundiza los problemas institucionales
El alejamiento de Bossio no se trata de la primera baja que sufrió la dirigencia en el último tiempo: María Fernanda Corte también dejó su cargo como vocal a finales de julio, luego de que su casa fuera baleada por el jefe de la barra brava de Newell’s, Luciano Román G. alias “Lucho”, su pareja, Ivana Sabrina Barrias, y el hijo de Barrias, identificado como Emir R. (18).
El hecho ocurrió el pasado 26 de julio, cuando unos gatilleros abrieron fuego contra un domicilio ubicado en la calle Chacabuco al 2700, en el barrio Tablada, de la zona sur de Rosario. Durante la balacera, un automóvil Fox que pertenecía a un familiar de la dirigente recibió algunos impactos de bala, debido a que lo habían dejado estacionado en la puerta de la casa.
Luego de que el fiscal Franco Carbone identificara a los responsables del tiroteo, este descubrió una vinculación con Leandro “Pollo” Vinardi, quien es conocido por ser cercano al líder narco de Los Monos Ariel “Guille” Cantero y por regentear la barra brava rojinegra desde el penal de Ezeiza junto con Carlos Damián “Toro” Escobar. De acuerdo a la información de las autoridades, Barrias está en pareja con Vinardi, quien habría ofrecido respaldo al sector de la barra comandado por "Lucho".
Por este motivo, el investigador resolvió imputar a Vinardi, "Lucho", su mujer y su hijastro por el atentado realizado contra la casa de la ex integrante de la comisión directiva del club. Como consecuencia, el nivel de violencia aumentó dentro del mundo leproso, ya que horas antes de que se confirmaran las imputaciones, dos gatilleros en moto efectuaron disparos en las afueras del estadio como símbolo de repudio.