Mientras el gobernador Martín Llaryora recibe críticas por enviar cadetes de la Policía a las calles, los hechos delictivos en Córdoba no se detienen. Durante la tarde del miércoles, una jubilada vivió una situación de terror: cuatro delincuentes la interceptaron cuando estaba estacionando su auto, luego la tiraron al piso y la golpearon para robarse el vehículo y escaparse del lugar.
Poco después de las 17 horas, la víctima, llamada Clelia, se encontraba estacionada en su automóvil Fiat Mobi en la intersección de las calles Juan Rodríguez y Agustín Garzón, en el barrio San Vicente, cuando fue sorprendida por los ladrones. Sin mediar palabra, estos la zamarrearon para sacarla del asiento, la empujaron y la tiraron al suelo. La anciana ni siquiera intentó defenderse, pero uno de los delincuentes la pateó en el piso para correrla del camino.
Tras las agresiones, los hombres se subieron al vehículo para darse a la fuga. Mientras que la banda de delincuentes se llevaban el rodado, la víctima quedó desplomada en el medio de la calle,. No obstante, no se trató de la única persona agredida. Según la información publicada por ElDoce.tv, el dueño de la casa del frente en donde se había estacionado la jubilada también fue golpeado cuando intentó impedir el robo.
En diálogo con el mismo medio, la víctima del crimen reveló más detalles sobre el ataque: "Tengo miedo e impotencia. Me hicieron cinco puntos porque me pegaron y me arrastraron de los pelos. Estaba toda ensangrentada", contó. Además, dijo que es la tercera vez que sufre el robo de un vehículo.
El caso se viralizó luego de que un vecino compartiera las imágenes en redes sociales, lo que causó indignación entre los usuarios. Los delincuentes permanecen prófugos y son buscados por la Policía.
Un jubilado suplica por su camioneta: "Con la plata no me alcanza para comprar los remedios"
Algunos días atrás, otro jubilado llamado Américo Reartes (75) del barrio Coronel Olmedo conmovió a la comunidad luego de que denunciara el robo de la camioneta Peugeot 504 que utilizaba para trabajar. “Tengo que hacer fletes, con la plata no me alcanza para comprar los remedios”, contó el hombre durante una entrevista para Telenoche.
El hombre había ido a hacer unos trámites con su vehículo y la dejó estacionada unos segundos a pocos metros del lugar. Cuando salió, el vehículo ya no estaba.
“Me cortaron las manos”, lamentó la víctima al contar que había ido a pagar unas cuentas, pero para cuando salió del local el vehículo no se encontraba en ningún lado. Al hablar sobre la difícil situación que atraviesa, el hombre no pudo evitar llorar al revelar que no tenía manera de recuperar lo perdido, debido a que la camioneta no estaba asegurada porque no lo habían aceptado en las compañías de seguro locales.
Por su parte, una de las hijas del hombre aseguró que, para su padre, la “camioneta era su otra hija y estos malnacidos le hacen daño a la persona que menos maldad tiene en el barrio”. La mujer remarcó que el jubilado es una persona apreciada en el barrio, ya que siempre estaba dispuesto a dar una mano, sin importar si la persona tenía dinero para pagarle en el momento.
“Se publicó por todos lados, por todas las redes sociales, mucha gente colaboró con datos pero no damos con el paradero de la camioneta”, mencionó la mujer al remarcar que lo único que querían era recuperar el vehículo. “Que la dejen en cualquier lado, pero que aparezca, por favor se los pido”, suplicó.
Además, afirmó que es la "herramienta de trabajo" de su papá, quien "no le hace mal a nadie y lo único que hace es ayudar a los vecinos”, para después incentivar a las personas que pudieran tener sospechas de donde podría encontrarse el vehículo que lo denuncien a las autoridades.
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