En las sociedades modernas, una de las problemáticas centrales de la vida es la calidad de los vínculos y las relaciones interpersonales. Desde la psicología mucho se dice y se estudia al respecto. Y uno de los conceptos clave es el de apego.
A pesar de que se trata de un concepto técnico, se lo escucha cada vez más en conversaciones informales. Apego seguro, evitativo, ansioso y desorganizado: es muy probable que hayás escuchado o leído algo de esto.
En su teoría de la modernidad líquida, el filósofo Bauman sostiene que vivimos una era de conexiones sociales cada vez más efímeras. Es posible que el tipo de apego que hayamos desarrollado en nuestros primeros años de vida influya en ello.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En este artículo, exploraremos en profundidad el concepto de apego y sus implicancias en los vínculos y modos de socializar. Autoconocerse es el primer paso hacia una mejor calidad de vida.
Pero antes, te contamos que Argentina cuenta con la Ley de Salud Mental. Si necesitás ayuda o creés que alguien cercano a vos la necesita, podés acercarte a un centro de salud o comunicarte las 24 horas al 0800-999-0091.
¿Qué es el apego?
Lo escuchamos muchas veces, pero, ¿qué es el apego? El apego es un concepto central en la psicología. Se refiere a la conexión emocional que establecemos con nuestros primeros cuidadores y es clave en el desarrollo psicosocial.
Comienza en la primera infancia y continúa a lo largo de nuestras vidas. El apego desempeña un papel crucial en la formación y evolución de las relaciones humanas y la calidad de los vínculos, en general.
¿Por qué es importante para las relaciones humanas?
El psiquiatra John Bowlby fue pionero en el desarrollo de esta teoría. Según su enfoque, los vínculos de apego tienen sus raíces en la primera infancia.
Bowlby observó el caso de niños institucionalizados o separados de sus madres. Su estudio concluye que la capacidad de resiliencia surge a partir de la relación que se establece con los principales cuidadores durante los primeros años de vida.
Las conclusiones de sus estudios demuestran que el vínculo más o menos seguro con la imagen materna de la primera infancia es determinante. En ese sentido, el apego influye en las relaciones sociales a lo largo de la vida. ¿Cómo lo hace?
-
Interviene en la construcción de vínculos a largo plazo y en la sensación de confianza que tenemos en esos vínculos.
-
El tipo de apego que se haya desarrollado interviene en los modos de regular las emociones frente a situaciones más o menos estresantes.
-
El apego seguro da lugar a un autoconcepto positivo y la autoconfianza frente a la adversidad, es decir, es parte de una autoestima saludable.
-
La capacidad de resiliencia frente a la adversidad así como la inteligencia emocional son herramientas clave para gestionar la vida adulta. Sanar las heridas de la infancia suele ser, muchas veces, el primer paso hacia la construcción de un estilo de apego más saludable.
La lista podría seguir, ya que la importancia de este concepto en nuestra vida psíquica y social es clave. No hay dudas de que el apego es un factor crucial en la forma en que nos relacionamos y nos desarrollamos.
Veamos a continuación cuáles son los tipos de apego y cómo inciden en los patrones de comportamiento. Es probable que te identifiqués con alguno de ellos. Sin embargo, no hay que alarmarse: el estilo de apego no es inmutable ni permanece igual a lo largo de la vida.
Tipos de apego
Efectivamente, y como ya comentamos, existen varios tipos de apego. Bowlby identificó 4 estilos de apego a partir de un grupo de características y dinámicas manifiestas en adultos y niños.
Los tipos 4 tipos de apego que identificó Bowlby son: ansioso, seguro, evitativo y desorganizado. #Psicologia #Apego
A la teoría de Bowly le siguieron otros estudios y desarrollos que fueron aportando más información. Así, al día de hoy sabemos que el apego se construye sobre la base de dos sistemas: el exploratorio y el afiliativo.
El sistema exploratorio se refiere a la capacidad y los modos de interacción del bebé con el entorno físico. En tanto que el sistema afiliativo da cuenta de los modos de relación interpersonales.
De la combinación de estos dos sistemas surgen los estilos de apego. Los estilos de apego son los modos en los que nos movemos en el mundo y la clase de vínculos afectivos que propiciamos.
Apego ansioso
Este tipo de apego tiene sus raíces en experiencias de la infancia con figuras de cuidado que no han estado emocionalmente disponibles. Es decir, no han sabido o no han podido responder con compasión a las señales de angustia del niño.
Cuando estas situaciones se repiten en el tiempo, el resultado suele ser un patrón de apego que se manifiesta a través de la ansiedad. Esto conlleva una autoestima baja y un persistente cuestionamiento de la valía personal.
El estilo de apego ansioso tiende a percepciones negativas en las relaciones. Las personas con este estilo de apego suelen experimentar mayor preocupación sobre la disponibilidad y cercanía de su pareja y vínculos, en general.
Las personas con un estilo de apego ansioso suelen vivir con el temor constante al abandono. Buscan insistentemente la validación y la atención: necesitan sentirse valorados y amados, sin saber que buscan afuera lo que no encuentran en su interior.
El apego ansioso se manifiesta con un patrón de vínculos demandante y miedo permanente al abandono.
Apego seguro
El apego seguro es el estilo de apego más saludable y se caracteriza por una sólida sensación de seguridad emocional. Este tipo de apego se desarrolla cuando las figuras de cuidado supieron satisfacer las necesidades emocionales del niño.
Las personas con este tipo de apego tienen la capacidad de establecer relaciones cercanas y positivas. Se sienten cómodas tanto con la cercanía como con la independencia en una relación: confían en que su pareja estará si la necesitan.
Desde la perspectiva de la salud mental, las personas que han desarrollado este estilo de apego tienen menor riesgo de experimentar episodios de depresión. Además, cuentan con una mayor resiliencia ante situaciones difíciles.
El equilibrio emocional y seguridad en sí mismos fortalecen su capacidad para navegar por las complejidades de la vida con confianza y estabilidad.
Apego desorganizado
El apego desorganizado se manifiesta en dificultades emocionales a la hora de socializar. Se caracteriza por una mezcla de comportamientos impulsivos e inseguros. Ese desborde emocional genera vínculos impredecibles.
Los cambios abruptos en el comportamiento dificultan la construcción de lazos confiables y a largo plazo. Son personas con grandes dificultades para intimar porque no logran conectar con sus emociones positivas.
Un ambiente de crianza hostil configura el terreno fértil para el apego desorganizado. La agresión, la inestabilidad emocional y la amenaza suelen caracterizar la infancia de quienes responden a este patrón.
La inseguridad profunda y la falta de modelos de relación interpersonal saludables durante la infancia son determinantes en el apego desorganizado.
Apego evitativo
Contrario al apego ansioso, el apego evitativo se caracteriza por la tendencia a ser autosuficiente y evitar la intimidad emocional. El miedo a la dependencia emocional es el patrón de conducta de este modelo de apego.
Quienes han desarrollado apego evitativo lo reflejan en la distancia emocional y la falta de confianza en los demás. Suelen mostrarse distantes y poco empáticos como respuesta a una crianza que no atendió las necesidades emocionales del niño.
La distancia emocional es el mecanismo de defensa de quien no sintió seguridad en las figuras de cuidado de la primera infancia. Pero como todos los tipos de apego, no es algo para siempre.
Con la terapia y autoconocimiento adecuados se pueden lograr vínculos sanos y relaciones afectivas satisfactorias. Después de todo, conocernos es esencial para mejorar nuestras relaciones personales y afectivas.
Conclusión
La teoría del apego es una conceptualización clave de la psicología y en el último tiempo forma parte de las conversaciones más casuales. Informarse sobre tipos de apego es una oportunidad para conocernos y fortalecer nuestro bienestar.
Son múltiples los factores psicosociales coincidentes en el desarrollo de las personas, su bienestar y salud emocional. En todos los casos, nada es para siempre y con la terapia adecuada se pueden sanar las heridas y mejorar la calidad de vida.
Si te gustó esta nota, te invitamos a seguir leyendo El Destape, nuestra sección de Salud e Investigaciones tiene mucha información para mejorar la calidad de vida y aumentar tu bienestar psicosocial.
También te puede interesar: