Taty Almeida se convirtió en un símbolo de lucha y perseverancia tras la desaparición de su segundo hijo, Alejandro Almeida, en junio de 1975. Esta trágica pérdida marcó un antes y un después en la vida de Taty, llevándola a formar parte de la línea fundadora de las Madres de Plaza de Mayo.
La búsqueda incansable de su hijo y la lucha por la Memoria, la Verdad, la Justicia y la Defensa de los Derechos Humanos se convirtieron en los pilares fundamentales de su existencia. A través de los años, su historia ha inspirado a innumerables personas, quienes encuentran en ella un ejemplo de coraje y determinación.
Quién fue Alejandro Martín Almeida
Alejandro Martín Almeida era un joven comprometido y talentoso. Trabajaba en la sección de publicidad de la agencia Télam, mientras cursaba la carrera de Medicina y desempeñaba labores en el Instituto Geográfico Militar. Sin embargo, la noche del 17 de junio de 1975, después de decirle a su madre "Esperame, ya vengo", Alejandro salió de su hogar y nunca más regresó.
Ante la desesperante situación, Taty inició una búsqueda que la llevó a contactar a sus familiares, quienes ocupaban cargos militares, incluso algunos relacionados con altos mandos, como el dictador genocida Leopoldo Fortunato Galtieri. No obstante, sus esfuerzos no encontraron respuesta alguna respecto al paradero de Alejandro. Fue entonces cuando Taty comenzó a distanciarse gradualmente de su entorno, en el cual se había identificado como antiperonista e incluso se autodenominaba "gorila". En 1979, dio un paso crucial al acercarse por primera vez a las Madres de Plaza de Mayo, encontrando en ellas un espacio de contención y compañía en su dolor.
En la sede de Madres, María Adela Antokoletz formuló una pregunta que cambiaría la perspectiva de Taty: "A vos, ¿quién te falta?". En ese instante, comprendió que no estaba sola en su pérdida y que tampoco estaría sola en su incansable búsqueda. Junto a Esther Sánchez y Nelly Stagnaro, la madre de Alejandro se sumó a la militancia por la verdad y la justicia, tanto para su hijo como para todos los detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar y los años previos.
Con el tiempo, Taty descubrió que su hijo había sido parte del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y que su secuestro y desaparición fueron responsabilidad de la Triple A. Relatos de jóvenes que habían militado junto a Alejandro revelaron que lograron exiliarse y reconstruir sus vidas gracias al silencio y la lealtad de él.
La lucha de Taty Almeida y todas las Madres de Plaza de Mayo
A pesar de los 48 años transcurridos desde la última vez que lo vio, Taty Almeida continúa luchando incansablemente junto a las Madres de Plaza de Mayo por la memoria de su hijo. Para ella, la búsqueda de Alejandro no solo ha sido la búsqueda de un ser querido, sino también el descubrimiento de su propia identidad. Como ella misma lo expresa: "Él me parió a mí".
La historia de Taty Almeida y su hijo Alejandro refleja la importancia de la perseverancia, la solidaridad y la valentía en la defensa de los derechos humanos. Su lucha incansable por la verdad y la justicia sigue siendo un faro de esperanza en Argentina y más allá, inspirando a generaciones presentes y futuras a no olvidar y a seguir buscando la verdad, recordando siempre que la memoria es el camino hacia la construcción de una sociedad más justa y respetuosa de los derechos humanos.
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