El papel de la mujer en la política argentina trasciende los análisis tradicionales. Los hechos políticos que han marcado la historia del país solo pueden entenderse en toda su profundidad cuando se considera el contexto territorial en todas sus dimensiones. Sin dudas, existe en la historia Argentina una gran la influencia de Eva Perón, conocida como Evita, en la participación política de las mujeres en Argentina.
Evita fue una figura clave que impulsó la transformación social y política, liderando el Partido Peronista Femenino y contribuyendo a la conquista del sufragio femenino en el país. A continuación, te contamos qué fue del Partido Peronista Femenino (PPF).
El nacimiento del Partido Peronista Femenino (PPF)
En 1946, seis meses después de asumir el gobierno, Juan Domingo Perón encargó la elaboración del Plan Quinquenal, un ambicioso proyecto de gobierno que abarcaba una visión integral y territorial del país. Dentro de este plan, se contemplaba el sufragio femenino y la participación activa de las mujeres en la vida cívica como una de las principales políticas de gobierno.
El 25 de julio de 1949, Perón anunció la creación del Partido Peronista Femenino en la Asamblea Nacional del Partido Peronista. Evita asumió la presidencia de esta rama política, convirtiéndose en un nuevo actor de peso en la política argentina. La misión del PPF era otorgar organización política a las mujeres que habían conquistado el derecho al voto. Así, se inició un censo nacional para conocer cuántas mujeres podían votar en el país y construir un padrón electoral que las habilitara.
El partido y el empoderamiento femenino en la política
La organización del PPF involucró a mujeres de todas las provincias, enfrentando el temor de incursionar en la actividad política, la cual hasta entonces estaba reservada casi únicamente a los hombres. Evita comprendió que las mujeres debían sentir que el partido era una extensión pública del rol doméstico para evitar el rechazo de la actividad política.
Ella quería que cada unidad básica fuera como una familia, donde se fomentara el compañerismo y la solidaridad. El 11 de noviembre de 1951, las mujeres argentinas votaron por primera vez en la historia, pero esta alegría se mezcló con la preocupación debido a la enfermedad de Evita.
Proscripción del peronismo
La participación política de las mujeres creció considerablemente hasta el golpe cívico-militar de 1955, que proscribió al peronismo durante 17 años. A pesar de la proscripción, el legado de Evita perduró y la participación política de las mujeres continuó creciendo. Durante el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, las mujeres ocuparon roles ejecutivos y representativos en niveles sin precedentes en la historia del país.