En un mediodía parisino de febrero de 1848, el General José de San Martín, acompañado de su hija Merceditas, accedió a posar para una cámara fotográfica en una galería daguerreana. Este acontecimiento histórico, único en su vida, marca un hito en la historia del Libertador de América y brinda una fascinante ventana hacia su mundo en ese momento crucial.
Sin dudas, José de San Martín es el prócer por excelencia para la República Argentina y conocer su rostro es uno de los grandes privilegios que hay. En este artículo, todo el trasfondo de su espectacular imagen.
La sesión fotográfica
San Martín se instaló en París con su hija Mercedes y su yerno Mariano Balcarce, donde vivieron modestamente en un departamento alquilado. San Martín dedicó su tiempo a leer, escribir y reflexionar sobre la historia y la política. También se mantuvo al tanto de los acontecimientos en América Latina y apoyó las causas independentistas.
Corría en París el año 1848 y el general tenía setenta años. En el estudio cercano al domicilio del General, en Francia, él y su hija eligieron cuidadosamente la pose y el marco para el daguerrotipo. Aunque no era partidario de posar para retratos, accedió a la sesión por motivos familiares y quizás por la celebración de su cumpleaños reciente.
La singularidad del daguerrotipo
El daguerrotipo, un proceso fotográfico único, capturó al General con una calidad y definición sorprendentes. Aunque invertido lateralmente, su imagen adquirió un aura similar a la de una obra de arte, siendo considerada por algunos como un "Rembrandt perfeccionado".
Aunque se conocen dos tomas del daguerrotipo, el segundo desapareció misteriosamente. Se especula sobre su paradero y su posible relación con la familia del General, pero su destino final sigue siendo desconocido.
El legado fotográfico del general
Las fotografías del General José de San Martín se convirtieron en una valiosa herramienta para preservar su memoria. Aunque surgieron reproducciones y versiones apócrifas, los daguerrotipos originales son considerados como las representaciones más auténticas del Libertador.
El encuentro del General San Martín con la cámara fotográfica en 1848 ofrece una visión única de un momento crucial en la vida del héroe sudamericano. A través de estos daguerrotipos, se puede contemplar su semblante y su presencia, capturados para la posteridad en un momento de incertidumbre y cambio en la historia de París y de América.
Cabe recordar que San Martín murió el 17 de agosto de 1850, a la edad de 72 años. La causa de su muerte fue una enfermedad pulmonar. Sus restos fueron repatriados a Argentina en 1880 y hoy descansan en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.