Remedios de Escalada es una figura clave en la historia argentina, en especial a partir del vínculo que formó con su esposo, don José de San Martín. Por eso, su vida y su influencia en la causa independentista merecen ser contadas. Este 12 de septiembre, aniversario de su matrimonio con San Martín, recordamos a Remedios de Escalada, una mujer que dejó una huella imborrable en la historia de Argentina.
La vida de Remedios de Escalada
Nacida en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1797, Remedios pertenecía a una familia acomodada de la época. Era hija del Canciller de la Real Audiencia, Antonio José de Escalada, y de Tomasa de la Quintana. Su hogar se convirtió en el epicentro de reuniones patriotas tras la Revolución de Mayo, ya que su padre, un patriota activo, ejercía altos cargos públicos que consolidaban su posición social.
El 12 de septiembre de 1812, con apenas 14 años, Remedios contrajo matrimonio con José de San Martín, entonces Teniente General. La ceremonia se llevó a cabo en la Catedral de Buenos Aires. Aunque no se puede afirmar con certeza que fue un amor a primera vista, lo cierto es que su unión estuvo signada por la soledad, debido a los compromisos militares de San Martín.
La casa de la familia Escalada se convirtió en un epicentro de reuniones políticas tras la Revolución de Mayo. José de Escalada, padre de Remedios, era un patriota activo y su hogar se convirtió en un lugar de encuentro para quienes deseaban hablar de política.
Remedios destacaba por su refinamiento y educación. Sabía hablar francés y tocar el piano, habilidades que la posicionaban como una dama ejemplar de su tiempo. Su instrucción y el halo de prestigio heredado de su familia la hacían destacar en la alta sociedad.
Remedios tuvo un papel activo en la lucha por la independencia. Aunque nunca portó un fusil, fue una de las mujeres que contribuyeron a la identidad del Ejército comandado por su esposo. Su nombre aparece en la Gaceta Ministerial del 26 de junio de 1812 como una de las damas "donantes de un fusil cada una para los ejércitos de la Patria".
Durante la Navidad de 1816, San Martín expresó el deseo de que sus tropas tuvieran una bandera. Remedios y otras damas cuyanas se encargaron de confeccionar el distintivo para el Ejército de los Andes. Utilizaron lentejuelas de oro, perlas de un collar de Remedios y piedras de una roseta de diamantes para el sol del escudo.
La salud de Remedios de Escalada
Su salud siempre fue delicada, agravada por la tuberculosis. En 1819, San Martín partió a Chile y Remedios tuvo que regresar a la casa de sus padres en Buenos Aires. Su estado era tan grave que hizo todo el viaje con un ataúd al lado, por si moría en el camino. Una vez en Buenos Aires, Remedios fue trasladada a una quinta en el actual barrio de Parque Patricios. Allí fallecería el 3 de agosto de 1823, a la edad de 25 años, víctima de la tuberculosis y el pesar por la muerte de su padre.
Remedios siempre mantuvo la esperanza de volver a ver a San Martín. Sin embargo, este reencuentro nunca se produjo. San Martín llegó meses después de su muerte y pidió que en su tumba se colocara una lápida que la recordara como "esposa y amiga". Aunque su vida fue corta, el legado de Remedios de Escalada perdura en la historia argentina. Su influencia en la vida de San Martín y su contribución a la causa independentista la convierten en una figura digna de ser recordada.