El 16 de septiembre de 1955, ocurrió en el país uno de los episodios más oscuros de su historia política: el Golpe Militar que derrocó al gobierno constitucional del presidente Juan Domingo Perón. Este evento, que marcó profundamente la vida política y social del país, tuvo un impacto duradero y dio lugar a una serie de sucesos que marcaron una década de agitación política y social en Argentina.
El bando golpista estaba compuesto inicialmente por fracciones del Ejército y la Fuerza Aérea, así como prácticamente la totalidad de la Marina de Guerra. Este golpe tuvo un componente civil importante, ya que contó con el apoyo de los partidos políticos mayoritarios de la oposición y de la Iglesia Católica. Numerosos comandos civiles se unieron a los militares rebeldes en su intento de derrocar al gobierno de Perón.
La organización del golpe
Las razones detrás del golpe eran variadas y complejas. Por un lado, había sectores militares y civiles que se oponían al gobierno peronista debido a su orientación política y económica, que incluía un fuerte intervencionismo estatal en la economía y una política laboral que beneficiaba a los trabajadores. Además, existían tensiones ideológicas y políticas, así como descontento con el culto a la personalidad que rodeaba a Perón.
Sin embargo, la estabilidad política fue efímera. Lonardi fue derrocado el 13 de noviembre de 1955 por el general Pedro Eugenio Aramburu, en un golpe palaciego que inició la resistencia peronista. Ambos generales gobernaron como autoridades supremas, asumiendo todos los poderes ejecutivos y legislativos nacionales y provinciales. Además, se atribuyeron el título de Presidente de la Nación.
Las víctimas
El saldo fue trágico, con más de 150 víctimas mortales, las cuales surgieron de fusilamientos ilegales, además del recordado bombardeo a la Plaza de Mayo, que dejó más de 300 muertos y centenares de heridos. Finalmente, el golpe triunfó, y el general de división Eduardo Lonardi asumió el 23 de septiembre de 1955 como líder del gobierno de facto. Este nuevo gobierno tenía una orientación nacionalista católica y se oponía a la proscripción del peronismo.
El golpe de 1955 y los eventos posteriores marcaron el inicio de un período de inestabilidad política en Argentina. La persecución de los peronistas y la represión política se intensificaron, y el peronismo fue proscrito. Durante años, Argentina vivió una serie de gobiernos militares intercalados con breves períodos de gobierno civil, pero la agitación política y la lucha por el poder continuaron.
El peronismo, a pesar de la proscripción, se mantuvo como una fuerza política influyente y, finalmente, logró regresar al poder en 1973 con la elección de Héctor Cámpora como presidente. Sin embargo, la historia política argentina seguiría siendo tumultuosa en las décadas posteriores, con episodios de violencia política y crisis económicas.
En resumen, el Golpe Militar de 1955 en Argentina fue un evento que marcó profundamente la historia política del país y tuvo un impacto duradero en la sociedad argentina. Sus consecuencias se sintieron durante décadas y contribuyeron a la compleja y a menudo turbulenta historia política de Argentina.