En Argentina, el amor por el chocolate es innegable, con un consumo de aproximadamente un kilo por persona al año, que se duplica si consideramos los alfajores. Esto nos coloca en el primer puesto en América Latina en cuanto a consumo de chocolate.
En nuestro país, contamos con excelentes chocolatiers que ofrecen una variedad excepcional de tabletas, bombones y otras delicias elaboradas de forma artesanal. A pesar de la diversidad de sabores disponibles, el preferido de los argentinos es el chocolate con leche. En este artículo vamos a repasar la historia del chocolate en el país.
Los orígenes
El periodista e investigador Daniel Balmaceda revela en su libro "La Comida en la Historia Argentina" cómo el chocolate se popularizó en nuestras tierras y quiénes fueron los precursores de su elaboración. Alrededor de 1870, Alphonse Godet comenzó a destacarse en Argentina.
Este francés, que se había formado en la primera casa de importación de artículos de confitería en el país, estableció su fábrica de chocolate en el barrio de Balvanera, a tres cuadras de Once. Su producto se convirtió en un rotundo éxito. Con el tiempo, Godet decidió pasar la mitad del año en Buenos Aires y la otra mitad en París, dejando a Madame Godet a cargo de la empresa en su ausencia.
La fábrica
En 1882, Godet se reunió con José Finolo, un antiguo compañero de la época en que ambos eran oficiales confiteros. El italiano recomendó que incorporara a Daniel Bassi, quien comenzó a trabajar en la sección de despachos de la fábrica. Durante su tiempo en la fábrica, Bassi conoció a Madame Godet y, después de ganarse su confianza, propuso buscar clientes, logrando convencer al cafetero Abel Saint.
A principios de 1880, Abel Saint y su esposa se instalaron en el centro de Buenos Aires, donde tenían un pequeño local de venta de café enlatado que causó sensación. El éxito fue tal que inauguraron un importante comercio en Constitución y comenzaron a comprar productos de Godet. Si bien habían conquistado a los argentinos con el café, ahora planeaban hacerlo en el mundo del chocolate bebible.
Saint adquirió nueva maquinaria y se trasladó a Barracas en 1894, donde estableció la primera fábrica de chocolate en Argentina: Águila Saint. La aceptación fue inmediata y su próximo paso fue abrir una sucursal en Rosario.
Aunque Abel Saint falleció en 1895 sin ver los frutos de su trabajo, su esposa continuó con el negocio. Gracias a la lealtad de sus empleados, la empresa creció aún más. En aquellos días, era común comer barras de chocolate en lugar de derretirlas en leche, siguiendo los pasos de los pioneros suizos. Los chocolateros argentinos comenzaron a ofrecer chocolate con leche como golosina.
Este proyecto lleva más de 135 años endulzando la vida de todo un país, y el edificio con el emblemático águila en su fachada es ahora parte de nuestra historia.