Hace 29 años, el 18 de julio de 1994, día en que explotó la bomba en la AMIA, para bien o para mal la historia de vida de miles de personas se cruzaron a partir de uno de los hechos más lamentables de la historia Argentina. El acto terrorista generó en el país y principalmente en el barrio de Once que el ritmo cambie y se generen acciones nuevas, como comenzar a guardar una constancia de dicho cambio. Así comenzó una sorprendente historia de amor.
Según relatan sus protagonistas, Inés Ulanovsky vivía justo en frente de la AMIA cuando la bomba explotó. El estruendo les generó vidrios que estallaron, gritos y confusión. Tras comprobar que nadie de su familia salió herida y aún con las manos temblando, tuvo fuerzas para retratar para siempre cómo quedó su hogar, sus ambientes, su habitación y la escalera.
Mantener la memoria
Como era de esperarse, los aniversarios llegaron y con ellos miles de personas que se juntaban a reclamar por justicia. Esto era registrado por una aglomeración de fotógrafos y periodistas se amontonaba en las cercanías de su casa para sacarle fotos al lugar donde había ocurrido el atentado.
Inés, para tener siempre presente lo que ocurrió, comenzó a retratar el detrás de escena año tras año. Hasta que diez años después junto a su familia se mudaron y abandonaron el barrio. Al comenzar a embalar las pertenencias, se topó con esos primeros negativos, que apoyó contra la ventana para observar con lupa.
Las coincidencias
Lo que vio la dejó perpleja. En uno de los negativos, visto a contraluz y con una lupa, encontró una foto que había tomado a un hombre con una cámara de fotos, en el edificio de enfrente. Quien estaba en la foto era Diego Levy, nada más ni nada menos que su marido: le había sacado una foto años antes de conocerlo.
Esta hermosa historia de amor, nacida de la tragedia, es la historia que da el puntapié inicial para el libro "Las fotos", de Inés Ulanovsky, editado en 2020. La autora también trabajó en el Archivo Biográfico de Abuelas de Plaza de Mayo y en la Fototeca de ARGRA.
Cabe recordar que los familiares de las 85 víctimas del atentado aún hoy reclaman por justicia, por considerar que el delito quedó impune. Tras años de investigaciones, la Justicia no logró encarcelar al responsable de realizar uno de los atentados más tremendos de la historia argentina.